12 de mayo de 2008

Los celos de los dioses

El País

Los celos de los dioses

Malestar entre jueces del Supremo porque la actuación de Garzón les resta protagonismo en la ilegalización de ANV

JOSÉ YOLDI 12/05/2008

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Pocas cosas han generado más conflictos en la mitología que los celos de los dioses. En un quítame allá esas pajas, el dios fulanito se merendaba al héroe menganito porque le había birlado una esclava. Nunca era importante el objeto de los celos -una esclava por bella que fuera nunca dejaba de ser una esclava, es decir, un capricho prescindible-, sino restablecer la jerarquía amenazada y hacer ostentación del poder y del mando. También en lo terrenal, las cosas eran por el estilo: ¿Recuerdan la guerra de Troya?
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El máximo intérprete de la legalidad reinterpretó su doctrina con Atutxa
Hace unas noches, el magistrado reclamó a un mago amigo el secreto de un truco
Pues una nueva guerra de Troya, pero judicial, lleva unos meses incubándose a propósito de los procesos de ilegalización de las formaciones proetarras Acción Nacionalista Vasca (ANV) y Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y la causa penal que tramita el juez Baltasar Garzón contra sus dirigentes, en la que ha decretado la suspensión de actividades de ambos partidos.
Algunos magistrados del Tribunal Supremo no vieron con buenos ojos que el 8 de febrero pasado, cuando ellos celebraban sendas vistas sobre la posible adopción de medidas cautelares contra ANV y PCTV, entre las que se encontraba la prohibición de presentarse a las elecciones, el juez Garzón, con su habitual estilo demoledor, les adelantara como un Ferrari, decretando la suspensión de actividades más amplia acordada nunca, prohibiendo no sólo la concurrencia a las elecciones, sino embargando las cuentas, precintando las sedes y bloqueando cualquier tipo de actividad en nombre de ambos partidos. Un auténtico mazazo que enviaba a la cara legal de la izquierda abertzale a la clandestinidad.
La consecuencia más inmediata de la decisión del juez fue que las vistas del Supremo, aunque en el marco de la Ley de Partidos, quedaron sin contenido. Tanto es así, que el propio abogado de ANV, Iñigo Iruin, decidió no presentarse al acto del Supremo.
El protagonismo, una vez más, se lo llevó Garzón levantando ampollas en el órgano superior, algunos de cuyos miembros, sottovoce, cuestionan la legalidad de algunas de las actuaciones del magistrado de la Audiencia Nacional. Serán otros jueces los que tendrán que decidir si eso es así. De momento, el alto tribunal ha avalado las tesis de que ETA no son sólo sus comandos sino también las estructuras políticas, mediáticas, financieras y de agitación que configuran la banda. Tesis que Garzón defendió en solitario o con el apoyo de algún fiscal desde hace más de una década y que también fueron cuestionadas en su momento. En todo caso, ya se sabe que el Supremo, como los dioses, escribe derecho en renglones torcidos y que las leyes están para ser interpretadas. Seguro que recuerdan que el 4 de diciembre del año pasado, el alto tribunal archivó el caso de las Cesiones de Crédito y absolvió al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, tras la interpretación de un precepto sobre las facultades de la acción popular. Y que, cinco meses después, el 17 de abril, el máximo intérprete de la legalidad reinterpretó su propia doctrina y condenó al ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa. Claro que Botín no había desafiado al Supremo al negarse a disolver el grupo parlamentario de Batasuna en la Cámara vasca.
Garzón no ha desafiado al Supremo, pero le molesta, y la lucha antiterrorista, al menos en su vertiente judicial, va camino de convertirse en algo parecido al fútbol: todo el mundo está de acuerdo en que lo importante es ganar, pero cada uno considera que su fórmula es la única que funciona. Los procesos de ilegalización continúan en el Supremo, mientras Garzón, que ha demostrado la eficacia de su acoso a Batasuna y su entorno, sigue imparable. La semana pasada clausuró la herriko taberna de Portugalete (Vizcaya) y afirmó en un auto que los indicios de la vinculación de ANV con ETA se han consolidado.
Por si no fuera bastante, los recursos presentados por los abogados de ANV contra las resoluciones del juez, acabada la huelga de funcionarios de Justicia, empezarán a verse en breve en la sala de lo penal de la Audiencia Nacional y puede haber sorpresas. Parte del sector más progresista de la Sala de lo Penal de la Audiencia aprecia que determinadas decisiones del juez, como la de encarcelar a la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro, pueden haber vulnerado algunas garantías y podrían anularlas.
Seguro que ustedes se preguntarán cómo va a acabar esto y es difícil saberlo, pero quizá lo sepa el mago. Ese mago al que Garzón exigió hace unas noches que le revelara el secreto de un sencillo pero espectacular truco que consistía en hacer desaparecer un cigarrillo encendido mientras aparentaba quemar con él el chal de una dama. El magistrado, que estaba realmente asombrado y era muy amigo del mago, pública e insistentemente reclamó conocer cómo lo había hecho. El mago, mirándole a los ojos como si sólo los dos estuvieran allí, le dijo: "Baltasar, ¿sabes guardar un secreto?". El juez, que creyó que esa era la única condición para tener acceso a la ambrosía del conocimiento, el manjar de los dioses, respondió raudo: "Sí". Y el mago, sereno, le respondió quedo: "Pues yo también".