31 de agosto de 2014

Denuncia a un cura al “negar” la comunión a una feligresa

Denuncia a un cura al “negar” la comunión a una feligresa

http://www.diariojaen.es/provincia/item/69718-denuncia-a-un-cura-al-negar-la-comunion-a-una-feligresa

Publicado en Provincia Escrito por  Esperanza Calzado 26 Agosto 2014


 En la fotografía, la familia denunciante, a las puertas de la parroquia de Santa Águeda. La menor lleva el mismo vestido que el día en que ocurrieron los hechos denunciados.

En la fotografía, la familia denunciante, a las puertas de la parroquia de Santa Águeda. La menor lleva el mismo vestido que el día en que ocurrieron los hechos denunciados. Joaquín Castillo

Denuncia por humillación pública de una menor. Es el argumento que esgrimió una familia de Sorihuela del Guadalimar para llevar su queja contra el párroco del municipio hasta el cuartel de la Guardia Civil de Castellar. El motivo que alegan es que el cura se “negó” a darle le comunión a su hija por no ir vestida “de forma adecuada”.


Los hechos se remontan al pasado 7 de agosto. La hija de Alfonsa Rubio, de 16 años, asistió al funeral del abuelo de un amigo, a las ocho de la tarde, en la parroquia de Santa Águeda. Según argumenta la madre, al acercarse a recibir la eucaristía, “le fue negada” por el párroco, Jesús Fernández Rodríguez. “Le dijo que no podía dársela porque no iba adecuadamente vestida”, critica. Este hecho produjo, según sus palabras, una “gran tensión ambiental” en el templo. Al acabar la misa, Alfonsa Rubio se acercó hasta la sacristía para hablar con el cura. “Le recriminé la situación tan vergonzosa y humillante en la que puso a mi hija, con la iglesia abarrotada, sobre todo, de mayores, que son los que habitualmente van a las misas, pero él se justificó con lo de la ropa”, relata la madre de la menor.

“Por entender que la comunión es un sacramento que no se le puede negar a nadie a no ser que se esté en pecado mortal, lo comuniqué al arcipreste de la zona y, a continuación, al vicario general de la Diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas”, continúa Rubio. Es más, el pasado 11 de agosto interpuso la denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Castellar por “humillación pública a una menor de edad”. Ese mismo día, el médico le diagnosticó a la joven “ansiedad reactiva” a consecuencia de estos hechos, esgrime la madre. El deseo de la familia es que Jesús Fernández Rodríguez se disculpe en el mismo escenario en que se produjo el incidente. Tanto es así, que no tienen ninguna objeción en retirar la denuncia una vez que el cura se haya retractado.

Por su parte, fuentes del Obispado anunciaron a este periódico la intención de escuchar a todas las partes implicadas en el caso. Después de pedir disculpas por el dolor que se le haya podido ocasionar a la familia de Sorihuela del Guadalimar durante la celebración, el Obispado informa de que el obispo, Ramón del Hoyo, tiene prevista una reunión con el párroco, lo mismo que con la alcaldesa del municipio, Ana Belén Rescalvo, para escuchar sus versiones. Explica que los propios afectados fueron recibidos por Francisco Juan Martínez Rojas, un encuentro durante el cual, relatan las mismas fuentes, en ningún caso se puso en tela de juicio la labor que realiza el cura para colaborar con la comunidad, todo lo contrario. La queja, pues, se centró en los hechos ocurridos el 7 pasado 7 de agosto.

Finalmente, la alcaldesa del municipio acusa a la familia de exagerar todo lo ocurrido. “El párroco —que en septiembre hará un año que está en el municipio— es una excelente persona. Siempre está al lado de los vecinos que lo necesitan y ha puesto las cosas como tienen que ser”, defiende Ana Belén Rescalvo. La dirigente recuerda que son muchos los templos en los que los turistas deben taparse los hombros para poder entrar y que ella misma lo hace cuando tiene que acudir a misa. En cuanto a lo ocurrido, Rescalvo matiza que el párroco no se negó a darle la comunión, sino que le pidió que se cubriera los hombros y, después, regresase. Explica, además, que el cura ya avisó, en varias ocasiones, a la joven de que no podía acudir en tirantes a misa y considera “una provocación”, que lo hiciera el día del funeral.

