9 de mayo de 2008

Silencio y cautela en el Episcopado ante la ofensiva legal laicista de Zapatero

ABC - 09/05/08

Silencio y cautela en el Episcopado ante la ofensiva legal laicista de Zapatero

LAURA DANIELE. MADRID.
Silencio y cautela ha despertado ayer en el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española el anuncio de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la Comisión Constitucional del Congreso, de los planes del Ejecutivo de modificar la Ley de Libertad Religiosa «para avanzar en la condición de laicidad que la Constitución otorga a nuestro Estado».
Esta reforma de la normativa, que ya planteó el PSOE en su programa electoral, fue tratado ayer por los miembros de la cúpula directiva de la Iglesia española, que encabeza el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en su habitual reunión mensual. A la «espera de que el anuncio se concrete en una propuesta definida», fuentes eclesiales, aseguraron que «no ha sido ninguna novedad teniendo en cuenta la ofensiva laicista que viene defendiendo el Gobierno desde la pasada legislatura».
Instrumento contra la Iglesia
Pese a que la Iglesia «no teme» a priori una reforma de la Ley de Libertad Religiosa, como afirmó ayer el obispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, espera que el Gobierno no la convierta en un instrumento contra los seguidores de la fe mayoritaria en España, informa Efe.
Esa cuestión es la que más preocupa a algunos sectores de la Iglesia, sobre todo porque las iniciativas que defiende el programa electoral del presidente José Luis Zapatero en este sentido no son nada tranquilizadoras, al no delimitar hasta dónde será capaz de llegar el Gobierno con su «promoción activa» de la aconfesionalidad del Estado.
Así lo ha manifestado el director del Congreso de Católicos y Vida Pública, José Francisco Serrano, quien sostiene que el anuncio de la vicepresidenta «no terminará con una nueva ley sino con los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado». «La sana laicidad no confina a la religión a lo privado sino que la debe reconocer como una presencia comunitaria pública», aseguró.
El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia también ve en esta reforma «otros objetivos ocultos», ya que, «a diferencia» de lo anunciado por la vicepresidenta, «la actual ley ya contempla garantías para la libertad de conciencia e incorpora los acuerdos vigentes entre el Estado y las otras confesiones religiosas».
La negativa del PP a esta propuesta, también se volvió a oír ayer, al acusar a De la Vega de utilizar esta cuestión como «cortina de humo» para ocultar la crisis económica. En concreto, el secretario general del grupo popular, José Luis Ayllón, pidió al Gobierno que «se deje una vez por todas de cerrar iglesias» y se ocupe de «solucionar los problemas de los españoles, sobre todo los económicos, derivados de la subida del paro, de los precios y de las hipotecas».
La iniciativa del Ejecutivo de Zapatero, encontró, sin embargo, buena acogida entre la comunidad judía, quien consideró necesario que las religiones minoritarias gocen de las mismas «ventajas» que la Iglesia católica. Asimismo, recalcaron que durante el gobierno socialista «hemos tenido unos avances muy significativos que nosotros aplaudimos y agradecemos. Hay un largo camino que recorrer y creemos que, en esta legislatura, Zapatero irá hacia una equiparación de todas las religiones».