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7 de octubre de 2013

El «The End» de las salas de cine de Madrid

MADRID

El «The End» de las salas de cine de Madrid

ABC - Día 07/10/2013 - 15.25h

En las últimas tres décadas han cerrado 85 cines: en 1980 había 117 salas y ahora solo 32; el Renoir de Cuatro Caminos es la última víctima

Borges escribió que los únicos paraísos que nos quedaban eran losparaísos perdidos, pero alguna vez estuvimos en el paraíso. Durante generaciones. Fueron las salas de cine. José Luis Garci es quien con más pasión y sentido escribió sobre los nuevos templos del siglo XX en el emocionado capítulo titulado, «Les enfants du paradis», de su libro Mirar de cine (2011). Ha contado el rito que sacralizaba el hecho mágico de ver una película en las salas de proyección, las nuevas catedrales erigidas con la grandiosidad de alcanzar una tarde, con la «sesión continua, sesión eterna» (Garci), el cielo del ensueño, la pasión, las aventuras y el esplendor.
La cola para entrar, la taquilla, las entradas (con sus diseños modernos y únicos para cada sala), el jubiloso acceso al hall, el portero que cortaba las entradas, los acomodadores con el haz de sus linternas, la señora de los lavabos, los ambientadores perfumados y el chico que vendía las chocolatinas, allí uno entraba con los amigos y las chicas, si había suerte, y surgía el momento sublime en que se apagaban las luces, el telón se abría a derecha e izquierda y la pantalla, la inquietante pantalla, aparecía para transportar a cada uno de los presentes al reino de las sombras y los sueños. Después del final, el paseo hacia casa o hacia un bar para comentar lo que había visto, los comentarios, las preferencias y las obsesiones.
Todo eso agoniza lenta y calladamente. Lasangría de cines que se cierran, de salas que ya no volverán a reunir a cientos, miles de espectadores en sus butacas, en el entresuelo y en el «paraíso» (las zonas más baratas del aforo), parece irreversible. Si se contempla la cartelera de ABC hace ahora más de treinta años (1980) se descubre, con los ojos plenos de asombro y melancolía, cómo de las 117 salasapenas quedan hoy, domingo 6 de octubre de 2013, 32.
La entrada a comienzos de ese año de 1980 costaba 1,50 euros, esta tarde, 9 euros. En el Broadway madrileño, la queridísima ycosmopolita Gran Vía, de los trece cines de entonces, sobreviven tres CallaoCapitol y Palacio de la Prensa, el resto o se han convertido en teatros (de musicales), o en salas de espectáculos o en tienda de ropa. De una calle cinematográfica por esencia, como fue la calle Fuencarral ese mismo año se podía elegir entre los cines Bilbao, Fuencarral, Paz, Proyecciones, Roxy A y Roxy B y los Minicines (3), ahora sobreviven el Proyecciones y el Paz.
En un barrio como el de Garci, el del Retiro, se podía elegir entre el Ibiza, NarváezSáinz de BarandaAlcaláSalamancaTívoliBenlliure. El tiempo ha laminado las pantallas; así fue en todo Madrid.

Sin sesión continua

En los aledaños en donde uno vivía la sesión continua desapareció como fueron cerrándose cines modestos, los Ave María, Lavapiés, Olimpia, Monumental, Odeón, Fígaro, Consulado, San Carlos, menos mal que el origen de todos, el primigenio Doré se ha reconvertido en sede de la Filmoteca Nacional. Qué decir de Cuatro Caminos, en donde está semana se ha cerrado el último de una pléyade de populares salas, más de cincuenta. Y así en cualquier barrio popular de Madrid, ya fuera del centro o de la periferia.
Adiós al paraíso, adiós al momento en que, en la más acogedora oscuridad uno se metía en la pantalla y aislado de todo y todos pasaba la tarde de los sábados y los domingos entre gentes extrañas a las que admiraba y reía y sufría con ellas; ahora vienen otras costumbres, otras maneras de contemplar el cine.
Pero aquellas tardes, en aquellas salas fueron para varias generaciones un paraíso en la esquina de su casa.

