EFE | LOGROÑO
La pequeña localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra acoge hoy, como cada Semana Santa desde el siglo XVI, el ancestral rito de los "picaos", en el que varios disciplinantes anónimos se flagelan para cumplir penitencia.
Justo hasta el inicio de estos actos no se conoce el número exacto de penitentes, ni su identidad, ni los íntimos motivos de cada uno para participar en este rito, según relata a Efe el portavoz de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, José Ramón Eguiluz.
Momento donde el picao se flagela con una "madeja" de cáñamo, de unos 80 centímetros de longitud y un peso inferior a un kilo, para infligirse casi un
Momento donde el picao se flagela con una "madeja" de cáñamo, de unos 80 centímetros de longitud y un peso inferior a un kilo, para infligirse casi un millar golpes en la espalda, durante la procesión del Vía Crucis celebrada en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja), el año pasado. EFE/Archivo