14 de mayo de 2008

Ni perros... ni rumanos

ABC - 14/05/08

Ni perros... ni rumanos

JOSEP MARIA AGUILÓ.
El viernes de la pasada semana, los residentes y turistas del municipio mallorquín de Alcudia que pasaron frente a la tienda de informática «Beep», situada en la calle Pollentia, pudieron leer un cartel insólito, además de xenófobo y racista, que decía lo siguiente: «¡Aviso! Se prohíbe la entrada sin previo aviso a perros y rumanos, de lo contrario saldrán echando —en el cartel estaba escrito sin hache— hostias». Ese mismo día, la Policía Local lo retiró, pero las repercusiones de lo ocurrido se han prolongado hasta mediados de esta misma semana, en que el alcalde de dicho municipio, Miquel Ferrer, de Unión Mallorquina, ha enviado un escrito al cónsul de Rumanía en Baleares para disculparse y para condenar el incidente.
Sanción al comerciante
La Policía Local, por su parte, ha abierto diligencias por si lo escrito pudiera ser susceptible de una sanción. Por último, la cadena «Beep» condenó ayer enérgicamente con un comunicado «la presunta actuación xenófoba que uno de sus franquiciados ha manifestado a título exclusivamente personal en su tienda», a la vez que prevé sancionar también la actuación de este comerciante.
Por su parte, el dueño de la tienda se defendía la pasada semana diciendo que él no era racista y que el origen de su actuación había que buscarla en que en los últimos días se había producido una oleada de robos en tiendas de ropa, ferreterías, perfumerías y otros comercios de Alcudia.
«Ataque de ira»
En este sentido, el dueño de la tienda Beep señaló que su comercio, por ejemplo, había sufrido tres robos en unos pocos días, según él por personas de nacionalidad rumana. «Conozco la lengua que hablan y hay gente por aquí que los tiene fichados», declaró al periódico local «Última Hora». Además del cartel colocado en el exterior, el dueño puso en la luna del escaparate central una fotografía de los presuntos ladrones, tomada con una cámara de seguridad. «Una cosa que quiero dejar bien clara es que no soy racista; tengo clientes polacos, rumanos, marroquíes, uruguayos y demás, incluso tengo una opinión a mi favor de una cliente rumana referente a éstos que se dedican a robar por ahí», afirmó también, para añadir: «Cualquier persona puede tener un ataque de ira frente a cualquier colectivo, teniendo en cuenta que en poco más de una semana me han robado tres veces».
Según explicó, la última vez, en concreto, los delincuentes se apoderaron de dos ordenadores portátiles, por un valor aproximado de 2.000 euros. «Esto supone mi comida y la de mi familia durante un mes», señaló el hombre.
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