15 de febrero de 2013

Interior investiga decenas de informes sobre el espionaje político catalán


Interior investiga decenas de informes sobre el espionaje político catalán

Un expolicía y detective de la empresa Método 3 ofrece sus dosieres secretos de políticos, jueces y empresarios

El ministro del Interior: “Hay mucha información”

EL PAIS -  /  Barcelona / Madrid 15 FEB 2013 - 00:15 CET710
Sánchez-Camacho, Oriol Pujol y Artur Mas, en el Parlamento de Cataluña en 2011. / TEJEDERAS
El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) dispondrá de multitud de expedientes de la agencia de detectives Método 3, que presuntamentegrabó con un micrófono oculto una conversación entre la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y la examante de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez. Fue en esa cita en la que Álvarez detalló a la dirigente popular el presunto blanqueo de capitales del primogénito de la familia Pujol.
Un policía prejubilado, extrabajador de Método 3 —empleado ahora en otra empresa privada y dedicado a la docencia universitaria— ofreció ayer a la Jefatura Superior de Policía de Barcelona los archivos de audio de esa reunión, así como decenas de informes “sensibles” que manejaba la agencia de detectives privados y que incluyen investigaciones a responsables políticos, empresarios, jueces y fiscales.
El uso de micrófonos ocultos —lo que puede suponer un delito de revelación de secretos— era un procedimiento “muy poco habitual” en la agencia, según fuentes cercanas al caso. La mayoría de investigaciones sobre personalidades relevantes se limitaba, “por la escasez de medios y personal cualificado”, a la mera consulta de documentos administrativos —bases de datos de Hacienda, la Seguridad Social, etcétera— y seguimientos. La agencia elaboró a lo largo de su existencia alrededor de 20.000 informes de todo tipo, según fuentes del sector.
Las mismas fuentes señalaron que el Partit dels Socialistes (PSC), la marca catalana del PSOE, encargó la investigación sobre el encuentro entre Sánchez-Camacho y la examante de Pujol en el conocido restaurante La Camarga de Barcelona: “Paco Marco [el director de Método 3] era íntimo amigo de la dueña, comía allí casi todos los días”, precisaron las mismas fuentes. Los clientes de Método 3 —o de alguna de las marcas con las que operaba— están adscritos a distintas formaciones políticas. Asimismo, los políticos investigados son también de distintos partidos, según esas fuentes.
El inspector en excedencia fue jefe de una unidad en la policía de Barcelona durante siete años. En 2010 dejó el cuerpo y se integró en el equipo de Método 3, donde se hizo cargo del departamento de informática forense. El pasado septiembre abandonó la agencia, que tuvo que afrontar un expediente de regulación de empleo. La actividad de Método 3 está extinguida desde hace unos días. Según fuentes cercanas a la agencia, no había dinero para pagar al policía la cantidad que se le adeudaba por parte de sus servicios, por lo que este se llevó presuntamente algunos equipos informáticos y material; entre otras cosas, cintas de audio y vídeo con material sensible.
Ese material es el que ayer, según fuentes policiales, ofreció a la Brigada de Investigación Tecnológica. La policía podría disponer así de la cinta de audio de la conversación entre la líder del PP catalán y la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, pero también de otra mucha información sobre presuntos espionajes a políticos, especialmente de Cataluña, pero también del resto de España. Bajo ese prisma se entienden las declaraciones que ayer pronunció el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien anunció que se van a investigar “muy a fondo” las escuchas ilegales porque hay “mucha información” al respecto.
La tesis de que el PSC —a través de su exsecretario de Organización y actual diputado en el Congreso, José Zaragoza— encargó la investigación a Método 3 cobra fuerza. Ana Villena Barjau, adscrita al área de Justicia del PSC, fue el nexo entre Zaragoza y Método 3. Una de sus hermanas, Elisenda, trabajaba en esta agencia de detectives y fue detenida en mayo de 2012 dentro de la Operación Pitiusa, un escandaloso caso de tráfico ilícito de datos a gran escala. Elisenda, de 51 años, era una activa compradora de información (laboral, sobre salud, bancaria...). Otra hermana de ambas, Carina, también es detective privado y fue igualmente arrestada en Pitiusa.
Cataluña se antojó un oasis hace unos años en medio de la corrupción de la política española. El tiempo ha demostrado que no solo no era un espejismo, sino que desde hace semanas la política catalana está inmersa en un lodazal y los ventiladores que airean la corrupción están funcionando en todas las direcciones. Ya no se trata de tramas de corrupción en torno a operaciones urbanísticas que salpican por igual a cargos públicos o antiguos responsables de CiU o del Partit dels Socialistes (PSC), sino que se ha entrado ya en el terreno del espionaje a los propios partidos.
La grabación del almuerzo que reunió en julio de 2010 a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, Maria Victoria Álvarez, en el que esta relató que su examante estaba evadiendo capitales de España, ha destapado la caja de los truenos y abre un escenario imprevisible de acusaciones y reproches mutuos entre partidos políticos.
Álvarez presentó ayer un escrito en el Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional en el que relata que hace tiempo que está siendo espiada “por los datos que pudiera disponer” sobre el primogénito de los hijos del expresidente de la Generalitat. El objetivo no sería otro que coaccionarla y por eso reclamó protección policial.
La mujer explica en su escrito que durante un tiempo sin precisar “se han manipulado e interceptado de manera ilegal” sus “comunicaciones de toda clase, tanto telefónicas como telemáticas, vulnerando” su “intimidad”. Álvarez asegura que esta acusación se basa en un informe encargado por ella a una firma de seguridad.
Victoria Álvarez explicó ayer que el almuerzo con Sánchez-Camacho de 2010 no fue el único, sino que se han visto dos veces más y que se intercambian mensajes. El nexo entre ellas es Jorge Moragas, ahora jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y excompañero de colegio, quien habría pedido a Sánchez-Camacho que se viera con ella.

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