Se apaga la «voz desconocida» del joven Felipe de Borbón
Día 20/10/2014 - 13.08h
En 1981, el actual Rey realizaba su primer discurso público en los premios Príncipe de Asturias. Este viernes se celebran los últimos con este nombre, que el año que viene ya serán en honor a Doña Leonor
Llovía la mañana del 3 de octubre de 1981 en Oviedo. El Príncipe Don Felipe estaba serio, sobrio, solemne, ocupando su sitio en el Teatro Campoamor. Estaba a punto de asumir una responsabilidad que, quizá, no era la propia para un chico de su edad. «No llegué a entender del todo su significado, pues yo era entonces un niño de trece años», confesó recientemente el ahora Rey de España, sobre el discurso que aquel día le dedicó José Hierro, pocos meses después del golpe de Estado de Tejero: «Tal vez un día comprenderéis –dijo el poeta al futuro monarca– la importancia que para España ha tenido esta actitud de Vuestro Augusto padre, que no ha permitido avanzar un paso más hacia la tiranía. Ha ido hacia la tolerancia, ha ido hacia la democracia, que consiste en que don Santiago Carrillo pueda decir lo que antes no podía, y don Blas Piñar pueda seguir diciendo lo mismo que decía».
Don Felipe pronunciaba aquel 3 de octubre su primer discurso por decisión de su padre, el Rey Don Juan Carlos. Fueron solo 22 líneas. Su voz era insegura, algo mecánica, cuidadosa para no cometer errores en la lectura –no pudo evitar uno, al pronunciar la palabra «rectificación»–. Los nervios eran evidentes, como es normal. Sus manos agarraban fuerte los folios. A sus ojos les costaba despegarse del papel. «He querido que las primeras palabras en público que pronuncio en mi vida tengan precisamente como marco este Principado de Asturias, cuyo título con tanto honor ostento», comenzaba.
Desde entonces han pasado 33 años. Más de tres décadas con la denominación de «Premios Príncipe de Asturias» que, este viernes, celebrarán su última edición con este nombre para, el año que viene, hará honor a la nueva Princesa de Asturias. Don Felipe tenía 13 años, y todo el mundo estaba expectante por escuchar «la voz desconocida» del Príncipe, como la calificó en ABC la periodista Pilar Urbano. Doña Leonor ha cumplido ocho y no parece que ese momento se vaya a producir en esta edición, según ha insinuado la Zarzuela, alegando su juventud. Aunque tampoco parece que vayamos a tener que esperar mucho, si tenemos en cuenta la edad de Don Felipe de Borbón en 1981.
Ambos, sin embargo, asumieron la representación de los premios en momentos de profundo cambio para España: el primero, de consolidación democrática tras la intentona golpista y, la segunda, en el camino de salida hacia la salida de la crisis. Con toda España, antes y ahora, mirando la luz al final del túnel. «Gracias a todos los que habéis acudido aquí para realzar esta ceremonia, que contiene una gran esperanza de futuro», declaró el Príncipe.
La España de 1981
Efectivamente, cuando Don Felipe pronunció aquel primer discurso público, España vivía tiempos revueltos. Adolfo Suárez acababa de dimitir como presidente del Gobierno, se había promulgado poco antes el estatuto de Autonomía de Galicia y estaba a punto de votarse el de Andalucía, se habían producido las primeras víctimas del aceite de colza, se había aprobado la Ley del Divorcio y fijado el sueldo mínimo en 854 pesetas y, sobre todo, el país acababa de verse sacudido por la intentona golpista del 23-F.
De ahí las palabras de José Hierro para el joven Don Felipe: «Dije que no estoy en disposición de dar consejos. Excepto éste, que no considero excesivamente impertinente. Este aire de libertad que respiramos, el que nos permitirá continuar adelante en la tarea de lograr esa España que anhelamos, tiene una fecha: 24 de febrero. Es decir: Vuestra Alteza no tiene que prestar atención a mis palabras, sino que le basta con mirar alrededor. Señor: si el presente no empezase el 24 de febrero, sino que se llamase tarde del 23 de febrero, no estaríamos aquí».
Una prueba que España vivía aún el proceso de recuperación, se encuentra en los comentarios de algunos asistentes recogidos por Pilar Urbano, tras las referencias del poeta a Santiago Carrillo y Blas Piñar: «Políticamente innecesario», «¡había que decirlo!» o «estuvo fuera de lugar y de momento».
Una hermosa realidad
El Príncipe Felipe, que asistió en 2013 a la última ceremonia del los premios que lleven su título, recordaba en junio aquellas palabras del poeta: «Admira comprender con qué claridad y con qué rigor José Hierro había entendido, entonces ya, el significado de lo que nuestra institución quería llegar a ser».
La Infanta Leonor es aún joven para entender hacia donde debería ir la institución que ella representará en el futuro. Es una niña, al igual que Don Felipe en 1981, y solo ha participado en dos actos oficiales. Si al próximo año asiste al de los Premios Princesa de Asturias, serán los más importantes para ella, por lo que significa representar a los galardones más prestigiosos de España. Pero, como repite el Rey de España cuando se le mencionan estos temas: «Ya tendrá tiempo».
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