8 de marzo de 2012
BBVA despedirá a 1.265 personas y cerrará 314 oficinas al integrar Unnim
El BBVA ha comprado cuota de mercado a bajo precio. Esta es el mensaje que han transmitido los directivos del banco a los analistas para justificar la compra de la caja catalana Unnim. El BBVA admite que la absorción tendrá un coste de capital de unos 1.000 millones de euros y unos gastos de reestructuración de 200 millones en 2013. De estos, el 90% se destinará al cierre de oficinas y reducción de plantillas.Los 200 millones de recorte se gastarán el despido del 20% de su plantilla en Cataluña y un 30% de las oficinas, según el director de BBVA España, Juan Asúa. El grupo que preside Francisco González contará en Cataluña con unas 1.048 oficinas y 6.328 empleados una vez se complete la integración, prevista para el primer semestre de 2013. Es decir, la disminución será de 314 sucursales y unas 1.265 personas. A cambio, esperan ahorrar el 40% de los costes actuales de Unnim para 2014, una cifra que podría situarse en unos 160 millones, aunque la entidad no lo concretó.
Según el BBVA, tras la adquisición elevará su cuota de mercado en crédito al 16,6%, alcanzará una cuota del 12,1% en depósitos minoristas e incrementará su volumen de negocio hasta el 15,3%. Su volumen de créditos ascenderá a 53.200 millones y los activos sumarán 65.200 millones.
La entidad espera que la integración de Unnim tendrá un impacto positivo en sus resultados a partir de 2014, con una estimación de beneficios para ese año de más de 100 millones. La absorción de Unnim al precio de un euro supondrá un incremento de provisiones de unos 1.300 millones. Esta cantidad es similar al riesgo de potencial morosidad que admite la entidad, por lo que el efecto será casi neutro.
El BBVA solo afrontará el 20% de la morosidad de la cartera de créditos problemáticos, que asciende a 5.500 millones, es decir, 1.100 millones. El 80% restante de la morosidad correrá a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de la banca. Este FGD también ha aportado 953 millones al capital de Unnim, que es la cantidad que había invertido el fondo de rescate del Estado y la que pidió el BBVA para quedarse con la caja catalana.
El BBVA está convencido de que podrá meter presión a la maquinaria de Unnim, cuyas oficinas operan con la mitad de los clientes que el BBVA y menos productos. Los ingresos de 1999 por separado de las tres cajas incluidas en Unnim eran similares a los actuales. “El grupo mejora sustancialmente su posicionamiento en Cataluña con la integración de Unnim. El BBVA se expande en uno de los mercados más atractivos de España con una operación sin impactos materiales ni en liquidez ni en capital y con riesgos acotados. La transacción tendrá una contribución positiva a los resultados de BBVA a partir de 2014, con una rentabilidad de más del 20%”, afirmó Juan Asúa, director de banca en España.
La entidad presidida por Francisco González resaltó que Unnim cuenta con 29.000 millones en activos y un millón de clientes, de los que un 63% solamente trabajan con la antigua caja catalana, producto de la fusión de Sabadell, Terrasa y Manlleu.
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