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10 de febrero de 2019

El PP, Ciudadanos y Vox reúnen a decenas de miles de personas en Madrid contra la “traición” de Sánchez


El PP, Ciudadanos y Vox reúnen a decenas de miles de personas en Madrid contra la “traición” de Sánchez

Casado, Rivera y Abascal posan juntos por primera vez y acusan a Sánchez de ceder a las 21 condiciones de Torra


EL PAIS -  Madrid 10 FEB 2019 - 17:35 BRST

De izquierda a derecha: Rocío Monasterio (Vox), Javier Ortega Smith (Vox), Santiago Abascal (Vox), Cristiano Brown (UPyD), Javier Maroto (PP), Pablo Casado (PP), Carmen Moriyón (Foro Asturias), Yolanda Ibáñez (UPN), Begoña Villacís (Ciudadanos), Albert Rivera (Ciudadanos) e Ignacio Aguado (Ciudadanos). CARLOS ROSILLO | EPV

La concentración contra el Gobierno de Pedro Sánchez convocada este domingo en Madrid por PP y Ciudadanos y apoyada por Vox congregó a decenas de miles de personas en Madrid —45.000 según la delegación del Gobierno y 200.000 según los organizadores—. Por primera vez posaron juntos el líder del PP, Pablo Casado; el de Ciudadanos, Albert Rivera; y el de Vox, Santiago Abascal, imagen que escenificó la unidad de la derecha en España: del centroderecha de Ciudadanos a la extrema derecha de Vox. En su manifiesto conjunto acusaron de "traición" a Pedro Sánchez y de haber cedido a las 21 exigencias de Quim Torra que el Gobierno en realidad ignoró.

"El tiempo de Pedro Sánchez ha acabado. No cabe más rendición socialista ni más chantaje independentista. Hoy empieza la reconquista", ha declarado Casado antes de la lectura del manifiesto. En la misma línea se expresó Rivera: "Estamos reventando Colón. Va a haber un antes y un después de esta concentración. Es el final de una legislatura agotada”. Abascal aseguró que "el golpe" en Cataluña debe "sofocarse hasta las últimas consecuencias".  Los tres fueron recibidos en la plaza de Colón con gritos de "¡Presidente! ¡Presidente!".

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Los partidos convocantes habían pactado no hacer mítines políticos sobre el escenario y dejar que fueran miembros de la "sociedad civil" —finalmente fueron tres periodistas— quienes leyeran el manifiesto.  Al PP le preocupaba que un discurso político desde la tribuna diera mayor protagonismo a Abascal, y Rivera aceptó que el formato fuera finalmente el de la lectura de un texto consensuado. A ambos partidos les inquietaba, además, que los grupos de extrema derecha que se sumaron a la protesta, como Falange Española y de las JONS, acudieran a Colón con banderas preconstitucionales, pero su presencia ha pasado desapercibida.

“Compartimos el hartazgo de la inmensa mayoría de los españoles ante la deriva suicida del Gobierno de Pedro Sánchez. Hoy estamos aquí reunidos para decirle al Gobierno de España que no estamos dispuestos a tolerar más traiciones ni concesiones frente a aquellos que quieren destruir nuestra patria”, leyeron los periodistas desde la tribuna. 

Casado, Rivera y Abascal subieron al escenario tras la lectura del manifiesto para una foto de familia, pero lo hicieron con representantes de otros cuatro partidos (Foro Asturias, UPN, PAR y UPyD) entre una melé de políticos. Ciudadanos evitó esa foto con Vox durante toda la negociación en Andalucía, con la intención de no asociar su imagen a la extrema derecha. Pero este domingo ha cambiado de estrategia. La composición de la imagen ha dejado al líder del PP en el centro, y a cada lado a Rivera y Abascal, aunque estos dos separados por siete personas. Manuel Valls, candidato a alcalde de Barcelona, no ha subido al escenario. Es una de las voces más críticas con Vox en el entorno de Ciudadanos. La líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, no llegó a tiempo según fuentes oficiales del partido por un retraso en su avión.