Indumentaria. La madre defiende, a capa y espada, que su hija no iba vestida de forma poco apropiada. El cura colgó, en la entrada del templo, un cartel en el qué se indica que indumentaria no es adecuada para ir a la iglesia —tirantes o pantalón corto—.
firmas. Alfonsa Rubio recogió 279 firmas para denunciar los hechos ocurridos, para adjuntarlas al expediente. La alcaldesa, sin embargo, critica que estas firmas son de personas que residen fuera del municipio.

Vecinos apoyan al sacerdote
Son varias las voces que salen a favor de Jesús Fernández Rodríguez. Una comisión delegada —en la que participó, incluso, el juez de paz— acudió a reunirse con el vicario general de la Diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas para defender la labor que el párroco realiza en el municipio, según explicó el Obispado. Agradecen y aplauden el hecho de que el cura se implica en el día a día de la comunidad y ayude a los más necesitados.

30 de agosto de 2014

Barenboim: “En Oriente Próximo solo impera la terquedad”

Barenboim: “En Oriente Próximo solo impera la terquedad”

Daniel Barenboim demuestra que es posible vivir en paz con su orquesta de músicos judíos, palestinos, árabes y españoles

Barenboim , hace unos días en Madrid. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Rebelde pero contundente a la hora de imponer su autoridad, el liderazgo de Daniel Barenboim (Buenos Aires, 1942) trasciende lo meramente musical. Políglota y poliédrico, sus identidades confluyen en un cosmopolitismo global que le hace al tiempo judío de fuertes paradojas, argentino de raíz intensa y español por gusto y sentido de adopción. Se dio a conocer como niño prodigio en su ciudad natal, pronto emigró a Israel con sus padres, saltó a Europa donde se consagró primero como pianista y después como uno de los directores de orquesta más suculentos y profundos de su tiempo. No rehúye polémicas sino que las atiza, es capaz de recoger un premio en Israel y reivindicar en sus palabras de agradecimiento la necesidad de un Estado palestino o interpretar a Wagner en la tierra de David. Escribe al alimón con Felipe González un libro sobre el liderazgo, y extiende la dimensión del invento que parió junto al pensador palestino Edward Said del West-Eastern Divan, una orquesta en la que se unen judíos, palestinos, árabes y españoles para demostrar al mundo que pueden convivir en paz. Empeñado ahora en reivindicar a músicos como Edward Elgar (1857-1934), de quien acaba de grabar su segunda sinfonía para Decca, recién ungido por el éxito nostálgico de haber regresado a tocar el piano al teatro Colón junto a su amiga Marta Argerich, Barenboim, siempre vitalista y permanentemente incómodo para aquellos que lo denuestan por cumplir con su deber, sigue marcando el paso.
Y este nuevo regreso a Elgar, ¿a qué se debe? Los británicos hablan de Elgar como el gran compositor inglés, como queriendo decir que no era un gran compositor. Nunca se dice el compositor francés Fauré, por ejemplo, eso es hacerle de menos.
Para ellos es el colmo de lo que llaman englishness. Recuerde que Pompa y circunstancia lo compuso él. Pues debería dejar de serlo y que lo empezaran a considerar un gran creador universal. Porque su música, con esa gran tensión neurótica mahleriana, lo merece. Así me lo planteé yo cuando llegué a él, a través de mi primera mujer, Jaqueline Dupré, cuando hicimos el Concierto para violonchelo. A partir de ahí, quise dirigir todas sus sinfonías y otras obras suyas en la misma Inglaterra y después en Estados Unidos. Pero ampliando su dimensión. No olvidemos que ellos lo denostaron por católico hasta que al final de la Segunda Guerra Mundial necesitaron un referente cultural y empezaron a reivindicarlo. Hace poco encontré sus partituras y volví a sentirme atraído por él.
Esa atracción, ¿habrá venido marcada por una cierta nostalgia de su primera mujer, Jaqueline Dupré? Sí, quizás, pero esa no es una razón para volver a un compositor.
O sea, ¿me va a contar que no obra en un argentino de nacimiento la pena por el pasado? Se olvidó decir un judío argentino. Y que la gran mayoría de los psicoanalistas en dicho país son judíos.