27 de septiembre de 2013

La industria del cine español, en coma

La industria del cine español, en coma

La federación de productores da a conocer datos catastróficos: la caída en la facturación fue del 15% y de un 12% en empleo en 2012

El número de rodajes ha bajado en un 28,7%

Las previsiones para 2013 son aún peores

Entre 2004 y 2011, el cine en España perdió 40 millones de espectadores y en 2012 dejaron de asistir a las salas otros cuatro millones. / SAMUEL SÁNCHEZ
Poco espacio queda ya para la esperanza. Los datos de la industria del cine español, demoledores y catastróficos, cayeron ayer como un mazazo sobre el maltrecho sector. Fueron los productores quienes, en un marco tan simbólico como el del Festival de San Sebastián, alertaron de la situación y exigieron al Gobierno medidas urgentes para, de una vez para siempre, implantar el nuevo modelo de financiación y de incentivos fiscales, todavía en la cuerda floja a pesar de las promesas de hace un año. Las cifras son tan devastadoras que el propio José Antonio Félez, encargado de dar las malas noticias desde la asociación de productores, advirtió: “Nos gustaría que fueran distintas, pero es importante conocer el pulso de nuestra industria”.
Según la memoria elaborada por los productores, la facturación del cine español en 2012 ha sufrido una caída del 15% y de un 12% en el empleo que genera. “Y en 2013, las previsiones del Instituto Nacional de Estadística son aún peores, con un descenso interanual, al mes de julio, de un 20,8%”, lamentó Félez. La preocupación en los rostros de los representantes de los productores (junto a Félez compareció el nuevo presidente de la Confederación FAPAE, Joxé Portela) era más que evidente. No era para menos. En cuanto a la recaudación en lo que va de este año, las películas españolas han sufrido un descenso de siete millones de euros menos que en 2012 (un 20%) y 1,4 millones de espectadores menos que en el mismo periodo del año anterior. Pero no queda ahí la cosa. Los rodajes notificados a día de ayer han sido de 92 frente a los 129 del año pasado (un 28,7% menos). Y otro dato muy preocupante: los presupuestos de las películas han sufrido un descenso casi trágico. Más de la mitad de las 65 producciones del año pasado contaron con menos de un millón de euros, el 30,5% entre uno y dos millones y un 16,3% dos millones. De esos 65 largometrajes, solo hubo 15 por encima de los dos millones y solo ocho por encima de los cuatro millones.
Solo hubo un dato para el optimismo, aunque no menor. Las ventas internacionales de los productos audiovisuales han experimentado una subida considerable. Las ventas de cine crecieron un 19,9% en 2012 con respecto al año anterior. La cuota de mercado se mantiene estable, en un triste 11,3% (la misma del año pasado a estas fechas), pero a expensas de lo que pase en este último trimestre, pues la cuota a final de 2012 alcanzó un 17,9% gracias a los taquillazos que salvaron la cara de la industria, Lo imposible, de Juan Antonio Bayona, y Las aventuras de Tadeo Jones, de Enrique Gato. A falta de lo que puedan hacer títulos como Las brujas de Zugarramurdi, de Alex de la Iglesia, Gran piano, de Eugenio Mira, o Futbolín, de Juan José Campanella, entre otras, hoy por hoy son dos las producciones españolas que lideran el ranking de las películas más vistas: La gran familia española, dirigida por Daniel Sánchez Arévalo (1,7 millones de euros recaudados desde su estreno hace 15 días), y Justin y la espada del valor, la cinta de animación de Manuel Sicilia, con 600.000 euros en una semana.
Y estos no son los únicos problemas del cine español, que arrastra una reducción año tras año de las ayudas estatales en el Fondo Nacional de la Cinematografía. La parálisis en la comisión mixta de trabajo encargada de dar salida y negociar un nuevo modelo de negocio y de financiación de la industria —se anunció en San Sebastián hace justo un año y se estableció un calendario concreto que debía de finalizar con una nueva ley en vigor en enero de 2014— ha creado una desazón difícil de sobrellevar. Portela exigió al Gobierno que se pronuncie. “Es necesario que sepamos si existe voluntad política o no para sacar adelante este nuevo modelo porque el trabajo técnico ya está hecho. No se han cumplido los plazos y estamos en un momento de absoluta urgencia”.
Eso por no hablar del IVA cultural del 21% desde el año pasado, cuando países como Francia han anunciado que a partir del próximo 1 de enero el impuesto en las entradas de cine se reducirá del 7% actual al 5%. Portela aseguró que no parece que el IVA en España vaya a sufrir ninguna modificación, al menos en este último trimestre. “Lo que parece es que pueda entrar dentro del paquete de cambios de fiscalidad que el Gobierno prepara para 2014, pero es solo una impresión”.
Los datos son fríos pero la realidad, no. Como ejemplo, el II Foro de Coproducción Europa-América Latina que se ha celebrado en San Sebastián esta semana y en el que la participación de inversores españoles ha sido mínima. “Antes eran los españoles los que ayudábamos a las producciones latinoamericanas. Ahora son ellos los que acuden en nuestra ayuda”, aseguraba la realizadora Ana Díez, presente en el foro. Para el director David Trueba, que ha presentado en la sección oficial Vivir es fácil con los ojos cerrados, lo más dramático de esta situación es el paro y la cantidad de gente que ya ha tirado la toalla. “Es una industria que ha creado mucho empleo y riqueza. Ahora estamos acorralados por la situación, pero es la misma que está viviendo todo el país”.
Antonio de la Torre, otro de los nombres del cine español presentes en este certamen, explica: “En el cine español estamos empezando a emigrar como en el resto de los sectores. Acabo de rodar en Francia y me planteo la posibilidad de trabajar en inglés. Es el desmembramiento de una industria”, explicó ayer el actor de Caníbal y La gran familia española. El intérprete malagueño apunta dos iniciativas a tomar radicalmente: “Hay que hacer una política de cine, y ahí incluyo el IVA, como se hace Francia, y lo segundo es que debemos de cambiar radicalmente la mentalidad del español ante el pirateo. El espíritu de Bárcenas nos posee”.

