miércoles, 9 de octubre de 2019
INTENTO – 10/10/2019
Ecuador, con el pretexto de la subida de los combustibles, sufre una oleada de agitación política y social, que ha obligado al presidente Moreno a trasladar la sede gubernamental de Quito a Guayaquil, la segunda ciudad del país. Una huida tan sorprendente como las protestas, disturbios, saqueos y asaltos a comercios y entidades públicas como la Asamblea Nacional. Un grupo de unos 10.000 manifestantes logró romper el cerco de seguridad en la entrada principal del edificio. Un par de horas después, las fuerzas de seguridad con el uso de la fuerza y gases lacrimógenos desalojaron a los manifestantes que se habían atrincherado retomando el control de la institución parlamentaria y establecieron un perímetro de seguridad a su alrededor. El presidente ha decretado un toque de queda nocturno en las proximidades de las entidades públicas e instalaciones estratégicas.
Entre los ataques realizados por personas ajenas a los organizadores oficiales de las protestas la más sorprendente tuvo lugar la noche del lunes, cuando un numeroso grupo de encapuchados tomó a la fuerza la sede encargada de investigar los muchos casos de corrupción ocurridos durante los 10 años de presidencia de Rafael Correa. El líder izquierdista permanece huido en Bélgica, alejado de las acusaciones de corrupción que han llevado a la cárcel a varios de sus colaboradores más cercanos.
En su alocución televisiva desde Guayaquil el presidente, rodeado de la cúpula militar, denunció que lo que ha sucedido estos días no es una manifestación social de descontento frente a una decisión de Gobierno. Los saqueos, el vandalismo y la violencia demuestran que aquí hay una intención política organizada para desestabilizar el Gobierno y romper el orden democrático. Individuos externos pagados y organizados son parte del intento de golpe de Estado orquestado durante el viaje a Caracas de su predecesor. El sátrapa Maduro ha activado junto con Correa un plan de subversión, pues los corruptos se están sintiendo cercados por los pasos de la justicia. Están valiéndose de algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización para saquear y destruir todo lo que pueden. Con los recursos que robaron ahora están financiando la revuelta, son ellos los que no quieren las instituciones democráticas.
Los líderes de la Confederación de Indígenas no dudaron en culpar de los disturbios a los secuaces del propio Correa y anunciaron su desvinculación de la plataforma golpista que reclama nuevas elecciones de forma urgente, antes de que los tribunales actúen contra su líder.
https://www.elmundo.es/internacional/2019/10/08/5d9cd77cfdddffa4378b456f.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario