2 de junio de 2015
La Monarquía se acerca al aprobado con Felipe VI
el pais - NATALIA JUNQUERA Madrid 2 JUN 2015 - 11:17 CEST
Un año después de que el rey Juan Carlos comunicara en un mensaje televisado su decisión de abdicar, la Corona ha aumentado su nivel de popularidad. Los barómetros del CIS —de abril de 2014 a abril de 2015— muestran una subida de 0,62 puntos, pero la nota que los españoles ponen a la institución que ahora representa Felipe VI sigue siendo un suspenso: 4,34. Un 21,7% le dio un 0 y un 5,1% un 10.
La Monarquía ha subido en un año un puesto —del sexto al quinto— en valoración ciudadana, por detrás de la Guardia Civil, la Policía, las Fuerzas Armadas —las tres únicas instituciones que aprueban— y los medios de comunicación (4,57). La Corona se sitúa por delante del Defensor del Pueblo, la Iglesia, el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, y a mucha distancia de las peor valoradas: el Gobierno y los partidos, con un 2,77 y un 2,33, respectivamente. Uninforme de Metroscopia para EL PAÍS el pasado febrero situaba a Felipe VI por delante de los líderes políticos, con un 71% de aprobación frente al 49% de Albert Rivera, el 34% de Pablo Iglesias, el 31% de Pedro Sánchez y el 23% de Mariano Rajoy.
Cuando, en 1994 el CIS empezó a preguntar periódicamente a los ciudadanos sobre el grado de confianza que les inspiraban las instituciones, la Corona era la mejor valorada y los españoles le ponían un notable —7,48 en 1995—. En 2004, un 51,7% aseguraba tener mucha o bastante confianza en la Monarquía. En octubre de 2011, en pleno estallido del caso Nóos —Iñaki Urdangarin fue imputado en diciembre de ese año— llegó el primer suspenso: un 4,89, medio punto más del que Felipe VI tiene ahora. La Monarquía ha subido en popularidad este año, pero todavía está lejos de recuperar los niveles previos al escándalo que ahora afecta a la hermana y al cuñado del Rey.
Consciente de que el caso Nóos es lo que más daño ha hecho a la institución, don Felipe ha tomado algunas decisiones para tratar de lanzar el mensaje de que no se repetirán los errores del pasado. Así, ha prohibido que miembros de la familia real trabajen en actividades privadas, reciban regalos caros o acepten favores.
La Zarzuela está muy pendiente de lo que los ciudadanos piensan sobre la familia real, y especialmente, de lo que dicen sobre ellos. La Casa del Rey invirtió 62.133 euros el año pasado en un contrato con una consultora especializada en relaciones públicas y nuevas tecnologías para que analice todos los comentarios sobre la Corona en blogs, webs y redes sociales.
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