Sánchez e Iglesias pugnan por salir con ventaja en los pactos
El líder socialista negocia con Ciudadanos para intentar que Gabilondo gobierne en Madrid
EL PAIS - FRANCESCO MANETTO Madrid 1 JUN 2015 - 12:36 CEST
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ayer en Toledo. / ISMAEL HERRERO (EFE)
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han entrado en una abierta disputa para llevar la batuta en las conversaciones, fijar las condiciones del diálogo entre el PSOE y Podemos y liderar los pactos de izquierdas. El líder del nuevo partido intentó establecer el límite del entendimiento. “Si el PSOE no gira, con nosotros no hay acuerdo”, aseguró Iglesias, cuya reunión con Sánchez puede retrasarse unos días, según fuentes próximas al secretario general de los socialistas. Este sí verá a Albert Rivera esta semana para negociar el apoyo de Ciudadanos a Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid.
Iglesias endureció este domingo su mensaje frente a los socialistas, tan solo unos días después de declarar abierta una nueva etapa de relación con ellos. Lo hizo en respuesta al Comité Federal que el PSOE celebró el pasado sábado, que Podemos considera triunfalista, y tras la publicación de una entrevista con Sánchez en EL PAÍS, en la que este responsabiliza al nuevo partido “de que haya o no Gobiernos de izquierda”. En su estrategia de pactos con el PSOE, Iglesias tiene un objetivo declarado desde antes de las elecciones: desalojar al PP de las instituciones. Pero, al igual que el secretario general de los socialistas, rechaza pactos a cualquier precio.
Ley de Cuentas Abiertas
Todos los grupos parlamentarios de Podemos en las distintas comunidades presentarán una iniciativa en línea con la Ley de Cuentas Abiertas que pretende promover Teresa Rodríguez enAndalucía. Esta norma de transparencia persigue “abrir y hacer accesibles” a los ciudadanos las cuentas de la Administración.
Los grupos parlamentarios mantuvieron este domingo un encuentro cn Madrid, bajo la coordinación de la Secretaría de Acción Institucional, cuya responsable es Auxiliadora Honorato. Su plan consiste en actuar conjuntamente para “llevar a cabo medidas urgentes de saneamiento democrático y transparencia”.
El líder de Podemos buscó enfriar la “euforia” de los barones del PSOE y del propio Sánchez, quien el sábado advirtió: “Nosotros no giramos, nos reafirmamos en la socialdemocracia”. Los dos partidos y sus líderes llevan meses disputándose ese espacio político. Ahora, ante el panorama que han dejado las elecciones autonómicas y municipales —un mapa en el que ambas fuerzas se necesitan en Ayuntamientos y comunidades para hacer frente a los populares— los dos secretarios generales quieren imponer su respectiva agenda antes de llegar a un entendimiento. “Más humildad, Pedro, habéis tenido el peor resultado electoral desde 1979”, enfatizó Iglesias en Toledo, donde participó en un acto de partido con ocasión del día de Castilla-La Mancha.
Girar o no girar
El líder de Podemos aclaró su proyecto político con una advertencia que sienta ya las bases de la estrategia del partido para las generales del próximo otoño. “Ni una sola duda respecto a que queremos frenar al PP y sacarles de las instituciones, pero quien quiera entenderse con nosotros, Pedro, tiene que dar un giro. No vale decir que el PSOE no va a dar giro: si el PSOE no gira, con nosotros no hay acuerdo”, mantuvo Iglesias, que aprovechó su presencia en Castilla-La Mancha para lanzar un aviso al barón socialista Emiliano García-Page, que necesita el apoyo externo del nuevo partido —el Comité Federal del PSOE aprobó que no haya Ejecutivos de coalición— para gobernar. Las condiciones para ese respaldo aún no están claras, pero Iglesias le sugirió bajarse el sueldo a tres veces el salario mínimo —fijado en 756 euros al mes— para empezar a entenderse.
Mientras tanto, Sánchez, según fuentes próximas al secretario general de los socialistas, centra su agenda de esta semana en una cita con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, con el que negocia el apoyo a Ángel Gabilondo frente a Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. Con Iglesias volverá a hablar previsiblemente por teléfono, aunque ambos se habían emplazado a verse en su última conversación. En todo caso, las dos fuerzas quieren guardar discreción sobre esa reunión.
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