Vista aérea de la plaza de Colón durante la concentración.
ver fotogaleríaVista aérea de la plaza de Colón durante la concentración. JAIME VILLANUEVA

Ciudadanos aseguró a la una de la tarde, poco después de la lectura del manifiesto, que la asistencia era de más de 50.000 personas, cantidad que 20 minutos después amplió a 200.000 con el cómputo de calles aledañas. El PP, que había fletado decenas de autobuses desde toda España, también habló de 200.000. Entre los asistentes estaba el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que en la reciente convención ideológica de los populares aseguró que el nacionalismo es "la peste". Casado llamó a todos sus barones a participar. Los dos más importantes, Alberto Núñez Feijóo, de Galicia, y Juan Manuel Moreno, de Andalucía, cambiaron sus planes a última hora para poder asistir. María San Gil, que dejó la primera línea de la política por sus desencuentros con Mariano Rajoy y el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja, acudieron a título personal. El presidente del PP quería que la concentración fuera una demostración de fuerza y dar imagen de unidad tras las críticas internas por su escalada verbal y por haber resucitado el debate del aborto.

El PSOE ha reaccionado a la concentración en Colón asegurando que ha sido un fracaso de convocatoria. "Se demuestra que las ideas unen, la crispación no", aseguran fuentes socialistas, informa José Marcos.

El acto ha terminado con el himno de España y vivas al Rey. Previamente, DJ Pulpo, que suele amenizar los actos del PP, entretuvo al público con temas de reguetón. No hubo banderas de los partidos políticos, pero sí multitud de pancartas contra el presidente y contra los independentistas. En la que repartía Vox se leía: "Golpistas a prisión". El PP advierte de que esta es solo la primera. Casado, que no tiene los votos necesarios en el Parlamento, quiere llevar "la moción de censura a la calle".


13 de febrero de 2018

El Congreso rechaza investigar los atentados de Barcelona y Cambrils

El Congreso rechaza investigar los atentados de Barcelona y Cambrils
Ciudadanos no logra el apoyo de ningún grupo para crear una comisión de investigación

EL PAIS -  Madrid 13 FEB 2018 - 17:17 BRST

Jose Manuel Villegas, Guillermo Diaz, Juan Carlos Girauta y Albert Rivera, durante el pleno.rn
Jose Manuel Villegas, Guillermo Diaz, Juan Carlos Girauta y Albert Rivera, durante el pleno. JAIME VILLANUEVA EL PAÍS

El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este martes la proposición no de ley presentada por Ciudadanos para crear una comisión de investigación sobre los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto de 2017. El PP ha pedido a Ciudadanos que retirara la iniciativa antes del pleno al considerar que carecía de sentido y el PSOE la ha considerado irresponsable. El resto de grupos, con la abstención de Unidos Podemos, tampoco le ha dado su apoyo.

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Los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, reivindicados por el Estado Islámico, causaron 17 muertes y 152 heridos. Fueron los primeros ataques efectuados por yihadistas en suelo español desde los atentados de Madrid en marzo de 2004. La propuesta de Ciudadanos, defendida por Juan Carlos Girauta, considera que la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fue ejemplar, pero la gestión de la alerta terrorista de agosto de 2017 y la investigación posterior “han puesto de manifiesto fallos de coordinación” y “errores” que afectan a la imagen de la lucha antiterrorista y siembran dudas sobre la preparación de España frente a la amenaza.

En concreto, dudas en torno a las comunicaciones y avisos que la inteligencia de EE UU hizo llegar al Gobierno y a la Generalitat sobre la amenaza inminente de atentado en Cataluña. También sobre el nivel de colaboración y de información mutua entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los Mossos d'Escuadra, después de conocerse el intento de destruir pruebas de esas comunicaciones por parte de algunos agentes de la policía autonómica catalana.

El partido de Albert Rivera también juzga controvertido el papel de Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll previamente fichado y controlado por las fuerzas de seguridad, en la preparación del atentado y la radicalización de sus autores. Y que, a pesar de las advertencias de la juez de Amposta tras hallar indicios terroristas, no se siguiera una investigación después de la explosión de la casa de Alcanar, en la que murió Es Satty y resultaron heridas otras siete personas, el día antes del ataque.

Por estas razones, Ciudadanos consideraba necesaria la apertura de una comisión de investigación sobre los atentados, cuya finalidad no sería depurar responsabilidades políticas, sino investigar a fondo lo sucedido “mejorar la preparación de nuestro país ante una de las grandes amenazas globales”.

Antes del pleno, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, ha anticipado el voto negativo de su formación a esta iniciativa y ha pedido a Ciudadanos su retirada, al considerar que no tenía sentido asegurar en la exposición de motivos que no trataba de depurar responsabilidades políticas “cuando es evidente que los fines de una comisión de investigación es precisamente la depuración de responsabilidades políticas”.

