Loïc Caballero es uno de esos afortunados que se sacan la oposición a la primera. En 2006 se convirtió en profesor de Secundaria de Filosofía en la Comunidad de Madrid. El año pasado, por primera vez, se quedó sin destino en la asignación provisional de plazas para no interinos (a los que se denomina “provisionales” o “en expectativa de destino”, hasta que consiguen uno definitivo en el concurso de traslados), al igual que otros 1.300 compañeros. Los directores de institutos y sindicatos
lo achacaron entonces a los recortes educativos. Este año la situación se repite. El pasado 25 de julio se publicaron
las listas provisionales de no interinos y hay más de un millar, de los 4.000 que están en situación, que no saben dónde darán clase a poco más de un mes del inicio del curso.
La
Asociación de Directores de Institutos de Madrid (Adimad) lamenta que de nuevo se repitan los fallos del año pasado, poco después de advertir del
recorte de al menos 600 profesores, según los cupos que han recibido los centros este mes. “Esto ocurrió por el primer gran recorte de profesores, en el que ahora se profundiza”, señala su presidente, José Antonio Martínez. “Que sobren funcionarios de carrera, de la plantilla de la consejería digamos, demuestra que se han pasado de frenada”. Hasta el año pasado estas listas de “no asignados” no existían, asegura Martínez y confirma después Francisco García, secretario de Enseñanza CC OO Madrid, porque todos los profesores con oposición e incluso muchos interinos ya conocían en julio a qué instituto debían incorporarse.
Una profesora de Servicios a la Comunidad –especialistas que imparten asignaturas en ciclos formativos como Integración Social, aparte de que también forman parte de los equipos de orientación de los centros- explica qué supone el retraso en la asignación de centros: “El año pasado algunos llegamos con el curso ya empezado, sin tiempo ni siquiera de conocer el instituto ni a los compañeros”. Prefiere no dar su nombre, por miedo a represalias por parte de la Consejería de Educación. Ya ha habido
sanciones por participar en protestas.
Loïc Caballero reconoce sentir que cuenta con el paraguas de estar afiliado a UGT antes de mostrar su preocupación por el deterioro que, a su juicio, está sufriendo el sistema público madrileño con estos recortes. Desde CC OO Enseñanza Madrid, Francisco García, lejos de apreciar que las movilizaciones ante esta situación van en declive, recuerda que se han extendido a otros sectores: “Ya no es solo la educación madrileña, sino la de todo el país, más los trabajadores de la sanidad, los bomberos, los policías, los de administración… No nos vamos a resignar, sino que uniremos fuerzas”.
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