PERISCOPIO
Blog Contra-Revolucionario
lunes, 1 de abril de 2019
ESTRUCTURACIÓN – 02/04/2019
Un aspecto típico de la Alsacia popular en el siglo XVIII. Los personajes, en una actitud plácida, distendida, afable, bien característica del campesino, conversan. Con plena naturalidad, las personalidades se manifiestan en su riqueza y diversidad. Nada ahí está estandarizado. Por el contrario, las diferencias de sexo, edad, temperamento personal, son evidentes. Los hombres son hombres, las mujeres son mujeres, el viejo es un viejo, y el niño, un niño. Nadie tiene la preocupación de ser joven antes o después de su hora. Aún más. La gran variedad de trajes que allí se observa tiene su explicación. Cada uno de estos trajes es típico de una pequeña región, o aldea. La distinción y la mentalidad de un pueblo se manifiestan también en sus trajes típicos. Cuánta riqueza de alma en esta variedad. Y cuanto empobrecimiento espiritual en nuestras modas cosmopolitas, que frecuentemente el mismo corte, la misma forma, los mismos tejidos, casi los mismos colores se imponen al mundo entero.
Los intereses más fundamentales de la cultura humana exigen imperiosamente que la estructuración del mundo sea realizada de manera que no destruya ni comprima la personalidad de cada uno de los pueblos que, por disposición de la Divina Providencia, existen en este planeta.
Toda verdadera política debe ser delineada en función de la realidad, y siempre que las concepciones artificiales de los estadistas se abstraen de la realidad, ésta se venga destruyendo irremediablemente su obra.
Esto parece ser lo que está ocurriendo con la Unión Europea y lo que podrá ocurrir con proyectos similares en otros continentes.
Los problemas sociales son como las heridas, cuanto más se comprimen, tanto más se inflaman.
Es una realidad evidente, que cada pueblo tiene una personalidad colectiva. No existen tratados que destruyan esta realidad, ligas ni federaciones que se puedan olvidar impunemente de ella. La construcción de la Unión Europea se está haciendo en gran parte a espaldas de los pueblos que la constituyen.
¿Se niega, se olvida, se suprime arbitrariamente la personalidad colectiva de un pueblo entero o de todos los pueblos de la tierra? ¿Qué cultura nacerá, que civilización brotará, qué mundo se construirá sobre estas ruinas psicológicas? La cultura es obra de esta personalidad. Cuando se perturba o se destruye la fuente, es indiscutible que las aguas brotarán escasas, turbias y dañinas.
EXTRACTOS DE COMENTARIOS DEL PROF.PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA SIN REVISION DEL AUTOR.
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