El PP se ha mostrado sorprendido por la iniciativa por ser un asunto que se ha tratado en el Pacto Antiyihadista, en el que “se han dado explicaciones a las dudas planteadas por las formaciones políticas”. “Me parece que cuando hay una investigación judicial abierta, abrir en el Congreso una investigación paralela que, encima, no pretende depurar ninguna responsabilidad, pues no tiene sentido”, ha asegurado Hernando, quien, en todo caso, ha considerado que esa iniciativa tendría más sentido en el Parlamento catalán.

Por su parte y también antes de celebrarse el debate, la portavoz del PSOE, Margarita Robles, ha acusado a Ciudadanos de utilizar de forma partidista la lucha antiterrorista y ha dicho que su iniciativa supone una "irresponsabilidad" de "especial gravedad". Robles ha acusado al partido de Rivera de cuestionar el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de utilizar la lucha contra el terrorismo para un "acto de lucimiento político" y como arma de confrontación entre los partidos.

Ciudadanos ni siquiera ha querido hablar de las enmiendas presentadas por el PDeCAT, destinadas a reconocer el papel de los Mossos ante los atentados. Para el partido catalán, se trataba de una comisión de la que los proponentes "ya tienen las conclusiones: hay descoordinación y hay que recortar competencias a los Mosos".

El PNV también ha criticado la iniciativa por lanzar la sospecha sobre la descoordinación entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y la policía autonómica catalana, mientras que ERC ha puesto el énfasis en los vínculos de Abdelbaki Es Satty, colaborador del CNI, con el Estado.

UNA LEY CONTRA LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS
El pleno del Congreso ha apoyado tramitar una ley que impulse la transparencia en la contratación, impida las cláusulas abusivas y dé mayor protección a los consumidores. La proposición de ley, presentada por el PSOE, solicita que se garantice que los consumidores han comprendido no solo el significado general del contenido de un contrato, sino también su alcance jurídico y económico.
La iniciativa plantea que jueces y tribunales puedan aplicar de oficio un control, examinando si los términos del contrato predispuesto garantizan que el contratante ha comprendido sus términos, incluyendo los riesgos. La iniciativa insta a que ese control se efectúe tanto en la contratación presencial como en la realizada a distancia o de forma electrónica, ya sea pública o privada.


21 de diciembre de 2017

Ciudadanos gana, pero el independentismo mantiene la mayoría

Ciudadanos gana, pero el independentismo mantiene la mayoría
Junts Per Catalunya, ERC y la CUP suman 70 diputados



Una persona vota en el Pabellón Municipal de Palau durante las elecciones autonómicas del 21D. AGUSTÍ ENSESA / VÍDEO: EFE

Las elecciones más anómalas de la historia de Cataluña arrojaron este jueves un escenario de difícil gobernación para esta comunidad que amenaza con afectar a toda la política española. Ciudadanos ganó por primera vez las elecciones catalanas pero la suma de formaciones independentistas sigue conservando una ajustada mayoría absoluta el Parlament, lo que abre la puerta a que se mantenga la inestabilidad política de los últimos cinco años. Los pactos serán imprescindibles para tejer cualquier gobierno y los antisistema de la CUP seguirán teniendo la llave de la gobernabilidad del bloque secesionista. Otra dificultad añadida es que hasta ocho diputados electos independentistas se encuentran en prisión o con una orden de detención, lo que les puede dejar en la práctica fuera del Parlament.

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Los resultados de las elecciones con las que el Gobierno de Mariano Rajoy quiso acabar con el proceso independentista no dan garantías de que Cataluña pase página a este conflicto político. Ciudadanos fue el claro vencedor ante un independentismo que en esta ocasión acudía dividido a los comicios. El partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas tuvo un resultado histórico con el 25% de los votos y 37 escaños, once más que hasta la fecha. En segunda posición aguantó la nueva marca de la extinta Convergència, Junts per Catalunya, encabezada desde su refugio belga por Carles Puigdemont, que lidera el independentismo con 34 escaños. En tercera posición quedó Esquerra Republicana que no consiguió su objetivo de ejercer la hegemonía independentista y se quedó con 32 diputados. Los socialistas apenas remontan y suman un diputado a los 16 que tenían hasta ahora, mientras que el referente catalán de Podemos, Catalunya en Comú, perdió tres escaños y se quedó con ocho. Los antisistema de la CUP, que han condicionado la vida política de los últimos dos años forzando la independencia unilateral, salen castigados también y se quedan con cuatro de los ocho escaños que tenían.

