16 de febrero de 2012
El desplome del consumo mete al PIB español en el camino de la recesión
En los últimos meses del año pasado, la crisis financiera volvió por sus fueros y el crecimiento se congeló, cuando no se retrajo otra vez en buena parte de la zona euro. Como en 2009 fue el comercio exterior el indicador más inmediato de la recaída, lo que se dejó notar también en las exportaciones españolas, el único motor en marcha de la economía española. Pero lo que llevó al PIB a retroceder un 0,3% entre octubre y diciembre fue el desplome de la demanda interna, de una magnitud cercana al de la Gran Recesión.
Los datos de contabilidad nacionalque acaba de hacer públicos el INE explican al detalle por qué la economía española se aboca a otra recesión, apenas dos años después de registrar la mayor contracción del PIB desde la posguerra. Solo hay un sospechoso: la demanda interna, en la que confluyen los efectos del elevadísimo desempleo (ya un 23% de la población activa), la sequía del crédito, los rescoldos del estallido de la burbuja inmobiliaria y el creciente ajuste presupuestario.
En el cuarto trimestre de 2011, la demanda interna restó 2,9 puntos porcentuales al crecimiento interanual. Una merma así no se producía desde 2009, cuando el PIB español perdió casi un 4%. En la comparación con el mismo periodo de 2010, la economía aún crece un 0,3%, gracias a la aportación del sector exterior. Y si se incluyen todos los trimestres de 2011, el PIB avanza un 0,7% respecto al ejercicio anterior.
En las tripas contables del cuarto trimestre se encuentran pistas del paso atrás de la demanda interna por dóquier. El gasto de los hogares, muy limitado por el desempleo, las malas perspectivas y sueldos a la baja, cae un 1% respecto al tercer trimestre, un descenso más que notable. El gasto de las Administraciones encadena ya tres trimestres en números rojos, aunque la celebración de elecciones hizo bajar algo el ritmo del ajuste (-1,1%).
El rigor de la consolidación fiscal también se nota en las obras públicas, que llevan a la inversión en otras construcciones a bajar un 7,1%. Y en las plantillas: por primera vez en la crisis, el número de empleos a tiempo completo en Administración, sanidad y educación fue menor que un año atrás.
El retroceso de la demanda interna se refleja también en el hundimiento de las importaciones (-7,7%), que contrasta con la limitada caída de las exportaciones en el trimestre (-1,6%) tras el parón del comercio europeo. Y el peso de las malas expectativas (el Banco de España cree que la nueva recesión llevará al PIB a caer un 1,5% este año) se concentra en el tropezón de la inversión en bienes de equipo, que se apunta un -3,9% trimestral.
Excepto la agricultura, el resto de sectores productivos recaen. Los servicios, al hilo de la demanda interna, un 0,1%; la industria, más enfocada al exterior, un -1,4%. La construcción, devastada por el estallido de la burbuja inmobiliaria y el ajuste presupuestario, otro -1,1%.
Las estadísticas laborales recogen lo ya adelantado por la Encuesta de Población Activa, con un retroceso del 3,3% respecto al mismo trimestre del año anterior. Y el balance definitivo de 2011 evidencia lo errado de las previsiones del anterior Gobierno. En el año en el Ejecutivo socialista anticipaba que se crearía empleo, un 0,3% más que en el ejercicio anterior, ha resultado una caída del 2%.
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