La infanta Cristina
se sentará en el banquillo de los acusados el primer día del juicio del
caso Nóos. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, encargada de juzgar la trama, ha rechazado su petición de resolver
si se le puede aplicar la doctrina Botín antes de la celebración de la vista. La jurisprudencia impide juzgar a alguien si únicamente le acusa quien ejerce la acción popular —en este caso, el pseudo sindicato Manos Limpias— y no la Fiscalía o el perjudicado por el delito cometido. Con esta petición, la hermana del Rey intentaba evitar el banquillo, pero la respuesta del tribunal ratifica que la Infanta —imputada por dos supuestos delitos fiscales, como cooperadora necesaria— sí deberá estar presente en la vista.
En una providencia de apenas 10 líneas, la Sección Primera ha comunicado este viernes que será durante la fase de cuestiones previas —es decir, al inicio del juicio— cuando se resuelvan las distintas peticiones formuladas hasta entonces por las partes, de modo que la Infanta deberá estar presente en la vista. La respuesta del tribunal ha llegado apenas un día después de que la defensa de la hermana del Rey presentara un escrito "reflexivo" de seis folios en el que insistía, de nuevo, en la inviabilidad de que Cristina de Borbón se sentara en el banquillo sin acusación pública y particular.
La recurrente apuesta de los abogados Miquel Roca, Jesús Silva y Jaume Riutord intenta —en aplicación de la doctrina Botín— liberar a la Infanta de tener que permanecer ante el tribunal durante toda la vista pública, con la única acusación de Manos Limpias, sin que la acusen la Agencia Tributaria, la Abogacía del Estado y la Fiscalía Anticorrupción.
La Audiencia de Palma señala, sin embargo, que en el mismo juicio, durante la apertura y con los 18 imputados en el banquillo, deberá plantearse cualquier cuestión preliminar. Los argumentos de las partes suelen centrase en una posible impugnación global de la causa, por eventuales errores en la obtención de las pruebas, vulneración de derechos o, como en el caso de la Infanta, por una supuesta falta de legitimidad de las acusaciones.
Los letrados de la Infanta consideran que el tribunal de la Sección Primera, que preside Juan Pedro Yllanes, debería resolver la discrepancia en la vistilla previa de ordenación del juicio que prevén convocar los magistrados, lo que evitaría que la Infanta se siente en el banquillo ni siquiera cuando se planteen las cuestiones previas. Pero en la providencia dictada esta mañana se informa a las partes de que está prevista "la celebración de vistas previas al inicio del juicio oral para remover cuantos obstáculos se adviertan concernidos a la prueba solicitada por las partes".
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