La serie

Miradas latinas Última entrega de las entrevistas de verano con las que ‘El País Semanal’ ha propuesto a sus lectores un viaje por el talento con personajes que marcan la diferencia en ámbitos diversos y están unidos por el idioma español. Tras el cocinero Gastón Acurio, la responsable educativa de Nueva York Carmen Fariña, la científica Anna Veiga y el ‘business angel’ Martín Varsavsky, cierra la galería uno de los directores de orquesta más profundos e influyentes de su tiempo.
Cierto, se me pasó: ¿para un judío argentino no influye en nada el mecanismo de la nostalgia? Claro que sí, pero no por ella, en este caso, aunque en el plano personal, siempre ha existido y existirá.
Y, aunque a usted no le gusta que le hablen de su edad, después de haber cumplido 70, ¿refulge la memoria de otras cosas? ¿Incluso en un optimista activo como usted? ¿Incluso aunque le dé rabia reconocerlo?Francamente, creo que no. Pero bueno, la nostalgia es parte de la vida. Yo siempre he dado importancia al pasado por el hecho de ser lo que nos planta en el presente y ambos me sirven como etapas para acabar en el futuro. De los tres tiempos, lo menos importante, filosóficamente, es el presente. Es lo que uno vive, y ahí queda la contradicción. Pienso que dejo más años atrás que los que voy a tener delante. También que dispongo, gracias a Dios y a mis padres, de una salud de hierro y espero seguir disfrutándola, aunque no sé por cuánto tiempo. Mi hijo mayor me dijo el otro día, en los conciertos donde se celebraron mis 50 años de colaboración con la Filarmónica de Berlín: “Pero papá, ¿por qué diriges tanto? ¿Por qué no tocas más el piano? Vas a poder estar frente a una orquesta cuando tengas 90, pero tocar el piano… ¿quién sabe cuánto tiempo vas a poder hacerlo en plenas capacidades?”. Y eso me hizo pensar. Me hizo pensar…
¿Tomó alguna decisión al respecto? En varios sentidos, pero no en este: por ejemplo, crear una academia estable con el West-Eastern Divan que funcione todo el año en Berlín, algo más general respecto a lo que tenemos en Andalucía, con estudiantes todo el año. Es una de las razones por las que he dejado la dirección musical de la Scala de Milán.
¿Han cambiado mucho las cosas en la zona desde que se creó el Divan? ¿Se notan los peldaños? Cuando se creó en el año 1999, más del 60% de sus miembros no había tocado nunca en una orquesta. En ocho años, eran capaces de interpretar las Variaciones de Schoenberg.
¿Cómo es posible que lo hayan logrado reuniéndose en verano a tocar una de las piezas más difíciles del repertorio en marcos y escenarios tan importantes? En gran parte gracias a un trabajo regular. Imagine a un chaval en un lugar tan conflictivo como los territorios palestinos o Israel, que hace una audición, entra en la orquesta, se pasa un tiempo aprendiendo su instrumento en verano con un profesor de la Staatskapelle de Berlín, luego ensayando conmigo en Sevilla, gracias a lo que nos ha apoyado la Junta de Andalucía desde 2002. Ahora van a tener la oportunidad de hacerlo todo el año en Berlín.

