23 de abril de 2010

Los obispos defienden que la Constitución ampara el uso del velo

EL MUNDO

Posición de la Conferencia Episcopal

Los obispos defienden que la Constitución ampara el uso del velo

• Dicen que no se contó con la Iglesia para el pacto educativo
• Camino asegura que 'en España, hay poquísimos casos de pederastia' del clero
José Manuel Vidal | Madrid

Actualizado viernes 23/04/2010 15:02 horas


Los signos religiosos no pertenecen "al ámbito de lo privado del cada uno en su casita". Al contrario, "el artículo 16.1 de la Constitución establece el principio general de que las personas y las instituciones tienen derecho a manifestar su credo con el único límite del orden público". Está es al menos la opinión de los obispos respecto a la polémica del velo, sin querer entrar en el caso concreto de la chica de Pozuelo.
El portavoz del episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, reiteró, una y otra vez en rueda de prensa, que no se puede resolver el caso del velo con "una solución simplista".
La Iglesia no tiene soluciones técnicas, pero "las soluciones técnicas de los reglamentos de los consejos escolares tienen que tener en cuenta los derechos fundamentales de todos" y, en concreto, el principio constitucional de que los individuos y las comunidades "tienen derecho a manifestar su religión o sus creencias", siempre que no perturben el orden público.
Un principio general que es aplicable tanto al velo musulmán como al crucifijo católico, porque, según el secretario de la Conferencia Episcopal, se trata de "asuntos interrelacionados y complejos". Eso sí, lo que tienen claro los obispos tanto en el caso del velo como del crucifijo es que sostener que "los signos religiosos pertenecen al ámbito privado atenta contra la Constitución española".
No se contó con la Iglesia para el pacto educativo
Como ya han reiterado en otras ocasiones, los obispos "ven positivo" que se pudiese alcanzar un pacto educativo "entre las diversas fuerzas políticas y sociales implicadas en la educación, incluida la misma Iglesia católica". Y, de hecho se quejan de que el ministro Gabilondo los ha mantenido al margen. "No hemos sido parte en este proceso de pacto".
Aún así, consideran que el pacto educativo "significaría ir al fondo de los problemas, superando diferencias ideológicas o técnicas".
'En España, poquísimos casos de pederastia'
En cuanto a la pederastia en la Iglesia española, monseñor Martínez Camino, reiteró lo dicho por el presidente del episcopado, cardenal Rouco Varela, en el discurso de inauguración de la Plenaria de la Conferencia episcopal: que es "un crimen" y "un delito" y que "un solo caso es demasiado".
De todas formas, el portavoz de los obispos también advirtió que "no se puede dar a entender que se trata de un problema generalizado". En concreto, "en España son poquísimos" los casos en el clero.
En cuanto a las medidas que piensa adoptar la Iglesia española contra los curas abusadores, Camino ha sido menos concreto. Asegura que "hay lo que hay y lo que se va a hacer con más cuidado es la aplicación del derecho existente en la Iglesia para prevenir, corregir y sancionar estos crímenes".
No dijo, en cambio, si los obispos españoles, como les ha pedido el Papa, van a entregar a la justicia civil a los curas pederastas o simplemente los van a juzgar por el derecho canónico.
Entre otras cosas, porque los prelados reunidos en asamblea no han emitido nota oficial alguna sobre el tema. Camino dice que, en un procedimiento especial, "los obispos rubricaron el discurso del presidente con el aplauso que le dieron".
Un procedimiento novedoso e inusual, sobre todo teniendo en cuenta que el aplauso del episcopado iba dirigido a Benedicto XVI por el quinto aniversario de su elección papal y tuvo lugar antes de que Rouco leyese la parte de su discurso dedicada a la condena tajante de la pederastia.
Por último, el secretario de la conferencia episcopal se mostró partidario de que "se investiguen todos los casos de pederastia, no sólo los del clero", porque "lo que está demostrado por las estadísticas es que los sacerdotes son una parte ínfima del problema, que debe ser investigado a fondo y en toda su extensión".
Porque "la Iglesia quiere estar en primera fila de la protección de la infancia". Y para eso, propone a sus curas que sean "santos". Y, como algunos son pecadores, les aplicará "medidas disciplinares correctivas".