7 de febrero de 2012
Los tres grandes bancos destinan 11.500 millones a la nueva reforma financiera
REFORMA FINANCIERA
El Boletín Oficial del Estado puso este sábado letra y números a latercera reforma financiera en poco más de tres años. Y los principales bancos españoles han tardado apenas tres días en comunicar cómo harán frente a las nuevas exigencias de saneamiento de activos inmobiliarios, que el Ministerio de Economía valora en unos 50.000 millones para el conjunto del sector. Santander, BBVA y CaixaBank han asegurado esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que destinarán este año 11.481 millones en provisiones y capital a cumplir la nueva reforma.
Los tres grandes bancos han querido dar cuanto antes el mismo mensaje: tienen margen de sobra para hacer frente al saneamiento, más exigente, del riesgo del ladrillo. En sus comunicaciones, se hace hincapié en que para dotar las nuevas provisiones bastará con los beneficios previstos para este año y las provisiones genéricas acumuladas. Y el caso del colchón de capital, se recurrirá al excedente que atesoran las tres entidades sobre el mínimo regulatorio establecido por el Banco de España.
De los 50.000 millones previstos por el Ministerio de Economía para cubrir con mayor holgura las pérdidas potenciales en créditos y activos problemáticos vinculados a suelos, promociones y viviendas, 25.000 corresponden a provisiones contra resultados, 15.000 a colchones de capital y los 10.000 (para afrontar la posible depreciación en un 7% de todos los créditos a promotores, aunque estén al corriente de pago) restantes pueden cubrirse con cargo a provisiones genéricas.
Tal y como ha diseñado Economía el nuevo saneamiento del ladrillo, los tres grandes bancos tendrán pocos problemas con los colchones de capital (todos superan con creces el mínimo regulatorio del 8%), además de poder recurrir a las provisiones genéricas. Lo relevante es calibrar el impacto en la cuenta de resultados de 2012 de la dotación de provisiones contra las plusvalías. A tenor de lo detallado hoy, el efecto de la reforma se dejará notar, pero es asumible para los tres grandes: la factura conjunta asciende a 7.036 millones. La norma permite ganar al menos medio año (hasta junio de 2013) en el cumplimiento de las nuevas exigencias si una entidad participa en una fusión, pero obviamente, Santander, BBVA y CaixaBank enfatizaron que lo harán en este ejercicio.
Santander informó de que la nueva reforma financiera les obligará a cubrir 6.100 millones, pero también recordó que 1.800 millones se cargaron contra los resultados del cuarto trimestre de 2011. Por tanto, este año tendrá que destinar 4.300 millones para cumplir con las exigencias de saneamiento. 2.000 corresponden a colchones de capital y 2.300 a nuevas provisiones se financiarán con cargo a plusvalías, incluidas las de la venta, ya efectuada, de la filial colombiana.
BBVA prevé un coste de 4.000 millones para este año, que distribuye en 1.200 millones de excedentes de capital, 2.200 millones en nuevas provisiones contra resultados de este año y otros 600 financiados con cargo a las provisiones genéricas.
CaixaBank anticipa que las nuevas provisiones a constituir se elevan a 2.436 millones, mientras que el requerimiento adicional de capital asciende a 745 millones. En este cálculo no está incluido el impacto de la reforma en los activos inmobiliarios de La Caixa, la dueña de CaixaBank.
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