8 de noviembre de 2019

ELECCION

jueves, 7 de noviembre de 2019


ELECCIÓN – 08/11/2019

El domingo se celebran unas nuevas elecciones en España sobre las cuales se han producido muchos pronunciamientos, pero falta uno importante, precisamente el más importante de todos. Nos referimos al de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Los fieles somos de la Iglesia, pero quien la representa oficialmente es su legítima Jerarquía. Al haber apostatado y no tener ningún pastor relevante que oriente al rebaño fiel de Nuestro Señor Jesucristo no ha existido esa decisiva orientación.

En esta coyuntura, las personas de buena voluntad debemos preguntarnos cual sería la palabra de Dios al respecto. A primera vista algo difícil de conjeturar. En realidad, es mucho más fácil de lo que puede parecer. Basta tener un conocimiento elemental de la doctrina católica para saber a quién hay que elegir.

El único partido que aspira a representar la Contrarrevolución, la dignidad, el bien y la verdad es el partido VOX. Todos los demás son abiertamente revolucionarios, esto es, contra la ley de Dios y, por tanto, votarles es pecado mortal, lo cual quiere decir que cualquier persona que muera en ese estado, es decir sin antes haberse confesado o haber realizado un perfecto acto de contrición, va a parar eternamente a las llamas del infierno. El mismo que la Virgen en Fátima les mostró a los tres pastorcitos. Los necios podrán reírse, pero cuando mueran se terminarán para siempre sus sonrisas y será el llanto y crujir de dientes del que advirtió repetidamente el Señor.

Además, la violación del orden del universo establecido por el Creador no puede traer más que calamidades a los hombres ya en esta Tierra.

El argumento del voto útil no es legítimo ya que el fin no justifica los medios como tampoco parece válida la abstención por representar el pecado de omisión, a causa del cual tanta gente se condena.

En recta conciencia, dadas las circunstancias actuales, parece más una obligación que una simple opción votar al único partido al que es lícito hacerlo. Básicamente esto es lo que diría la sagrada Jerarquía de la Iglesia.

En la sociedad alfabetizada en que vivimos no cabe la excusa de que sectas como la bergogliana, la palmariana o la krisnariana opinan otra cosa. Efectivamente, el demonio y sus secuaces opinan muy diferente, pero escudarse en eso no hace más que agravar la ofensa a Dios que es quien nos va a juzgar, quizás antes de lo que imaginamos.

Pidamos a la Señora de todos los Pueblos que expulse los demonios de los aires en esta jornada en la que España se debate entre la luz y las tinieblas. 

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