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Novell defiende la Iglesia frente a las presiones políticas |
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Nacionalistas ensucian la fiesta de Solsona pitando al obispo Novell por no cederles los campanarios |
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Novell, con el alcalde y concejales, durante la pitada del domingo - Foto: Ramon Estany, NacioDigital.cat
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Una grosera pitada enturbió este domingo la Fiesta Mayor de Solsona (población de 9.000 habitantes con sede episcopal en la Cataluña interior) cuando nacionalistas radicales silbaron contra el obispo Xavier Novell en el momento en que lo saludaba el director de actos en la Plaza Mayor, acompañado de las autoridades municipales después de presidir la misa en la catedral.
La causa de la pitada es que el obispo Novell ha pedido a los párrocos que no cedan los campanarios para que repiquen el 11 de septiembre a las 17.14 como parte de un acto de reivindicación de política nacionalista. El obispo ha recordado a los párrocos que la Iglesia no debe participar en campañas políticas de temas que son opinables.
Hacer escarmiento con quien no ceda El nacionalismo catalán ha decidido acosar al obispo Novell por no ceder ante las presiones políticas independentistas.
¿Por qué contra Novell cuando él no es especialmente hostil al nacionalismo? Lo cierto es que ningún obispo catalán ha dado permiso a los párrocos para que cedan los campanarios a esta campaña política, y precisamente Novell es uno de los dos que han escrito sobre la Diada de Cataluña que se celebra el miércoles, mientras que los demás han obviado el tema.
Novell es natural de Solsona, cuando habla castellano lo hace con un fortísimo acento catalán, es un enamorado de las costumbres de su tierra (incluso se le criticó hace unos meses porque siendo obispo se disfrazó de "diable" en un acto folclórico típico del lugar) y desde luego no es un españolista entusiasta. Su carta dominical sobre la Diada, aunque era bastante equilibrada, recogía las citas de anteriores documentos episcopales catalanes sobre el "carácter nacional" de Cataluña.
Nada de esto ha bastado para evitar que los nacionalistas más radicales hayan decididohacer un escarmiento con él, acusándolo de "botifler" (algo así como "catalán enemigo de Cataluña"), simplemente porque no les cede los campanarios. El objetivo es claro: asustar a quien no colabore. "Si atacan así a alguien tan catalanísimo como el obispo Novell, ¿qué no me harán a mí?", pueden pensar muchos en Cataluña.
Nacionalistas muy agresivos "Es un botifler unionista; queremos y necesitamos obispos catalanes", escribe un comentarista en el portal independentista NacioDigital... pese a que es difícil encontrar un catalán más catalán que Novell.
"Se lo ha ganado a pulso [la pitada]. Calladito sirve mejor al país", escribe otro. "Este obispo no tiene perdón de Dios", añade otro. "Esto después del obispo Deig: ¡qué diferencia nacional y cristiana!", se indigna uno más.
"Obispo malo, lo que haces es un desprecio a los catalanes, no te lo perdonará ni Dios. Tendrás más pitadas, te lo mereces por ser tan malo con Cataluña y los catalanes", escribe otro comentarista en un catalán lleno de faltas.
"En el corazón de Cataluña no queremos botiflers, que se vayan a las Españas", se lee en otro comentario.
Una Iglesia "para Cataluña y nada más" Incluso hay comentarios con cierta eclesiología que recuerdan a la Iglesia patriótica china, controlada por el Partido Comunista, o a las iglesias nacionales luteranas de Escandinavia: "si la Iglesia que está en Cataluña usa los templos pagados por el pueblo y los ciudadanos catalanes y no quiere repicar las campanas, hagamos nuestra iglesia catalana lejos de la española, y por qué no, de la de Roma, como han hecho otros países europeos desde hace años. Queremos una iglesia para el pueblo catalán y la gente que vive en Cataluña y nada más", escribe un tal "Anton".
En Solsona no gustó la pitada Pero muchos de estos comentarios no son de Solsona, donde mucha gente ha visto muy mal la pitada.
"Con los bonitos bailes y música que tenemos, hemos tenido que protagonizar un triste espectáculo. Si mañana Solsona sale en los diarios o la radio no será por el supuesto afán de protagonismo del obispo, sino por la falta de diálogo, convivencia y respeto de nuestros conciudadanos. Si hoy queremos arreglar cosas con pitadas, ¿mañana será con bastonazos? Así no vamos bien. Construir un país con coacción no puede acabar bien. Obispo, traslado mis disculpas", lamenta un comentarista.
"A mí no me gusta el alcalde y no me dedico a silbarle en los bailes de la Fiesta Mayor. Ay, ay, esto acabará como en esos pueblos vascos en que los abertzales tienen [acovardits] al resto, silenciados. No se conseguirá nada pero quedará mala leche durante años. Muchas gracias, Mas; muchas gracias, Junqueras...", escribe otro, apuntando al presidente de la Generalitat y su socio de gobierno de ERC.
"Sepamos cuándo, dónde y a quién hay que silbar, enseñemos a nuestros niños y jóvenes a valorar y respetar nuestras tradiciones. ¡Viva la ciudad de Solsona y nuestra patrona la Mare de Déu del Claustre!", escribe otro comentarista molesto con la pitada.
"Los campanarios son de todos" En Berga, una población de la diócesis de Solsona, el comité local de la Asamblea Nacional Catalana (la organización que fomenta la actual campaña independentista) escribe una "Carta abierta al obispo de Solsona", afirmando que "entendemos que los campanarios son patrimonio de todos, aunque la Iglesia Católica los tenga escriturados".
Después afirman que "la ANC es en estos momentos la organización civil más transversal y más popular de Cataluña" (olvidando, por ejemplo, al F.C. Barcelona y a la misma Iglesia en Cataluña, dos ejemplos de entidades bastante más transversales que la ANC). Reclaman la "libertad que nos fue brutalmente arrebatada por la fuerza de las armas en 1714; la gran mayoría del pueblo está implicado. Por eso le pedimos que toquen las campanas, tanto por su simbolismo como porque creemos que defienden la causa más justa que nuestro pueblo se puede plantear. En esto vemos que usted demuestra poca sensibilidad".
El tema de fondo que la ANC de Berga no ve es que Novell sí tiene sensibilidad, pero no sólo por los independentistas, sino también por los catalanes (y católicos) que no son independentistas. Incluso si fuese verdad que "la gran mayoría del pueblo" está implicado (tema más que dudoso), el obispo y la Iglesia se deben a todos, no a las mayorías políticas cambiantes.
Votación en La Vanguardia En el diario La Vanguardia (que siempre apoya a quien gobierna, en este caso a CiU-ERC) unos 8.500 lectores han votado sobre si deberían repicar las campanas de la Iglesia por la independencia. Un 53% dice que sí y un 46% dice que no (a las 11.30 del lunes 9 de septiembre).
Un párroco explica por qué no repicar En su Facebook, el nuevo párroco de Sant Pere de Rubí, mosén Joaquim Meseguer, nada españolista, explica que él está en contra de ese repique de campanas de iglesias, "por dos razones: porque en la iglesia hay diversas opiniones, muy respetables, y eso sería romper la neutralidad, optando por una opción y excluyendo a la otra; y segunda, porque es curioso que los que piden el tañido de las campanas son personas que no suelen ir a la iglesia y se dedican a escribir cartas y proclamas en contra de que se toque las campanas en otras ocasiones, según ellos porque estamos en un país laico y les molesta el ruido. Podemos ver su gran ejemplo de coherencia".
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