¿Alguien se imagina a un gobernante alemán, francés o británico entregando un galardón a una persona vestida con un uniforme del ejercito nazi?. Esta es la pregunta que ha hecho en el hemiciclo el diputado de
CiU, Jordi Xuclá, al ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz. Una situación equiparable, a juicio de CiU y todos los grupos políticos a excepción del PP, se produjo el pasado 11 de mayo cuando la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los
Llanos de Luna,entregó un galardón a la Hermandad de Combatientes de la División Azul que combatieron con los nazis y contra los aliados durante la segunda guerra mundial. “Hay una banalización del nazismo insoportable”, ha proclamado Xuclá que, además, ha pedido la destitución de la delegada por participar en ese acto de exaltación del nazismo que asesinó a más de seis millones de seres humanos, la mayoría judíos, pero también gitanos, comunistas y enfermos.
La reacción del ministro ha sido la de restar importancia a lo sucedido, afirmar que durante el mandato de gobiernos socialistas también se han producido hechos similares y situar ese acto en un contexto de “reconciliación nacional”. Además, homenajes de estas características “se han celebrado en muchas ocasiones por lo que CiU debería pedir la dimisión de todos los delegados del Gobierno en Cataluña”. No le han servido a Xuclá estas alusiones al pasado que ciertamente son ciertas y cada vez que se ha conocido la presencia en actos oficiales de la División Azul ha habido quejas. Ocurrió el 12 de octubre de 2004 y se pidieron explicaciones desde la oposición al gobierno socialista. “Algunos abogan por la reconciliación y otros por la división y la discordia”, ha replicado el ministro.
NOTA DEL BLOG: La División Azul fue una desviación y matanza de inocentes muy bien calculada por el régimen anterior de una juventud idealista y bien intencionada. Hubiera sido peor que venciera el Nazismo a que venciera el Comunismo. Se debería haber combatido al Nazismo desde el principio -sin mudanza de política como Serrano Suñer abanderó, conspícuo miembro de la ACNP- y después con la doble victoria sobre el Comunismo y el Nazismo, exigir en Yalta, con todas las de la ley, que no se entregase nada al Comunismo como traicioneramente los Aliados entregaron media Europa al Comunismo. La después República Federal Alemana indennizó a los combatientes, o en su defecto a sus herederos, allá por la década de los sesenta. No Confundamos la gimnasia con la magnesia. Participamos, eso sí, del temor de una vuelta del nazismo, de vez en cuando se oyen el redoblar de tambores en esa linea.
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