Perfil

(Buenos Aires, 1942), hijo de pianistas, debutó a los siete años con tal éxito que fue invitado al Mozarteum de Salzburgo. Pianista y director de orquesta, estudió con Ígor Markévich en Salzburgo y tocó, entre otros, para Wilhelm Fürtwangler. Se casó con la violonchelista Jaqueline Dupré, que murió en 1987 de esclerosis múltiple, y después contrajo matrimonio con Elena Bashkírova. Tiene nacionalidad argentina, española, israelí y palestina al tiempo. Creó junto a Edward Said el West-Eastern Divan, orquesta de árabes, españoles, palestinos y judíos, por la que recibieron ambos el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Hoy es responsable de la Orquesta Staats­kapelle de Berlín.
Eso en cuanto al aspecto musical y pedagógico. No hay duda de los progresos. Pero en cuestión política, ¿qué han aportado? La situación está mucho peor que antes, empeora año a año y eso no facilita nuestra tarea. Sin embargo, pese al conflicto puntual en los territorios o la guerra en Siria, por ejemplo, los músicos siguen viniendo, y eso me da mucha satisfacción. Pero está todo tan mal.
¿No le produce todo eso cansancio moral? No un cansancio, pero sí un dolor moral, un daño que me impulsa a seguir adelante con más razón. La grandeza de esta idea se basa en que si este conflicto algún día tiene fin, tendremos, en el aspecto musical, mucho trabajo adelantado, y si por el contrario la situación empeora, como ocurre todos los años, se multiplican los motivos para seguir. No voy a abandonar el Divan por los errores del Gobierno israelí o de los árabes. No es un proyecto político. No buscamos consenso político, pero sí curiosidad hacia el otro y apertura para entendernos cuando no estamos de acuerdo con el adversario. Eso no existe en la región, allí solo impera la terquedad.
¿Y una psicosis mutua e insuperable? Si se atemperara el bloqueo mental, ¿se producirían avances? Es correcto, es así. La razón por la que este conflicto no se resuelve es no verlo de esa forma por nadie: ni por los israelíes, ni por los palestinos, ni por el resto del mundo. Porque los demás tratan el asunto como si fuera uno de tantos entre dos Estados que se pelean por fronteras, agua, petróleo… Cuando para empezar no es así, ya que Palestina no está constituida como un Estado. Contamos con dos pueblos absolutamente convencidos de tener derecho a vivir sobre el mismo pedacito de tierra y eso, sin compartirla el otro. ¿Cómo puede ser así? Por dicha razón la palabra psicosis es justa y encaja aquí a la perfección.
Es una psicosis constantemente alentada por sus respectivas autoridades. La psicosis del miedo al otro. Su intención primera al llamar a su orquesta Divan, la que tuvieron usted y el pensador palestino Edward Said, ¿viene de ahí? Bueno, queríamos demostrar que si un israelí y un palestino, sentados frente a un atril, son capaces de tocar una sinfonía de Mahler, que luego vengan las autoridades y se atrevan a decirnos que no pueden vivir juntos. Ahora hay músicos que siguen en el Divan pese a haber pasado a grandes orquestas. Continúan viniendo al Divan, han superado esa psicosis, para ellos la convivencia es normal y pasan el tiempo hablando de otras cosas: de relaciones humanas. De amor… Debe ser extraordinario vivir una historia de amor con el enemigo.
¿Misión cumplida, al menos en ese entorno? Han pasado al menos 400 chicos por la experiencia estos años. Y cada verano se incorporan al menos 30 músicos nuevos.
La nostalgia es parte de la vida. El pasado nos planta en el presente”
Afronta el proyecto con energía, entonces. ¿Y su propia carrera? A lo mejor tengo hueco para labrarme una en el futuro.
Podría ser. Empezó usted jovencito en la anterior. Se cuenta una historia sobre Micha Eldman. Tocó su primer recital de violín a los 5 años, así que cuando cumplió 75 ya llevaba 70 de carrera. Un periodista le preguntó qué había cambiado desde el comienzo y él le respondió que nada, que tanto entonces como en aquel momento, la gente le felicitaba porque tocaba muy bien para la edad que tenía. Pues a mí, me ocurre más o menos igual.
Eso es porque desde siempre se ha sentido un poco niño. Me siento, soy un niño.
La edad, a usted, se la refan­finfla. Ya, pero no quiero seguir tocando el piano cuando no me vea capaz.
¿Cree que a usted no se lo va a decir nadie a la cara? Dentro de su entorno, ¿no les hacen a los músicos de su nivel demasiado la pelota? La pelota, una vez vivido un Mundial, es un asunto importante.