Rumbo al precipicio

La facturación del cine español ha sufrido un descenso del 15% en 2012, el primer año en el que el Gobierno subió el IVA que soportaban las entradas a espectáculos culturales hasta un 21% (la medida entró en vigor el 1 de septiembre).
El desplome tuvo un impacto directo sobre la destrucción de empleos en el sector: se han perdido un 12% en relación con el año anterior.
El único dato positivo registrado en 2012 vino del exterior, donde las ventas de películas españolas crecieron un 19,9%.
El actual ejercicio mantiene esta cruda tendencia. La recaudación en lo que va de este año supone un descenso del 20% (siete millones de euros menos que en el mismo periodo de 2012).
También ha disminuido el público: 1,4 millones de espectadores menos que 2012.
La caída está repercutiendo también en la cifra de rodajes: 92 frente a los 129 del año pasado (un 28,7% menos).
Caen también los presupuestos. Más de la mitad de las 65 producciones de 2012 tuvieron un presupuesto inferior al millón de euros.

25 de mayo de 2013

¿Cines en crisis? Rebajas a la vista


¿Cines en crisis? Rebajas a la vista

Exhibidores, distribuidores y productores negocian una importante reducción en el precio

La recaudación ha caído un 40% en un año

Las luces rojas se han encendido y no hay manera de apagarlas. Y por si algo faltaba, se acercan el sol y los calores. La alarma ante la caída libre de la asistencia a las salas de cine —el pavor de cada lunes ante los datos del fin de semana es latente— ha puesto en estado de alerta a la industria. Los cambios en los hábitos de consumo, los efectos colaterales o más bien frontales de la piratería, la subida del IVA cultural hasta el 21% y los malos tiempos para el bolsillo del respetable han forjado el desastre. Consecuencia de todo ello: distribuidores y exhibidores, hasta hace poco sectores rivales y con tensiones continuas, han aparcado sus armas de guerra y están a la búsqueda de un frente común para estudiar cómo volver a conquistar al espectador.
La última reunión se celebró en Madrid el jueves. “Debemos dar una respuesta conjunta para que sea fuerte. Hoy por hoy, si no hay pastel para compartir lo de menos es lo que nos puede tocar de ese pastel”, sentencia el presidente de los exhibidores españoles, Juan Ramón Gómez Fabra, quien no oculta su preocupación ante el estado de cosas. No es para menos. Desde que Pedro Pérez, presidente de la FAPAE(Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España) anunciara en Málaga, que el fin de semana del 19 al 21 de abril había sido el peor de la historia del cine español —solo acudieron a las salas 499.000 espectadores—, la situación no ha mejorado. Es más, ha habido algún otro fin de semana peor. Y catastrófico si se compara con los mismos periodos del año pasado. 26-28 abril: 970.000 espectadores (1.547.000 en 2012). 3-5 de mayo: 564.000 espectadores (1.175.000 en 2012). 10-12 de mayo: 486.000 espectadores (864.000 en 2012). 17-19 de mayo: 591.000 espectadores (851.000 en 2012). Si este descenso se analiza en términos de recaudación, la cifra es de una reducción del 40%.
No hay soluciones mágicas, pero en el sector ya se empieza a defender una bajada en el precio de las entradas —la media está en 7,2 euros desde la subida del IVA, pero la realidad es que la mayoría supera los 9 euros—, además de explorar otras fórmulas. “No somos nadie sin los espectadores. La crisis de consumo generalizado y la brutal subida del IVA ha contribuido a alejar a la gente de las salas, que se ha echado en los brazos de la piratería, más cuando el Gobierno no parece tener ninguna intención de regularla, pero la realidad es que debemos de buscar soluciones y una de ellas pasa por bajar el precio de las entradas al cine”, asegura Felipe Ortiz, responsable de la distribuidora TriPictures. “Los cines deberían volver a los precios de hace cuatro años. Una entrada no debería de costar más de siete euros. Las promociones de algunas cadenas solo las entienden los que van mucho al cine y nuestra obligación es la de recuperar a ese espectador que va de vez en cuando y que ha dejado de ir porque considera que el precio de la entrada es cara”, explica.
