Arzalluz ve «muy grave» la captura de «Thierry», por haber sido «negociador»
S.N. BARCELONA
El ex presidente del PNV Xabier Arzalluz considera «muy grave» que el Gobierno haya detenido a un «negociador», al etarra Francisco Javier López Peña, «Thierry», que se reunió con emisarios del Gobierno durante el «proceso de negociación que abrió el Ejecutivo de Zapatero con ETA. Se preguntó: «¿A qué viene esta alegría?» con esta detención. Pero «Thierry», además de negociador es, según Pérez Rubalcaba, quien ordenó los últimos atentados.
En declaraciones a TV3. Arzalluz aseguró, en contra de lo que sostiene el Ministerio del Interior, que López Peña no es el «número uno» de ETA, y precisó que su detención ha sido un «show» organizado para «contrarrestar la impresión» de que el Gobierno no controla la situación tras los últimos atentados. «¿Quién de ETA quiere negociar con gente que lo primero que hace es cortar la cabeza del que ha estado allí, del mensajero? Es muy grave», espetó Arzalluz, al tiempo que dijo que si él fuera uno de los interlocutores socialistas que trataron con «Thierry» «pondría tierra de por medio».«¿Sabes lo que ha dicho cuando lo llevaban detenido? Ha gritado: «Cuando saquen mi nombre van a caer todos los que estuvieron ahí», dijo el ex presidente del PNV en alusión a las negociaciones, tras participar en una conferencia en Gerona, informa Ep.
«No es la cúpula»
A su juicio, después de atentados «muy duros» como el de Legutiano, «desde el poder, (Alfredo Pérez) Rubalcaba» vio la necesidad de «escenificar y dar golpes para contrarrestar esa impresión y hacer que se creyera que el Gobierno domina la situación. Hasta ayer creíamos, y no porque supiéramos, que «Ternera» era el jefe «político» y «Txeroki» el jefe «militar», y ahora nos sacan de la manga de la noche a la mañana a este llamado «Thierry», que ahora resulta que este es el capo supremo», sentenció. E insistió: «Aunque el Gobierno diga que ha detenido a la cúpula de ETA, esto no es así».
A continuación detalló su teoría. «Este «Thierry» debió participar, por las noticias que tengo, en las conversaciones últimas del Gobierno, ETA, PSOE y Batasuna (...) A este hombre le vieron, le siguieron y lo tenían localizado en Burdeos», explicó.Por ello, según Arzalluz, después del atentado de Legutiano, el Gobierno consideró conveniente «dar un show» y «cogieron al que tenían controlado». En este contexto, Arzalluz llegó a lamentar: «Hay gentes de ETA que participan en unas negociaciones y en estas negociaciones con el enemigo se suele respetar un poco la figura de los que participan, y aquí se lo han cargado». Más aún, dijo que ahora «puede pasar que ETA reaccione de forma muy dura». Además, afirmó que «toda la política» del presidente del Gobierno, con respecto al País Vasco, consiste en «liquidar a Ibarretxe y poner a un Montilla en Euskadi», en alusión a Patxi López. Sobre el PNV, señaló que si había gente que pensaba que la línea de Ibarretxe era «dura y hasta arriesgada, se han ido retirando. Me atrevo a afirmar que la gente del partido, los que no mandan, están con Ibarretxe a muerte, y hoy cualquier dirigente del PNV que de una forma un poco abierta vaya en contra de Ibarretxe se juega el cuello».
Utilización de las víctimas
También fueron polémicas las declaraciones del dirigente de CiU Quico Homs, responsable de la negociación sobre la financiación autonómica. «Es muy gordo lo que diré ahora, pero lo que se ha demostrado en estos últimos 35 años es que al Estado español le impresionan más 90 muertos que el 90 por ciento del Parlamento de Cataluña y si no repasen quién tiene concierto económico y quién no lo tiene».
Con esta alusión a las víctimas de ETA, justificó Homs el hecho de que el País Vasco disfrute del Concierto Económico, que CiU reclama ahora para Cataluña. En declaraciones a la emisora RAC 1, Homs añadió que «en el Estado español, tanto los de derechas como los de izquierdas, cuando les vas con planteamientos democráticos, se te ríen un poco».