Pese a la clara victoria de Ciudadanos, los de Inés Arrimadas difícilmente podrán gobernar. Ni sumando sus escaños a los de los socialistas y del Partido Popular (3 escaños) alcanzan la mayoría de 68 diputados en la que está fijada la mayoría absoluta. Concretamente suman 57, lo que les aleja de la presidencia.

Ciudadanos ha conseguido capitalizar la mayor parte del voto contra el independentismo pero en esta operación ha dejado sin aire a los partidos que podrían haberle acompañado en la operación de acabar definitivamente con el proceso independentista. Y es que los socialistas de Miquel Iceta no han alcanzado las expectativas y se han quedado lejos de la remontada que les vaticinaban las encuestas. En el caso del PP la jornada se saldó con un naufragio en toda regla al perder la mitad de los escaños y al quedarse sin grupo propio en el Parlament. Tampoco pueden contar con el apoyo de Catalunya en Comú Podem, que ya vetó un pacto con una coalición de gobierno que incluya a PP o Ciudadanos.


11 de diciembre de 2017

Arrimadas se compromete a “levantar alfombras” y a hacer una auditoría de gasto si es presidenta

Arrimadas se compromete a “levantar alfombras” y a hacer una auditoría de gasto si es presidenta
La candidata de Ciudadanos asegura en Tarragona que "ganar por primera vez al nacionalismo no es una utopía, es una realidad"

EL PAIS -  Barcelona 10 DIC 2017 - 15:07 BRST

Rivera y Arrimadas, este domingo en Tarragona. J. LL. SELLART / ATLAS

La candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del próximo 21 de diciembre, Inés Arrimadas, ha llamado este sábado a "enterrar la etapa negra de Cataluña con votos naranjas", y ha augurado que el 21D será una "fecha histórica" para el proceso soberanista, la de "su fecha de caducidad", porque su partido es "garantía de cambio". Arrimadas ha protagonizado un acto de campaña en la plaza Imperial Tarraco de Tarragona junto al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y el candidato por esta provincia, Matías Alonso, que ha reunido a unas 1.300 personas.

Arrimadas ha resaltado que “quedan once días” para que la “pesadilla del procésse acabe” y ha denunciado que el procés ha tapado durante años los “problemas reales de los catalanes”, como educación, sanidad o dependencia. “No nos ha traído ni una cosa buena: solo hemos tenido enfrentamientos, amenazas, discusiones y caos, ha hecho que se marchen 3.000 empresas y también el ahorro de los catalanes, que se han sentido inseguros e indefensos”. Ha anunciado también un “plan de choque” para que vuelvan a Cataluña, y ha asegurado que si accede a la presidencia acudirá a la Conferencia de Presidentes para “luchar por un mejor sistema de financiación” y por el Corredor Mediterráneo, que ha calificado de “infraestructura imprescindible”.

La candidata asegura que si llega a la presidencia de la Generalitat se compromete a “hacer una auditoría” del gasto del Ejecutivo catalán, “levantar alfombras” y destinar el dinero que se ha dirigido el procés a políticas sociales. También ha afeado a Puigdemont que los parados, los autónomos o los que están en listas de espera en la sanidad pública catalana "no se pueden ir a Bruselas, porque tienen que quedarse aquí pagando sus facturas".

Durante su intervención, Arrimadas ha asegurado que Ciudadanos es la "única garantía de cambio" en Cataluña, porque es el voto "nítido y claro" que puede "derrotar" al nacionalismo y al proceso independentista, que no ha tenido "ni la mayoría social, ni el apoyo internacional, ni la razón".

Así, la candidata a las elecciones del 21 de diciembre ha llamado a los catalanes a "enterrar la etapa negra de Cataluña con votos naranjas" y ha apelado en numerosas ocasiones al cambio en su discurso, un "cambio de rumbo" que ve "posible" en Cataluña, como apuntan varios sondeos: "El cambio es posible, no es una utopía. Ganar por primera vez al nacionalismo no es una utopía, es una realidad", ha clamado.

