ABC
Dos apuñalamientos entre jóvenes extremistas en Madrid preceden a la conmemoración de la muerte de Franco
Día 19/11/2010 - 13.43h
CHEMA BARROSO
Imagen de archivo de enfrentamientos en una manifestación en recuerdo a Carlos Palomino
Se acerca el 20-N y los grupos ultras de diferente signo ya han comenzado con su particular modo de conmemoración: a cuchilladas. En los últimos días han sido dos los jóvenes apuñalados en peleas entre extremistas. Las Fuerzas de Seguridad ya han detenido a los presuntos autores de las agresiones, pero seguirán alerta hasta que no pase esta «temporada alta» de la violencia ideológica en Madrid. Estos son los días de más trabajo para los agentes de la Brigada Provincial de Información, los especialistas en tribus urbanas de la Policía.
El primer hito de esta escalada de violencia tuvo lugar en la madrugada del 7 de noviembre, un joven fue apuñalado en la parada de metro deLegazpi, el mismo lugar donde en 2007, también en noviembre, murió asesinado el militante de ultraizquierda Carlos Palomino, convertido desde entonces en mártir por excelencia de los grupos de izquierda antisistema. El despliegue policial tras el altercado, permitió detener a uno de los participantes en él, un menor de edad. En días sucesivos se produjeron otras tres detenciones, entre ellas la del presunto autor material de la puñalada.
La reconstrucción policial de los hechos reproduce el patrón habitual de este tipo de incidentes, uno más en la guerra subterránea que libran en Madrid ultras de una y otra tendencia hace ya años. Según la Policía, la trifulca comenzó cuando en los andenes de la estación se encontraron dos «grupos antisistema». Y claro, se lio.
El primer hito de esta escalada de violencia tuvo lugar en la madrugada del 7 de noviembre, un joven fue apuñalado en la parada de metro deLegazpi, el mismo lugar donde en 2007, también en noviembre, murió asesinado el militante de ultraizquierda Carlos Palomino, convertido desde entonces en mártir por excelencia de los grupos de izquierda antisistema. El despliegue policial tras el altercado, permitió detener a uno de los participantes en él, un menor de edad. En días sucesivos se produjeron otras tres detenciones, entre ellas la del presunto autor material de la puñalada.
La reconstrucción policial de los hechos reproduce el patrón habitual de este tipo de incidentes, uno más en la guerra subterránea que libran en Madrid ultras de una y otra tendencia hace ya años. Según la Policía, la trifulca comenzó cuando en los andenes de la estación se encontraron dos «grupos antisistema». Y claro, se lio.
La segunda de las agresiones se produjo en el municipio de Valdemoro, donde un joven de 20 años, al parecer perteneciente a un grupo de ultraizquierda, apuñaló a un muchacho de 16 años cuando salía del bar en el que había seguido por televisión el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. El joven, tuvo que ser trasladado al hospital Doce de Octubre donde se le indujo al coma, aunque no se teme por su vida. Según informó la Guardia Civil, el herido fue agredido por integrantes del colectivo de ultraizquierda Sharp, a los que, según se comenta en algunos foros de ultraderecha en internet, no les gustó la sudadera con la bandera de España que portaba la víctima.
La llama ha prendido un año más y desde diferentes páginas web se le sigue echando gasolina. En Valdemoro, la localidad donde se produjo el segundo apuñalamiento, el movimiento de ultraderecha Alianza Nacional convocó una concentración en solidaridad con el joven apuñalado. La Guardia Civil los vigiló de cerca e identificó a prácticamente todos los asistentes. En estas fechas, no se puede bajar la guardia.
La llama ha prendido un año más y desde diferentes páginas web se le sigue echando gasolina. En Valdemoro, la localidad donde se produjo el segundo apuñalamiento, el movimiento de ultraderecha Alianza Nacional convocó una concentración en solidaridad con el joven apuñalado. La Guardia Civil los vigiló de cerca e identificó a prácticamente todos los asistentes. En estas fechas, no se puede bajar la guardia.
