El Rey: “Italia, Portugal y España se juegan su futuro en la innovación”
Felipe VI acude a Roma junto a su padre para participar en un simposio de la fundación Cotec
el pais - PABLO ORDAZ Roma 28 OCT 2015 - 20:17 CET
El Rey Felipe VI, junto a los presidentes de Italia y Portugal en Roma, el 28 de octubre de 2015. / JUANJO MARTÍN (EFE)
El rey Felipe VI ha dicho este miércoles en Roma que Italia, Portugal y España, los países que participan en la fundación Cotec, se juegan “su futuro y el de las generaciones venideras” en su capacidad de innovar, y ha pedido un esfuerzo para que las respectivas sociedades asimilen “la innovación como un atributo propio”. Por primera vez desde que llegó al trono, Felipe VI ha estado acompañado en un viaje oficial por el rey Juan Carlos, quien hace una década desempeñó un papel relevante en la creación de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica.
“En España, Italia y Portugal”, ha asegurado don Felipe, “disponemos de talento y capacidades tecnológicas de primer nivel: personas, equipos, instituciones, empresas… Pero no hemos logrado dar plenamente el salto de escala de los individual –y muchas veces puntual y extraordinario--, a lo colectivo –y más normalizado y generalizado”. El Rey ha apostado por que los tres países sean capaces de liderar “un modelo de innovación humanista más social y abierto”, en línea con el estilo vida propio del sur de Europa. “Si fuimos líderes científicos y tecnológicos en el pasado”, ha advertido, “podemos naturalmente volver a serlo”.
Además del rey de España, en el X Simposio Cotec Europa también han intervenido los presidentes de Italia, Sergio Mattarella, y de Portugal, Anibal Cavaco Silva, quienes han agradecido durante sus intervenciones la presencia del rey Juan Carlos en el acto. Mattarella ha pedido que la innovación se ponga al servicio de la lucha contra la desigualdad, y ha animado a los respectivos gobiernos a invertir más en investigación “ahora que estamos dejando la crisis a nuestras espaldas”. Por su parte, Cavaco Silva ha advertido sobre la importancia de que la UE aproveche la actual "oportunidad única" de recuperar su competitividad con una política industrial común "abierta y coherente", que supere los "nacionalismos económicos" y "proteccionismos disimulados", ya que, en caso contrario, las expectativas de reindustrialización estarían abocadas al fracaso.
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