Arrimadas ha reivindicado así un "cambio" en Cataluña y no un "recambio de políticas nacionalistas". "Un cambio en Cataluña, señor Puigdemont, significa empezar a unir, un cambio significa preocuparse por los problemas y no generar nuevos; un cambio, señora Rovira, es mirar al siglo XXI y a Europa y no a 1714; un cambio, señor Romeva, es gastar el dinero para que no haya barracones en las escuelas en lugar de abrir embajadas para vender un proceso que nadie compra; un cambio es respetar a todos los catalanes", ha desgranado.
Arrimadas, así, ha señalado que Puigdemont ha sido el presidente "del proceso y de la confrontación", mientras que ella quiere ser la presidenta de la convivencia, de las políticas sociales, la presidenta que quiere que vuelvan las empresas".

Rivera, por el "cambio absoluto"
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha defendido que el voto a su formación representa el "cambio absoluto" en Cataluña después de cuarenta años de nacionalismo, frente al "conformismo" del PP y los "complejos" del PSC, que servirá además para "abrir una nueva etapa" en España.

En su discurso, el líder de Ciudadanos ha asegurado que "solo" el voto a la formación naranja sirve para que haya en Cataluña un "cambio absoluto" en las elecciones del 21 de diciembre: "Estamos votando un cambio absoluto tras cuarenta años de nacionalismo, y esto es lo que vais a votar con la papeleta naranja, con un proyecto integrador y con las manos limpias", ha dicho.

Según Rivera, este "cambio absoluto" no puede venir de la mano del "conformismo" del PP ni de los "complejos" del PSC, partidos que, además, han hecho un "intercambio de cromos" con los nacionalistas, un cambio que abrirá la puerta a una "nueva etapa en España" cuando Ciudadanos demuestre su capacidad de gobierno en Cataluña.


El presidente de Ciudadanos también ha cargado contra los independentistas y, en concreto, contra el expresidente de la Generalitat y candidato de Junts pel Catalunya, Carles Puigdemont, del que ha dicho: "Milita en el PDeCAT, piensa como uno de ERC y actúa como la CUP".

15 de agosto de 2016

ALBERT RIVERA. TRIBUNA: A mis compatriotas socialistas

A mis compatriotas socialistas

Los miembros del PSOE deben pensar más en su país que en quién lidera su partido. Pedro Sánchez fue valiente al dar el paso para la investidura tras el 20D, y ahora puede asumir el sentido de Estado que está mostrando Ciudadanos

A mis compatriotas socialistas
EL PAIS -  EVA VÁZQUEZ

España vive un momento crucial y a su vez delicado en su historia, el más importante en democracia desde la Transición. Nos toca a todos los españoles, y en particular a los líderes políticos, demostrar si aquella intensa y exitosa etapa, germen de nuestra democracia moderna, fue simplemente un oasis de coraje, sentido de Estado y capacidad de ceder y acordar, o si realmente abrimos por entonces una sólida etapa de grandes consensos, de estabilidad y de progreso que hoy perdura.

Desde aquellos años en los que se elaboró una Constitución para todos, o se sellaron los Pactos de la Moncloa; desde los años de modernización de España en los primeros gobiernos de Felipe González; desde la lucha por los valores constitucionales y contra el terrorismo de los constitucionalistas vascos, liderada por Nicolás Redondo y Mayor Oreja; desde entonces, los socialistas españoles, en el Gobierno o en la oposición, con más o menos escaños, con errores y aciertos, siempre han sido coprotagonistas de los momentos importantes de la democracia española.

Después de las elecciones del 20D, el mapa político español cambió como nunca lo había hecho en 30 años. Los españoles dieron la victoria al Partido Popular, pero con 63 escaños menos que en 2011, y al PSOE le otorgaron 20 escaños menos que en la anterior cita electoral. Los españoles obligaban así a los viejos partidos a dejar de darse la espalda para tener que darse la mano y abrir un espacio mínimo de diálogo. Pero ni socialistas ni conservadores parecen haber entendido ese mensaje, y hasta la fecha se han negado a ponerse de acuerdo entre ellos.

Aunque Rajoy no sea el adecuado para liderar la nueva etapa, el país debe ponerse en marcha

La negativa de Rajoy al Rey para ir a la investidura provocó una crisis institucional sin precedentes, al no existir ningún mecanismo constitucional previsto frente a la parálisis que provocaba una decisión táctica y poco responsable del líder conservador. Fue entonces el PSOE y Pedro Sánchez quienes dieran un paso al frente para evitar el bloqueo intentando la investidura. Y fue Ciudadanos quien, en un ejercicio de responsabilidad, negoció con el candidato propuesto por el Rey un acuerdo con más de doscientas reformas necesarias para los españoles.

