12 de mayo de 2017
El funeral por la Infanta Alicia reúne a la familia del Rey, incluida Doña Cristina
Al llegar a la capilla, Don Juan Carlos y Doña Sofía se inclinaron ante el altar y se acercaron a saludar a su hija menor
El Rey ha reunido este jueves a su familia más próxima, incluida su hermana Doña Cristina, en el funeral oficiado en la capilla del Palacio Real en memoria de la Infanta Doña Alicia, que falleció el pasado 28 de marzo a los 99 años de edad. Era la primera vez que Doña Cristina asistía a un acto público junto a su hermano después de que se conociera, el 17 de febrero, la sentencia del caso Nòos, que condenó a su marido, Iñaki Urdangarín, a seis años y tres meses de cárcel.
La última vez que el Rey y la Infanta coincidieron en público fue hace año y medio en el Monasterio de El Escorial, donde se instaló la capilla ardiente del Infante Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias, hijo de la Infanta Doña Alicia.
Doña Cristina llegó a la capilla junto a su hermana Doña Elena, ambas vestidas con trajes de chaqueta y pantalón del color negro, y se sentaron en la primera fila de sillas del lado del Evangelio, donde ya aguardaba la Infanta Doña Margarita y a la que después se sumó la Infanta Doña Pilar.
En el lado de la Epístola aguardaba la familia de la Infanta Doña Alicia, entre ellos sus hijas, Teresa de Borbón-Dos Sicilias, con su marido, el marqués de Laserna, e Inés, y Doña Ana de Francia, viuda del Infante Don Carlos, y sus cinco hijos: Pedro, Duque de Calabria, con su esposa, Sofía Landaluce; Cristina, Paloma, Inés y Victoria. A la ceremonia también asistieron el ministro Íñigo Méndez de Vigo, en representación del Gobierno, acompañado por su esposa; el Duque de Híjar, en representación de la Diputación de la Grandeza, y el duque de Alba.
Minutos después llegaron Don Juan Carlos y Doña Sofía, seguidos de Don Felipe y Doña Letizia. Los dos Reyes lucían el Toisón de Oro en la solapa de la chaqueta. El arzobispo castrense, Juan del Río, esperó en la entrada del templo a los cuatro Reyes, a quienes ofreció la cruz y el hisopo. Don Juan Carlos, Doña Sofía y Don Felipe besaron la cruz y se santiguaron con el agua bendita antes de pasar al templo.
Una vez dentro, Don Juan Carlos y Doña Sofía se inclinaron ante el altar y se fueron directamente a saludar a las Infantas, empezando por Doña Cristina, a la que besaron con mucho cariño paternal. Después, los padres del Rey se colocaron en los dos sillones, situados en un lugar destacado, desde el que siguieron la ceremonia.
Cuando todos los asistentes ocupaban sus sitios, entraron los Reyes, que se dirigieron directamente al sitial de honor bajo dosel real, situado a la derecha del altar, mientras el órgano interpretaba el Himno Nacional, sin opción de saludar a nadie.
Después, cuando terminó la ceremonia religiosa, Don Felipe y Doña Letizia se acercaron a saludar a la familia de Doña Alicia y, cuando concluyó el saludo, ofrecieron un vino español a los asistentes en el Salón de Columnas del Palacio Real.
A pesar de que el Palacio de La Zarzuela había convocado a la prensa habitual para que informara del funeral de la Infanta Doña Alicia, cuando los periodistas ya se encontraban allí fueron informados de que no se les permitiría acceder a la ceremonia, a diferencia de otros funerales oficiados en la capilla del Palacio Real, como los de los Condes de Barcelona, en los que sí se permitió el acceso de los informadores.
Fue precisamente, en el funeral oficiado con motivo del centenario del nacimiento de Don Juan de Borbón, en 2013, cuando la Infanta Doña Cristina asistió por última vez a un acto en el Palacio Real.
El funeral por la Infanta Doña Alicia fue oficiado por el arzobispo castrense, Juan del Río, auxiliado por el vicario general castrense, Pablo Ramón Panadero, y el capellán de la Casa de Su Majestad el Rey, Serafín Sedano.
Durante la ceremonia se interpretaron, además del Himno Nacional en dos ocasiones -a la entrada de los Reyes y durante la Consagración-, un réquiem y la Zarabanda de Haendel, entre otras piezas, a cargo del organista Pedro Alberto Sánchez, maestro de Capilla del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y el coro integrado por quince escolanos de la Escolanía del Real Monasterio.
Doña Alicia de Borbón-Parma, nacida princesa austriaca, recibió el título de Infanta de España por su matrimonio con el Infante Don Alfonso de Borbón-Dos Sicilias (1901-1964), hermano de Doña María de las Mercedes, Condesa de Barcelona, madre de Don Juan Carlos. Como Infanta de España, Doña Alicia tenía derecho a haber sido enterrada en el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial. No obstante, su expreso deseo fue que sus cenizas reposaran en Glashütten, cerca de Mönichkirchen, en la baja Austria.
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