20 de mayo de 2019

GENAZZANO

domingo, 19 de mayo de 2019


GENAZZANO – 20/05/2019

En la imagen de Nuestra Señora del Buen Consejo de la localidad italiana de Genazzano destaca la intimidad con su Hijo. Lo que más conmueve en primer lugar no es tanto la santidad de Ella, sino la compasión con que esa santidad virginal y regia mira a quien no es santo, atendiendo con pena, con deseo de ayudar, con una misericordia cuyo tamaño es el de las otras cualidades, o sea inagotable, pacientísima, clementísima. Dispuesta a sustentar en cualquier momento de un modo inimaginable, sin tener nunca un suspiro de cansancio, de extenuación, de impaciencia. Siempre dispuesta, no sólo a repetirse a sí misma, sino a superase a sí misma. De manera que hecha tal misericordia y no correspondida, viene una misericordia aún mayor. Nuestros abismos nos van llevando a las peores profundidades y cuanto más huimos de Ella, más sus gracias se iluminan y se prolongan hacia nosotros. Mirando esa imagen de la Virgen se puede tener un conocimiento como que personal de esa misericordia insondable, de esa bondad que envuelve totalmente, de modo que, incluso si uno quisiese huir o renegar, Ella nos cogería de todos modos y diría: hijo mío vuelve de nuevo.

Cuando uno entiende la profundidad de esa misericordia puede quedarse tranquilo para toda la vida. Porque sea como sea y lo que sea, una vez que nosotros los hombres estamos envueltos por esa misericordia podemos descansar, porque en el fondo, cualquiera que recurra a Ella, que no sea brutalmente insensible, Ella acaba arreglando la situación, ayudando. Y téngase en cuenta que una de las cosas que más encantan es que eso no es un privilegio para uno sino es su actitud hacia todos los hombres, hacia cualquiera que va por la calle. Es decir, todos los hombres que existieron, existen y existirán. Para todos los pecadores que están llenando las calles, las avenidas, los autobuses, los automóviles. Para todos es exactamente así. Ellos son los que la rechazan, pero Ella es así. La Señora de todos los Pueblos tiene un amor tiernísimo incluso por los pecadores.

Da pena ver a personas nerviosas, con problemas, pues uno no puede comunicarles aquella mirada de la Señora. No se sabe expresar lo que eso es. Es la misericordia insaciable, multiplicada, solícita, bondadosa, que toma nuestra dimensión, que se hace hasta menor que nosotros para auxiliarnos, por pena de nosotros.

EXTRACTOS ADAPTADOS DE COMENTARIOS DEL PROF. PLINIO CORREA DE OLIVEIRA AUTORIA DE NACHO ALDAY SIN REVISION DEL AUTOR.

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