Podemos se enfrenta de nuevo al debate sobre pluralismo interno

Los criterios de convergencia se perfilan en el partido como futura manzana de la discordia

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EL PAIS - FRANCESCO MANETTO Madrid 11 JUN 2015 - 14:10 CEST

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Pablo Iglesias, en una imagen de archivo. / CLAUDIO ALVAREZ

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Podemos se enfrenta de nuevo a un debate que ha sobrevolado todos los procesos orgánicos desde el nacimiento de la formación: el pluralismo interno y la toma de decisiones.  El partido encabezado por Pablo Iglesias cuenta con numerosos cauces de participación, pero un sector quiso alentar una reflexión difundiendo públicamente un manifiesto para reclamar mayor "apertura al exterior" con vistas a las elecciones generales del próximo otoño y plantear "una candidatura constituyente".

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El plan de Abriendo Podemos -así se llama la iniciativa- defiende que esta apertura "debe tener consecuencias también en el modo" en que la formación concurra a esos comicios, sobre todo tras el éxito de listas de unidad como la de Manuela Carmena en Madrid o Ada Colau en Barcelona. Esta estrategia choca con la hoja de ruta de la dirección, que quiere que Podemos sea "el paraguas" de las fuerzas que se quieran unir a su proyecto y descarta con rotunidad, de momento, que en la papeleta electoral figuren otras siglas y logotipos.

Salvando las distancias, un debate muy parecido acabó sumiendo en una durísima crisis interna la federación madrileña de Izquierda Unida. Pero los firmantes de Abriendo Podemos vinculan su planteamiento a una lógica heredera del 15-M, la de "democracia real". "La reiteración de términos como confluencia, unidad, etc., solo dan cuenta de un aspecto parcial de lo que está en juego y remiten a lógicas partitocráticas. Pero desde el 15-M la lógica que debe prevalecer es la democrática. Es a la ciudadanía a la que hay que convocar, y ante la que debemos responder", afirman. En cualquier caso, el debate sobre unidad popular puede convertirse en la futura manzana de la discordia de Podemos, puesto que los planes de la cúpula no gustan a algunos sectores de las bases, que, en sus aspiraciones, acaban coincidiendo con las de Izquierda Unida.

¿Qué alcance tendrá este manifiesto? La repercusión que ha obtenido se debe a que entre sus 23 firmantes, cargos y diputados autonómicos de Podemos, se encuentra Pablo Echenique, líder del partido en Aragón y candidato a la Presidencia de la comunidad. El exeurodiputado cree que el texto es "muy razonable", "nada revolucionario". Aun así, Echenique no ha redactado el documento. Se lo comentó Francisco Jurado, colaborador del grupo parlamentario en Andalucía, y acabó apoyándolo. A pesar de eso, hoy ha asegurado que "Podemos ha de acudir a las elecciones generales con su propio nombre". 

Las críticas a la deriva hacia "un partido más" coinciden también con las reflexiones del propio Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos escribió el pasado 25 de mayo: "Debemos tomar nota también de la importancia de los liderazgos y los estilos que sirven para ir más allá de una identidad de partido. Podemos no puede ser en las generales un partido más sino un instrumento abierto a la participación y al protagonismo de todos aquellos que apuesten por el cambio".

En cualquier caso, Abriendo Podemos retoma un debate muy vivo en Podemos desde la asamblea fundacional, y con el que siempre se ha sentido identificado Pablo Echenique. "Para la participación, los círculos pueden recuperar su papel de espacios de debate y de decisión política presenciales que contrastan con otros tipos de comunicación menos interactivos y colectivos", señala el documento. Y va más allá: "Los círculos, sin embargo, no lo son todo: otras formas de participación mucho más amplias han de desarrollarse también, como asambleas populares, consultas presenciales, comunicación en (la) Red".