PERISCOPIO
Blog Contra-Revolucionario
domingo, 20 de enero de 2019
REJONEO – 21/01/2019
Observando esta imagen, la primera impresión que se tiene es del riesgo en la marcha del caballo y jinete ante el peligro. Hay un gusto, una especie de alegría y euforia, en la persona que se lanza dentro del riesgo.
Se tiene la impresión de que el riesgo produce psicológicamente, en el caballo y en el caballero, una bocanada de aire fresco y agradable. Cabalgar dentro del riesgo y del imprevisto, improvisando las reacciones necesarias, ora avanzando, ora retrocediendo, y tomando diversas actitudes de acuerdo con ciertas reglas marcadas, es en lo que consiste la belleza del rejoneo, que es una corrida de toros a caballo. En esas circunstancias el caballo debe correr espléndidamente y avanzar con paso elegante y audaz. Merecía llamarse relámpago o bandolero.
El animal actúa por instinto, pero se diría que ese caballo tiene una noción raciocinada de lo que está ocurriendo, y le parece una verdadera belleza lanzarse al frente y raspar el peligro. Se tiene la impresión del bienestar del caballo en el momento en que el toro avanza contra él. Roza el peligro, pero sale con elegancia, como si dijese: toro, no eres más que un toro, yo soy superior, soy un caballo, soy elegancia, fuerza y garbo. Tu eres masa bruta, eres mera fuerza. Y por causa de eso yo puedo rozarme en ti, puedo hasta permitir que tu cuerno me arañe para tener la alegría de pasar ante el peligro saliendo victorioso. Tu eres sólo una almohada en la que se clavan las banderillas.
Reacciones así recuerdan las reacciones del espíritu humano. Colocados ante el peligro en varias circunstancias de la vida, algunos hombres tienen actitudes como esas. No es sólo en el peligro de muerte, sino también en el peligro que se corre en una argumentación, en una jugada política o en una maniobra arriesgada. Hay hombres que reaccionan así.
Agrada ver en el toro su fuerza, pero él sólo tiene la fuerza bruta, no tiene expresión, no tiene nada de "humano" en su actitud. En el caballo hay algo que recuerda las reacciones humanas y por sus actitudes parece trascender de la mera condición de bicho, entrando un poco en el reino de los hombres.
Excertos de comentarios del Prof. Plinio Corrêa de Olivieira sin revisión del autor. Cfr. Catolicismo nº 815 novembro de 2018.
https://catolicismo.com.br/ Acervo/Num/0815/P52.html#. XEYYbndFycw
https://catolicismo.com.br/
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