14 de enero de 2010

«La vamos a violar y a rajar»

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Jueves, 14 de Enero de 2010

Madrid

Noticias de Sociedad

«La vamos a violar y a rajar»

Nueva alarma en un centro escolar: al ser expulsados de clase por copiar, varios menores reaccionaron con violencia contra la docente y, supuestamente, la amenazaron de muerte

«Es bueno desde el punto de vista social que estos casos se conozcan»
«Mañana puedes ser tú», la carta enviada por la profesora a la edición de ABC en Toledo
Una misiva en busca de ayuda
Extracto de la carta recibida y publicada por ABC, en su edición de Toledo:
«En los días 20 y 23 de noviembre he sufrido unas brutales amenazas de violación y muerte proferidas por cuatro alumnos. Mi equipo directivo ha sancionado a los alumnos con el máximo establecido (15 días de expulsión) y ha solicitado a la Delegación Provincial de Educación, con el apoyo unánime del Consejo Escolar, el cambio de centro de dichos alumnos. Hoy, día 7 de enero, los alumnos ya han cumplido su sanción y me encuentro con la desagradable y demencialsituación de tener que volver a dar clase con ellos. Puedo decir que el criterio general de la Delegación de Educación en estos casos consiste en no cambiar de centro a los alumnos, cosa que la norma prevé, alegando que, en la práctica, se dificulta su derecho a la educación. ¿Y los derechos a la educación de aquellos alumnos que vienen al centro a estudiar y no a amenazar? ¿Y mi derecho a la dignidad? ¿Dónde está el respaldo y protección que las instituciones educativas tienen que dispensar a todo profesor? ¿Dónde la aplicación de las normas? ¿Cómo se espera que una persona pueda cumplir con sus funciones cuando está amenazada su vida y su integridad sexual? Llevo cerca de un mes tomando tranquilizantes para dormir, tengo miedo, inseguridad y además me siento profundamente herida. Estoy convencida de que no debemos, no debo, pasar por esta anulación, humillación y vejación. ¿Qué van a pensar todos los alumnos cuando comprueben que la única sanción son 15 días de expulsión, los mismos que imponemos cuando acumulan tres partes consecutivos por faltas injustificadas de asistencia? Necesito vuestra ayuda».
E.M.H.M.
MARÍA JOSÉ MUÑOZ | TOLEDO
«Dile que la vamos a violar, la vamos a rajar y luego nos vamos a mear encima». Esta es la frase que cuatro alumnos del IES Universidad Laboral de Toledo pronunciaron presuntamente ante una profesora del centro compañera de la que debía recibir el mensaje. Un recado cargado de odio amenazador dirigido a Eva María H. M., la profesora que imparte FOL (Formación y Orientación Laboral) a los cuatro menores (rondan los 17 años de edad) que estudian PCPI (antigua Garantía Social) de Fontanería y que, nada más ser conocida la amenaza en el centro, fueron expulsados 15 días de clase.
Pero ya han vuelto, y ayer mismo la profesora, que aún no alcanza los cuarenta años de edad, se los cruzó por el pasillo. «Se descompuso, no puede soportarlo», comentó ayer a ABC un compañero que asistió por la tarde a la reunión ordinaria del claustro donde Eva María dijo que no quiere saber nada más de este asunto, que quiere olvidarse y pasar página; que la han llamado de las televisiones, las radios y los periódicos, pero que no quiere salir, que prefiere olvidarse de esto».
Apertura de expediente
Pero no podrá. Ayer mismo, la Fiscalía de Menores de Toledo anunció la apertura de un expediente contra los cuatro jóvenes, dos días después de que se publicara en ABC la carta en la que la profesora denunciaba las amenazas (ver información adjunta). La Fiscalía actúa una vez recibido el atestado policial con la denuncia que Eva María presentó en la Comisaría cuando la situación se convirtió en insostenible para ella y el miedo comenzó a no dejarla dormir. Se ha procedido a incoar expediente «contra los presuntos autores por un delito de atentado (por intimidación grave) contra funcionario público en el ejercicio de las funciones de su cargo o con ocasión de las mismas».
La Fiscalía dice que va a investigar la realidad de los hechos y determinar la persona o personas responsables. Para ello «recabará toda la información y se citará a declarar ante el Fiscal de Menores, como imputados, a los jóvenes denunciados, adoptándose las medidas cautelares que procedan».
Al parecer, la causa del incidente que desembocó en las graves amenazas está relacionada con un examen donde la profesora sorprendió copiando a uno de los cuatro menores, que fue expulsado del aula. Lo demás, es conocido: las amenazas, la expulsión de los menores y, el pasado martes, la Consejería de Educación anunció que el problema estaba zanjado puesto que se había propuesto y aceptado, incluso por la propia afectada, que los alumnos cambiaran de grupo y de profesores para no coincidir con ella.
Una profesora del mismo instituto explicó ayer a este diario que el centro propuso que los menores fueran enviados a otros institutos, concretamente a uno de Mora o a otro de Talavera de la Reina, «pero la Delegación de Educación no ha querido».
«Apoyo de la Consejería»
El viceconsejero de Educación, Pedro Pablo Novillo, subrayó tras anunciar dicha solución que «esta profesora, como cualquier otro docente, tiene el apoyo y todo el potencial de la Consejería a su disposición, pero en educación los problemas hay que resolverlos al estilo educativo».
La consejera de Educación y Ciencia de Castilla-La Mancha, María de los Ángeles García, se refirió ayer por primera vez a este caso para decir que son los centros educativos los que, en base al Decreto de Convivencia, deben adoptar las medidas que consideren oportunas si se vulnera la convivencia.
La titular regional de Educación, que dijo no tener «mucho conocimiento del tema», señaló que en el caso del problema originado en este instituto toledano «la medida que podemos considerar como más extrema, que es el cambio de centro del alumno que haya tenido esa conducta, debería de autorizarla la administración pero siempre a petición del centro».
«Quemarle el coche»
Un alumno del centro explicó a ABC que «se oye de todo, unos dicen que acorralaron a la profesora diciéndole que la iban a violar y a matar, y otros comentan que los echaron de clase y que alguien les oyó decir «qué buena está, la podríamos violar, sabemos cuál es su coche, se lo podíamos quemar. Hoy se ha roto el cristal de la puerta de un pabellón y dicen que han sido ellos, que ya están aquí».