El primer experimento llega ya este fin de semana de la mano de A contracorriente. A cualquier espectador que compre una entrada de esta distribuidora de las cinco películas que tienen previsto su estreno próximamente (Insensibles, Un amigo para Frank, Llévame a la luna, Antes del anochecer y Kon Tiki) se le regalará otra de ese paquete. A pesar de que su consejero delegado, Adolfo Blanco, opina que el cine “no es caro” y de que la propia industria ha centrado demasiado su denuncia en la subida del IVA —“estamos logrando la percepción de que el cine es un espectáculo más caro de lo que es”, asegura—, sí reconoce que para muchos espectadores supone un sacrificio en estos tiempos de crisis.
Los exhibidores se muestran cautos, a sabiendas de que fijar precios comunes es contrario a las leyes de la competencia y de que las políticas comerciales son exclusivas de cada cadena. Pero aún así, hay algunos que se muestran partidarios públicamente de tomar la medida de rebajar los precios. Enrique González Macho, propietario de la cadena Renoir y que ha visto cómo la crisis se ha llevado por delante su distribuidora Alta Films, asegura que sería bueno ir en esa dirección. “Lo que sí creo es que ese descenso debe ir acompañado de una gran campaña de promoción para dar a conocer a la gente que los precios han bajado, porque al estar hablando de una cifra no muy elevada, la subida puede pasar desapercibida”.
Enrique Pérez, dueño de los cines Verdi, que ofrece diferentes opciones según sesiones, horas y días, no cree que el precio sea un elemento disuasorio a la hora de acudir a una sala y centra sus críticas en el IVA y en la falta de política del Gobierno contra la piratería. “El documentalSearching for Sugar Man lleva 13 semanas en cartel y no ha perdido público, incluso viene más gente a las sesiones más caras”, añade. La preocupación también alcanza a los productores, que ven como sus películas no tienen la aceptación deseada. “Algo grave está pasando, estamos en situación de alerta”, dice Agustín Almodóvar, que mantiene conversaciones para que Los amantes pasajeros se reestrene este verano a un precio reducido.

La entrada en España, de las más caras

LUIS DONCEL
La subida del IVA ha sido la puntilla para un sector que lleva años perdiendo espectadores. En 2010, los cines españoles vendían más de 100 millones de entradas, pero dos años más tarde esa cifra había caído por debajo de 94 millones. Solo seis países de la UE sufrieron un deterioro más preocupante.
Pero si 2012 fue muy malo, este año amenaza con ser peor. Antes de que el Gobierno decidiera que, de un día para otro, comprar una entrada iba a resultar muchísimo más caro, el precio que pagaban los españoles era ligeramente inferior al de los europeos. Ver Skyfall —la película más taquillera del año pasado— costaba en España 6,5 euros, tan solo 20 céntimos menos que la media europea. Pero España está escalando puestos en esta clasificación hasta ponerse cada vez más cerca de países como Suecia, donde la entrada cuesta más de 11 euros.
El ivazo disparó el coste medio de la entrada hasta 7,2 euros, lo que catapultaría a España hasta el top 10 de los países donde ir al cine es más caro. En este listado están también los países nórdicos o Alemania. La diferencia es que allí el paro está en niveles mínimos y el nivel de vida es considerablemente más alto.
Pese a que el número de espectadores ha caído un 8% en dos años, las cosas podrían haber ido mucho peor. Porque la recaudación de los cines españoles se salvó en 2012 gracias al bombazo de Juan Antonio Bayona. “En el último trimestre se produjo la remontada, gracias a Lo imposible, la producción española con mayor recaudación a nivel nacional de todos los tiempos. Su éxito ayudó a paliar el efecto que la subida del IVA podría haber tenido”, señala Julio Talavera, analista del Observatorio Audiovisual Europeo.