Ya, pero yo me refiero a la adulación permanente. Quizás buenos amigos suyos como Alfonso Aijón, responsable de Ibermúsica, sí se atrevan a decírselo. Pero otros… Estoy seguro de que soy mi crítico más severo. Lo aprendí de muy niño. Yo toqué la primera vez en público con siete años, debuté en el Colón 10 años más tarde. Mis padres me mostraron unas críticas que decían que desde los tiempos de Mozart no se había visto nada igual, mientras que en otra sostenían que era un crimen ver tocar a un niño tan pequeño en público, sobre todo cuando ese niño no tiene el menor talento para la música. Mis padres conservaron esta última crónica. Para enseñarme a que formara mi propio juicio. Según ellos, si dependiera de lo que opinan los demás, ya ves que del mismo concierto salen sensaciones diferentes. Me dio mucha fuerza.
¿Conserva la misma distancia sobre lo que opinan de usted? ¿Una frialdad o una serenidad? Una visión propia. Me molesta una muy buena crítica cuando pienso que he tocado mal y al contrario. Ambas, a menudo, no se hacen por razones musicales: unas vienen por adularme, por ser quien soy, y otras por atacarme y no creer, por ejemplo, que si días antes he dirigido a la Filarmónica de Viena, pongamos por caso, la siguiente no puede salir tan bien.
Entre otras cosas, también y pese a coleccionar nacionalidades, usted se siente tremenda y profundamente argentino. El Divan, entre otras cosas, no hubiera sido posible si yo no proviniera de la Argentina. Es un país construido por emigrantes. Se dice que es el único país de Italia donde no se habla el idioma, también recalaron allá españoles, judíos, polacos, árabes… De niño viví esa tolerancia. El hecho ahora de aglutinar procedencias múltiples me enseñó grandes cosas. Uno de los honores con el que me he sentido más orgulloso es con el reconocimiento del Centro Islámico de Buenos Aires. Para alguien que es también israelí, representa mucho. Para dármelo invitaron a 600 niños: 200 de la escuela cristiana y otros tantos de la judía y la musulmana. Vinieron el cardenal de la ciudad, el gran rabino y el imán. Eso para mí es la Argentina. De niño, acudía a la sinagoga y manteníamos contacto con chavales de otras identidades. De aquel crecimiento viene el Divan, es parte orgánica de todo eso.
¿Cómo se vive ser el judío al que tanta gente repudia en Israel?Gran parte de los israelíes a raíz del Divan nos admiran y nos odian. Ocurre lo mismo al otro lado, así que lo que hacemos parece justo y equilibrado.
Si reflexionamos sobre el liderazgo, un director de orquesta ¿qué nos puede enseñar? Se habla mucho del poder de un director de orquesta: es el que sale solo, el que da la orden de empezar y parar, pero si lo miramos con profundidad, te das cuenta de que no tiene tanto porque es el único miembro de la orquesta que no goza de contacto físico con el sonido. Aunque tenga ideas geniales siempre va a depender del primer oboe para que sea capaz de dar la nota correcta.
¿Así que lo suyo es solo una ilusión de poder? Más o menos, pero sirve para establecer un paralelismo con los dirigentes y cancilleres de los países en la actualidad.
¿En qué sentido? ¿Quién toca los instrumentos de la política global hoy en día? La falta de liderazgo se debe a que ellos también viven una ilusión de poder, pero realmente no mandan tanto como parece porque las cosas se deciden en otros ámbitos. El verdadero poder, de todas formas, no está en mandar hacer las cosas como uno las concibe, sino en tratar de convencer a quienes colaboran contigo e incitar a pensar a quienes trabajan a tu lado. El verdadero liderazgo empieza y termina con la capacidad de transmitir un pensamiento. Además de poseer la fuerza de carácter y convicción sobre dónde se debe imponer una decisión. También la inteligencia de no entrar en situaciones donde te encuentras incapaz de llevar tus ideas a buen fin. El tema del liderazgo es un asunto muy importante. En el libro que estoy escribiendo con Felipe Gonzálezsobre ello lo analizamos a fondo.
Dos solistas absolutos. Tratamos justo ese tema. Él finge no saber de música y probablemente en los aspectos técnicos sea verdad, pero en lo que es la música para otros ámbitos, entiende mucho. Viene a menudo a los ensayos nuestros y se entera perfectamente del significado de las obras.
En lo que se refiere a los puros habanos ambos tendrán consenso. No tanto. Él los fuma más largos y más finos que yo.