Quienes hoy intentan buscar apoyos y pedir que no se bloquee la investidura de su candidato, Mariano Rajoy, son los mismos que hace unos meses en vez de poner en valor aquel intento de desbloqueo, se dedicaron a descalificar un acuerdo que no habían leído hasta hoy. Quienes en vez de analizar qué reformas se podían llevar a cabo en aquel posible gobierno constitucionalista, reformista y de progreso, prefirieron criticar que dos partidos constitucionalistas intentaran un acuerdo desde la centralidad política española. Lejos de renegar de aquel trabajo de negociación de los equipos de Ciudadanos y PSOE, estoy satisfecho de haber alcanzado un acuerdo con 200 reformas. Un acuerdo que es, sin duda, una buena base para cualquier negociación futura entre partidos constitucionalistas. Y quiero reconocer que aquella decisión de Sánchez de decirle  al Rey e intentar articular un gobierno frente a la pinza de bloqueo de Iglesias y Rajoy fue necesaria y valiente. El secretario general del PSOE agradeció en público el sentido de Estado de Ciudadanos, y yo quiero hacerlo también hoy con ellos.

Ahora bien, después de la nueva convocatoria electoral, la voluntad de los españoles manifestada en las urnas obliga al PSOE a tomar una decisión importante para el PSOE, pero sobre todo importante para España. Urge un Gobierno, urgen reformas, urge acción. Ante semejante escenario, el PSOE puede o bien mantenerse al margen de cualquier negociación política, o bien permitir con su abstención arrancar la legislatura. De este modo podría exigir a un gobierno en minoría del PP, como haría Ciudadanos, las reformas, la regeneración y el control a la corrupción que nunca ha querido hacer el partido de Rajoy.

El PSOE puede estar al margen o abstenerse, y así exigir a un Gobierno las reformas necesarias

A diferencia de muchos otros políticos, e incluso muchos de sus propios líderes históricos, yo no le voy a pedir en estas líneas a la dirección actual del PSOE que se abstenga o vote a favor en la investidura de Mariano Rajoy, ya que es un partido autónomo, con miles de militantes, y con más historia que ninguna otra formación política española. Son ellos los que deben tomar sus propias decisiones. De hecho, puedo entender —aunque no compartir— su posición inmovilista actual. Para Ciudadanos, pensando solo en nuestro interés partidista y vista la pasividad y falta de determinación de Rajoy, lo más cómodo sería usar nuestros 32 escaños para votar no al actual presidente en funciones, aunque quedara bloqueada España. Sin embargo, preferimos utilizarlos para desbloquear España, exigiendo reformas y regeneración.
Pero al menos sí me gustaría que mis compatriotas socialistas, con quienes comparto un proyecto común diverso y unido, España, con los que comparto preocupación por el desafío a la convivencia en Cataluña, mi tierra, con los que he compartido manifestaciones de condena y lucha contra el terrorismo o con quienes comparto un proyecto federal para Europa, entre otras cosas, reflexionaran sobre el papel que quieren jugar en estos momentos decisivos para España. Me gustaría que se sumaran a nuestro sentido de Estado. En política, como en otras facetas de la vida, muchas veces nos toca escoger entre la solución mala y la menos mala. Los españoles no han querido que el cambio llegue al Gobierno de España aún, pero ha llegado al Congreso, y desde una oposición responsable y no populista, tanto el PSOE como Ciudadanos podemos desempeñar un papel clave para la estabilidad y el progreso de España.
En Ciudadanos hemos decidido que aunque no nos gusta el actual Gobierno ni creemos que Mariano Rajoy sea la persona adecuada para liderar una nueva etapa, es imprescindible que la legislatura y el país se pongan en marcha, atendiendo al resultado electoral del 26J. Ya han pasado casi 300 días desde que se convocaron las elecciones del 20D. No es momento de desentenderse de España, es momento de preocuparse y ocuparse más que nunca, para enderezar el rumbo perdido en la última década, y conseguir que los ciudadanos piensen de nuevo que la política y los políticos no somos el problema, sino parte de la solución.

Un ilustre socialista me dijo un día una frase que comparto plenamente: la mejor manera de mantener el liderazgo al frente de un partido político es tener liderazgo y proyecto para tu país. Espero y deseo que los actuales dirigentes socialistas piensen más en nuestro país y en nuestros compatriotas y menos en quién liderará su partido en un futuro. Les deseo suerte y acierto en su decisión por el bien de España.

Albert Rivera es presidente de Ciudadanos.