30 de abril de 2015
El crecimiento del PIB se acelera hasta el 0,9% en el primer trimestre de 2015
el pais - ALEJANDRO BOLAÑOS Madrid 30 ABR 2015 - 11:54 CEST
La economía española pisó otra vez el acelerador del crecimiento en el arranque de 2015 para lograr el avance más intenso desde finales de 2007, cuando la mayor crisis en más de medio siglo apenas despuntaba. Según ha anticipado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) —la confirmación oficial, en un mes—, el producto interior bruto (PIB) ha aumentado un 0,9% respecto al trimestre que cerraba 2014 y encadena así casi dos años en expansión, tras dos recesiones encadenadas en el lustro anterior.
Con este último acelerón (entre octubre y diciembre de 2014, el avance trimestral fue del 0,7%), la economía española crece ya a un ritmo anual del 2,6%, en la comparación con el inicio del año pasado. Este punto de partida, la inercia que se deriva del contraste con periodos de menor crecimiento y las buenas expectativas sobre la evolución hasta el verano —el indicador de confianza en la economía española escaló en abril al mejor registro en 14 años—, han llevado al Gobierno a revisar su proyección de crecimiento para 2015 del 2% al 2,9%, pronóstico oficial que refrendará también este jueves, al enviar su nuevo programa de estabilidad a la Comisión Europea.
La nueva previsión del Ejecutivo de Rajoy se coloca entre las más optimistas, por encima de lo que vaticinan ahora Bruselas (2,3%) y elFondo Monetario Internacional (2,5%), que también han revisado al alza sus estimaciones sobre la evolución de la economía española en 2015. El ejercicio pasado, el PIB español creció un 1,4%, tras cinco años en retroceso.
El INE no detalla todavía cuáles han sido los determinantes del crecimiento en el primer trimestre, pero datos parciales recogidos en otras estadísticas permiten avanzar que el consumo privado -apoyado en la notable mejora de las expectativas y de las condiciones financieras y en el descenso de los precios-, es el motor básico de la recuperación, como lo ha sido en el último año. Y eso, pese a que el empleo, corregidos los efectos estacionales -sin esa corrección, se destruyeron 114.000 empleos-, aumentó a nivel ritmo (0,4% trimestral) que al cierre de 2014 (0,8%).
En un análisis de esta semana, el servicio de estudios del BBVA destacaba también "la ralentización del crecimiento del comercio al por menor", pero incidía en "la evolución favorable de otros indicadores de gasto de los hogares como, por ejemplo, las matriculaciones de turismos". Para los expertos del banco, "el dinamismo del consumo privado en el primer trimestre no diferirá significativamente del registrado en el cuarto del 2014", cuando el avance trimestral del consumo privado (que supone más del 56% del PIB) fue del 0,9%.
A la sostenida pujanza del consumo privado se suman otros factores. Los primeros datos referidos a las cuentas de las Administraciones en 2015 evidencian un aumento del gasto corriente, que contrasta con el apreciable ajuste a finales del año pasado (-1%). Y el consumo público equivale al 20% del PIB. El repunte del gasto de las Administraciones en año electoral también se constató en las últimas cifras de empleo. En ellas, la rama de actividad que más puestos de trabajo aportó fue la de la construcción, lo que también apuntala la tendencia de una mayor aportación del ladrillo, tras una larga crisis.
En el sector exterior contratan el discreto comportamiento de las exportaciones de mercancías en los dos primeros meses del año, pese al viento a favor de la depreciación del euro, la rebaja de la factura energética, por el abaratamiento del petróleo, y las buenas cifras del turismo, con aumento de visitantes y del gasto de los turistas.
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