17 de mayo de 2012

Descenso de salas, pantallas y butacas en el cine español


CINE

Descenso de salas, pantallas y butacas en el cine español

Las salas digitales y las de 3D han aumentado un 73%, y más de la mitad de las salas de Asturias, Madrid y Canarias están digitalizadas

ABC - Día 16/05/2012 - 13.43h
Este año se ha producido un "leve" descenso en cuanto a número de locales, salas/pantallas y butacas en el sector cinematográfico español, según se desprende del decimoquinto Censo de Salas de Cine que AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación) ha elaborado con la colaboración de sus asociados Discine, Movierecord y Yelmo.
Este documento, según sus responsables, proporciona "una de las visiones más precisas del panorama de la exhibición cinematográfica en España" y ha sido completado mediante un "importante trabajo de investigación".
Las unidades básicas analizadas son locales de exhibición, pantallas/salas y butacas, y se ha tomado como referencia la fecha de 1 de Abril de 2012. En este informe se concluye que el número de locales de exhibición se sitúa en 756, disminuyendo en 7 locales (-0,9%) con respecto al último censo (abril 2011). El número de salas/pantallas también se reduce respecto al año anterior (de 3.932 a 3.886, con 91 altas y 137 bajas). Un leve descenso (-1,2%) si comparamos con la situación de hace un año.
En cuanto al número butacas se fija en 888.747, produciéndose una bajada de 10.203 (-1,1%). Un dato significativo es el progresivo aumento del porcentaje de salas/pantallas en locales de 10 o más salas que ha pasado del 10,8% de 1998 a prácticamente la mitad (48,3%) en 2012.

Avance en la digitalización

Por el contrario, de los datos se desprende el gran avance en la digitalización de salas con proyector digital que ya son 1.608 (el 41,4%), lo que supone un "fuerte incremento de 680 pantallas y 17,8 puntos porcentuales en un año". Si nos fijamos en el número de locales, 360 (un 47,6%, casi la mitad) ya poseen, al menos, una sala digital.
España cuenta con 887 salas con capacidad para proyectar en 3D, representando el 22,8% del total. También se produce un incremento en este tipo de salas respecto a 2011 (+152 / +4,1 puntos), aunque es más moderado que en el caso de las digitales.
En términos absolutos, las comunidades con más salas de estos tipos son Madrid(con 309 salas digitales y 152 en 3D), Cataluña (con 302 y 163) y Andalucía (con226 y 111). En el otro extremo, se encuentran La Rioja (16 digitales y 9 3D), Cantabria (14 y 8) y Ceuta y Melilla (1).
En términos relativos, las comunidades donde las salas digitales suponen ya más de la mitad son Asturias (58,1%), Madrid (56,4%) y Canarias (55,1%). Y entre las de menor proporción se encuentran la Comunidad Valenciana (34,2%), Murcia (33,3%), Andalucía (32,9%), Castilla-La Mancha (31,0%) y Ceuta y Melilla (12,5%).
En cuanto a las comunidades con mayor porcentaje de salas 3D se encuentran Canarias (36,1%), Aragón (30,9%), Asturias (29,7%), País Vasco (29.6%) y Galicia (29,5%). En el otro extremo se encuentran Castilla-La Mancha (17,8%), Comunidad Valenciana (17,8%), Andalucía (16,2%), Murcia (14,5%) y Ceuta y Melilla (12,5%). Las comunidades con mayor número de salas son Cataluña con 750, Andalucía con 686 y Madrid con 548, que juntas agrupan la mitad de las existentes en España. En cuanto al ranking por provincias Madrid con 548 salas se sitúa en primera posición, seguida de Barcelona (516), Valencia (206) y Alicante (179).