N O V E D A D E S
CONTRA-REVOLUCIONARIAS
viernes, 4 de octubre de 2019
VENECIA – 05/10/2019
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Así pues, esa nota de melancolía se nota hasta en su propia salida al mar. Una forma de tristeza pende en los alrededores de la ciudad, por la melancólica consideración de cuán insuficientes son las cosas humanas, incluso cuando son magníficas. No es precisamente el paraíso, pero es extremadamente armoniosa.
De tal manera, la tierra es un lugar de exilio, que un viejo deseo del hombre es realizar su felicidad fuera de la tierra, en el aire o en el agua. En Venecia, el hombre se imagina a sí mismo viviendo en el agua, lo que le da la impresión de una ciudad paradisíaca.
Todos disfrutamos de un hermoso hotel. Pero si él es un transatlántico, lo apreciamos aún más porque estamos en el agua. Un avión es atractivo porque está en el aire, pero sería más ameno volar en esos globos aerostáticos inventados por los hermanos Montgolfier, con su canasta al aire libre.
Venecia es la ciudad de la resignación bien dotada de bienestar, opulencia e incluso poder. Se sabe que no lo tiene todo, porque la perfección es inalcanzable durante esta vida terrena. En esto hay una lección sobre el equilibrio humano con relación a lo sobrenatural. Es una posición equilibrada ante la vida y el dolor, pero también ante la vida y el placer. Nos enseña que hay algo aún más alto, a lo que debemos mirar con nostalgia y esperanza.
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