7 de agosto de 2019

EMIRATOS

lunes, 5 de agosto de 2019


EMIRATOS – 06/08/2019

La princesa Haya de Jordania, hermanastra del rey Abdalá de Jordania, en la foto saliendo la semana pasada del Alto Tribunal de Justicia de Londres, donde acudió con su abogada para solicitar ante la Justicia británica una orden de alejamiento del que era hasta ahora su marido, el sátrapa Rashid, alegando posibles amenazas y acoso, protección para su hija por miedo a que se convierta en víctima de un matrimonio forzado y la tutela judicial de sus dos vástagos. Una batería de medidas que son un mazazo para la imagen de Estado tolerante y avanzado que durante años ha tratado de forjar Emiratos Árabes Unidos, la federación de siete emiratos que en 1971 se independizó del Reino Unido y se estableció como próspero país.

El juez fijó para el 11 de noviembre el inicio del proceso. El insólito pleito que enfrenta a dos familias reales, los Maktum de Dubái y los Hachemitas de Jordania, no mereció atención alguna en la prensa emiratí. Desde que la fuga de Haya saltara a los medios a finales de junio, la versión oficial de Emiratos ha sido que el asunto es estrictamente privado del emir que cuenta con un harén de seis mujeres, una descendencia conocida de 23 vástagos y una fortuna que supera los 4.000 millones de dólares de un vasto patrimonio repartido por el mundo, incluido Reino Unido y España.  La batalla legal por la custodia de los hijos, que continuará hasta finales de año, amenaza con transformarse en un juicio al oligarca de Dubái y sus secretos más vergonzosos, entre ellos, la rocambolesca huida de su hija Latifa, posteriormente secuestrada en Cambridge, a plena luz del día, y forzada a volver a la casa de los horrores.
  
En las inmediaciones del tribunal londinense, un grupo de activistas aprovechó para denunciar a ese país con pancartas señalando al emir como patrocinador de la esclavitud y la prostitución, así como las discriminatorias leyes contras las mujeres. No se puede evitar pensar en todas las mujeres emiratíes que a menudo carecen de recursos o conexiones para huir de un país cuya ley las desprecia. La legislación emiratí niega a las mujeres su derecho a tomar decisiones independientes sobre su matrimonio. Para que pueda casarse, un tutor masculino debe firmar su contrato de matrimonio. Una vez casada, la ley obliga a que obedezca a su marido. Puede ser acusada de desobediente si trabaja sin el consentimiento de su esposo. Puede perder su derecho a recibir apoyo financiero si no tiene una excusa legal para negarse a tener relaciones sexuales o viajar al extranjero con él. Unas cadenas de las que Haya decidió liberarse tras urdir durante meses su huida que ha expuesto al público las infamias del Emirato del que el capo de la mafia vaticana, Bergoglio, alias Francisco, ensalzó la tolerancia el pasado mes de febrero.

https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2019/08/01/5d41d02efddff87148b46

 NACHO ALDAY

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