“Proponemos pasar de 17.621 aforados que hay en España a sólo 22”

“Proponemos pasar de 17.621 aforados que hay en España a sólo 22”

"En España ha habido corrupción en un grado inaceptable", asegura el titular de Justicia

Ruiz-Gallardón, en la sede del Ministerio de Justicia, después de la entrevista. / SAMUEL SÁNCHEZ
De todas las reformas anunciadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la presente legislatura quedan pendientes algunas muy controvertidas y de final incierto —la nueva ley del aborto— y otras de regeneración democrática provocadas por los problemas que el partido del Gobierno y alguno de sus miembros han tenido los últimos años a cuenta de la corrupción. Todas esas reformas cargan de problemas la cartera del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (Madrid, 1958), quien estrenó su cargo como uno de los políticos mejor valorados en España y hoy ocupa el segundo peor puesto. El ministro concedió esta entrevista para hablar exclusivamente sobre regeneración democrática.
Pregunta. ¿España es un país corrupto?
Respuesta. España es un país donde ha habido corrupción en un grado inaceptable. Es una realidad que no podemos eludir pero esa es una cara de la moneda. La otra es que España es un país donde la corrupción no queda impune. Hoy la corrupción es noticia no porque se estén descubriendo nuevos asuntos de corrupción sino porque están actuando los tribunales de Justicia porque aquellos que cometieron el delito han sido investigados, juzgados y cuando los tribunales lo han decidido han ingresado en la cárcel. Y eso es lo positivo. Aunque yo soy plenamente consciente de que esas noticias generan una percepción de que ése es el estado general de las cosas. En estos momentos no hay escándalos de corrupción por hechos cometidos en los dos últimos años sino lo que hay son causas judiciales por hechos cometidos con anterioridad. Y creo que la respuesta que ha dado el Estado de Derecho ha frenado en muy buena medida la tentación de corrupción que durante los últimos años se produjo entre responsables políticos y los sectores privados con los que hubo connivencia.
P. ¿Por qué cree que ha vuelto la corrupción después de los escándalos de la década de los noventa que llevaron a algunos políticos a la cárcel?
R. Hay dos factores que siempre han funcionado en paralelo: el ético, el moral, el nivel de exigencia que la sociedad debe tener con sus responsables públicos debe ser siempre absoluto y lo ideal es que la corrupción no se produjera, no tanto porque hubiera dificultades administrativas para hacerlo o porque hubiera una amenaza de un reproche penal posterior sino porque el compromiso ético de todos los que asumen responsabilidades públicas les alejasen de ese camino. Pero eso desgraciadamente no se ha producido y yo sí creo que en los últimos años hemos tenido un profundo empobrecimiento ético de muchos responsables públicos, sin duda minoritarios pero significativos, y de una buena parte de la sociedad que ha entendido que podía convivir perfectamente con ese tipo de conductas. Cuando ese nivel de compromiso ético ha bajado, y ha bajado en España, es porque hemos advertido una insuficiencia de la norma administrativa que con carácter previo haga extraordinariamente imposible un aprovechamiento lucrativo de los fondos públicos. Y esa es la respuesta que en estos momentos tenemos que dar.
Con mucha actividad económica puede haber un riesgo de conductas de corrupción”
P. ¿En periodos de bonanza económica aflora más la corrupción y en momentos de crisis hay mayor conciencia contra los corruptos?
R. Es evidente que cuando hay mucha actividad económica puede haber un riesgo mayor de que aquellos que pretenden conseguir sus contratos o aquellos que están dispuestos a vender esos contratos entren en conductas de corrupción. No debería ser así pero desgraciadamente lo es. Lo segundo es cierto. Ha habido un incremento muy fuerte del nivel de exigencia con la clase política y con las administraciones en general en los últimos años. Y eso, yo creo que se ha producido de alguna manera por la indignación que ha supuesto para la gente la suma del conocimiento de esas conductas delictivas con las enormes dificultades que una parte importante de la población ha pasado durante la crisis para sobrevivir.
P. Dirigentes del PSOE fueron encausados y condenados en el caso Filesa por delitos vinculados a la financiación ilegal del partido. Ni entonces, ni ahora, 20 años después, el delito está castigado en el Código Penal. Ustedes han prometido incluir ese delito. ¿Cómo lo piensan regular?
R. En la tramitación de la reforma del Código Penal que está en el Congreso se incluirá como parte del acuerdo de regeneración democrática que queremos alcanzar con todos los grupos, pero especialmente con el socialista, con un nivel de exigencia igual o superior al máximo de cualquier país de la Unión Europea. Ese nivel individualizará la responsabilidad penal en los gestores de los partidos políticos, una persona responsable de las finanzas que asumirá la responsabilidad penal de cualquier acto ilegal que se realice. Y si esa persona hubiese realizado ese acto con conocimiento o consentimiento de directivos de ese partido político, ellos también serán penalmente responsables.
