13 de agosto de 2012

Latinoamérica comienza a sentir los primeros efectos de la crisis española


Latinoamérica comienza a sentir los primeros efectos de la crisis española

Las remesas de inmigrantes se contraen y las exportaciones se estancan

La vida económica de Latinoamérica no depende de España. Sus exportaciones hacia este país continúan creciendo, pero a menor ritmo. La inversión española sigue llegando en busca de mejores rentabilidades. Pero las remesas de inmigrantes cruzan menos el Atlántico y la crisis de España agrava la del euro, por lo que los latinoamericanos comienzan a mirar con más atención lo que sucede en la otra costa.
Lo cuatro canales de potencial contagio de la recesión española sobre Latinoamérica son, según un director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Juan Alberto Fuentes, el comercio, las remesas, la inversión directa y el financiamiento. Las exportaciones de la región hacia España comenzaron a estancarse desde diciembre pasado, después de crecer a buen ritmo en los años previos, pero igualmente siguen siendo levemente superiores a las de 2011, según Fuentes.
De todos modos, España no es un destino importante de las ventas externas de las grandes economías de Latinoamérica. Solo sobresale como compradora del 3,5% de las exportaciones peruanas, del 2,9% de las argentinas y del 1,9% de las chilenas.
En cambio, las remesas desde España suponen el 1,5% del PIB de Ecuador y el 0,4% del de Colombia. Precisamente, los giros de dinero de inmigrantes ecuatorianos cayeron en el primer trimestre un 24,4% y los de colombianos, un 14,3%.

Recursos locales

La financiación de España hacia Latinoamérica no ha sufrido cambios relevantes, según Fuentes, porque las filiales de los bancos de este país se financian en un 95% con recursos locales. Por último, la inversión de las empresas españolas hasta el año pasado se mantenía firme y, aunque de 2012 aún no hay cifras, “tampoco existe una evidencia sobre una reducción fuerte, e incluso hay quienes argumentan que Latinoamérica se torna más atractiva por la crisis en su país de origen”, añade Fuentes. BBVA y Santander han vendido algunos activos para reforzar su capital, mientras que Repsol se ha visto obligado a desinvertir en Argentina por la nacionalización de YPF.
“El impacto de la crisis de España y la de la eurozona en general no ha sido muy marcado en Latinoamérica”, observa José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Columbia. “Cada vez que España e Italia tienen problemas de acceso a los mercados, suben las primas de riesgo de los países latinoamericanos, pero temporalmente, después vuelven a bajar”, añade. El excandidato a presidir el Banco Mundial opina que lo más probable es que España siga buscando “soluciones parciales” a su crisis, como un segundo rescate, lo que conllevaría más recesión europea y lento crecimiento de la economía mundial. Latinoamérica también se expandiría de manera moderada, siempre y cuando China, compradora de sus materias primas, compense el efecto negativo de sus menores exportaciones a Europa.
Oscar Ugarteche, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, cree que la crisis de España tendrá un impacto positivo: “Conforme la situación española se deteriore, gente con dinero, fondos de inversión o de pensiones van a buscar refugio en Latinoamérica, invertirán en monedas, en bienes raíces y en el mercado de valores”. Pero este fenómeno entraña sus riesgos, según Ugarteche: “Hay burbujas en proceso de formación. Si se inflan más, nos coloca en una situación delicada porque el día en que se vayan esos capitales, tronamos”.

Rentabilidad

Este economista peruano considera que las filiales de las compañías españolas están financiando a sus casas matrices, pero sin dejar de invertir en Latinoamérica porque “aquí está la rentabilidad”. Más que la recesión española, a Ugarteche le inquieta el efecto sobre la financiación que acarrearía un problema bancario británico por la manipulación de la tasa líbor.
A Luiz Carlos Bresser Pereira, exministro de Hacienda de Brasil, le preocupa sobre todo la crisis de la eurozona en su conjunto, que “pesa sobre la economía mundial como una espada de Damocles”. Eso provoca miedo de los inversores en todas partes, incluso en Latinoamérica, según Bresser. La Bolsa de São Paulo, la más fuerte de la región, fluctúa al compás de la crisis del euro, “ahora de la de España porque está en el ojo del huracán, pero antes caía por Grecia”.

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