P. ¿No habrá castigo al partido político en forma de inhabilitación para presentarse a unas elecciones o parecido?
Tenemos que centrar la responsabilidad en aquellos que cometen actos ilegales”
R. Tenemos que centrar la responsabilidad en aquellos que cometen actos ilegales, pero los partidos políticos son constitucionalmente instrumentos de participación ciudadana y por tanto toda la responsabilidad penal para quien cometa una irregularidad pero no privar a los ciudadanos de ese cauce constitucional de participación política.
P. ¿Su partido se ha financiado ilegalmente en los últimos 20 años?
R. No tengo ninguna noticia de que eso haya ocurrido.
P. Ninguna noticia de su partido o ninguna noticia a través de la prensa, porque los periódicos lo cuentan todos los días...
R. En mi condición de militante del PP. En la prensa lo que aparecen son actuaciones individuales de determinadas personas que, prevaliéndose de su cargo, lo que han hecho ha sido enriquecerse personalmente. Todas las cuentas opacas que han salido no son cuentas del partido sino de señores que utilizando el nombre del partido lo que hicieron fue enriquecerse ellos.
P. El juez Ruz ha ofrecido al PP personarse en la causa del caso Gürtelporque se lucró de los delitos que cometieron sus dirigentes políticos al financiar actos electorales con dinero de actuaciones irregulares...
R. Ser partícipe a título lucrativo de un delito, que es algo que ocurre en muchas ocasiones, fundamentalmente en las sociedades de gananciales cuando uno de los dos cónyuges comete un delito y enriquece a la propia sociedad, no significa de ninguna de las formas responsabilidad penal. Pero si ha habido un enriquecimiento aunque no sea merecedor de reproche penal, eso naturalmente exigirá una reparación.
P. En ese mismo auto, el juez Ruz sostiene que el PP tuvo durante 20 años una caja b con la que pagó distintas cosas, entre ellas sobresueldos y campañas electorales...¿Eso no es financiación ilegal del PP?
R. Si eso, al final, cuando haya una resolución judicial firme se confirma, merecerá toda mi condena.
P. ¿El aforamiento de los políticos es un privilegio que hay que eliminar?
R. El aforamiento no tiene por qué constituir un privilegio. Puede ser una merma de derecho fundamental, que es el derecho a la revisión de una sentencia condenatoria. Pero por mucho que los juristas expliquen que el aforamiento no es un privilegio, la sociedad española la percibe como tal. Y eso yo creo que exige una respuesta por parte del legislador. En estos momentos tenemos en España, sin contar a las fuerzas y cuerpos de seguridad, a 17.621 aforados, aquí se incluyen todos los políticos de ámbito nacional, autonómico, el total de los miembros de los órganos judicial y fiscal, incluidos los jueces de paz, que son 7.685. Si computamos a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que tienen un aforamiento parcial, elevaríamos el número a 280.159 aforados en España. Esta situación debe ser sometida a revisión. En el proyecto de ley orgánicadel Poder Judicial, la propuesta que llevamos en el ministerio de Justicia es pasar de estos 17.621 a 22 aforados en España. Esa es la propuesta, que no podremos realizar a través de la Ley Orgánica porque alguno de esos aforamientos están recogidos en nuestra Constitución o recogidos en los estatutos de autonomía, que no pueden ser modificados por una Ley Orgánica. Si esta Ley establece este propósito, corresponderá ya a los partidos mediante el pacto de regeneración que debe abordarse reformar los estatutos de autonomía y, en su momento, en el día y en el caso de que se reforme la Constitución, establecer una limitación drástica de estos aforamientos. Desde mi punto de vista, los únicos aforamientos que deberían subsistir en España son, aparte de los que afectan a la familia real, son los titulares de los poderes del Estado: el presidente del Gobierno, los presidentes del Congreso y del Senado, el presidente del Tribunal Constitucional y el presidente del Tribunal Supremo, más los 17 presidentes de las comunidades autónomas, y esto suma 22 personas. Los diputados dejaríamos de estar aforados, los ministros dejaríamos de estar aforados, los miembros de los consejos de Gobierno de las comunidades igual que los diputados autonómicos dejarían de estar aforados, aunque para todo eso habría que reformar la Constitución en un caso y los Estatutos de Autonomía en el otro. Pero lo que sí se puede incluir en la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial es la supresión de los aforamientos de otros altos cargos de la administración general, otros órganos como Tribunal de Cuentas, Consejo de Estado o Defensor del Pueblo. Insisto, esto es una intención de carácter político, porque la Ley Orgánica a lo único que puede afectar es a los órganos del Estado que no están recogidos expresamente en la Constitución, a los jueces y a los fiscales. Pero que se suprima el aforamiento de diputados, senadores, ministros, consejeros autonómicos, parlamentarios autonómicos y otros cargos autonómicos es algo que tendrá que hacerse mediante un pacto político que modifique los estatutos de autonomía y que aborde en su momento la reforma de la Constitución.
P. En España hay una tercera instancia judicial, que en realidad es política y que maneja el Gobierno a través del indulto. ¿Cabe algún tipo de reforma para prohibir indultar determinados delitos?
El indulto está regulado en una Ley del siglo XIX que fue reformada por el Gobierno socialista”
R. El indulto está regulado en una Ley del siglo XIX que fue reformada por el Gobierno socialista. No sólo ha sido recogido en la Constitución sino reafirmado en la etapa democrática durante el mandato del Gobierno socialista. Desde aquella última reforma de 1988, este es el Gobierno que menos indultos ha dado en democracia y que más ha rechazado. Este Gobierno, además, tampoco ha dado ningún indulto por ningún delito contra la administración pública a ningún político o cargo público que se haya enriquecido con ello o que se haya llevado dinero que perteneciese a los contribuyentes. Hemos sido extraordinariamente restrictivos en este tema. Dicho eso, me plantea reflexionar sobre si determinados tipos delictivos deberían estar excluidos. Algunos ya lo están, la Constitución lo establece. Pero el legislador ya limitó la posibilidad de indultos, concretamente para los miembros del Gobierno y para determinados supuestos, y no quiso establecer ninguna otra limitación de lo que es una prerrogativa real, que como todas se ejercen a través del Poder Ejecutivo. Yo creo que más que una limitación por Ley que no está prevista más allá de lo que establece nuestra Constitución, lo que tiene que establecerse es un criterio político y de control para no conceder ningún indulto a ningún político que se haya enriquecido. Tengo dudas de que se pueda establecer una limitación en la Ley que llegue más allá de lo que ha establecido la propia Constitución.
P. ¿Es usted partidario de que cuando un cargo público es procesado o se abre juicio oral contra él tenga que dejar por Ley su puesto, como hacen los jueces que se encuentran en esa situación porque la Ley del Poder Judicial así lo establece?
Esto evitaría el posible abuso de interposición de querellas para perjudicar a cargos públicos o a candidatos”
R. Esa propuesta la hice yo el 31 de octubre de 2012 en sede parlamentaria contestando a una interpelación de Rosa Díez que me solicitaba que la mera imputación supusiera la obligación del cargo público de abandonar sus responsabilidades o la imposibilidad de presentarse en una lista electoral. Le razoné a la señora Díez que si llevásemos ese nivel de exigencia a la imputación se podrían cometer numerosas injusticias. Una querella presentada en forma unas semanas antes de unas elecciones, al ser admitida por el juez correspondiente, podría llevar aparejada para garantizar sus derechos la necesaria imputación del querellado, y aunque después esa imputación quedase en nada, esa persona ya no podría presentarse a las elecciones o hubiera tenido que abandonar el cargo público con el profundo deterioro de imagen que eso significa. Lo que yo propuse en octubre de 2012 es que ese nivel de exigencia se llevase al momento en que habiendo finalizado la instrucción ya hay indicios racionales de criminalidad contra esa persona, que aunque no estén confirmados por una sentencia, sí supone sin duda ninguna la constatación de que por parte del Poder Judicial se han apreciado elementos suficientes como para entender que tiene que ser sometida a juicio. Esto evitaría la sensación que tienen los ciudadanos de que siguen ejerciendo responsabilidades públicas personas sobre las que hay sospecha cierta de que han cometido irregularidades y por otro lado el posible abuso de interposición de querellas instrumentales para perjudicar a cargos públicos que están ejerciendo o a candidatos electorales previamente a los procesos. Esta es una reforma que queremos introducir en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Esto lo llevaremos también al pacto de regeneración democrática de septiembre.
P. ¿Y con un cargo electo se puede hacer?
Uno no puede ser candidato en unas elecciones municipales si está condenado”
R. No. Pero se puede establecer una causa de inelegibilidad, en el sentido de que aquel que esté pendiente de un juicio oral pero con un auto firme de apertura no podrá ser candidato en unas elecciones. De hecho ya tenemos un avance en nuestra Ley Electoral porque, en contra de lo que ha sido tradicional en España, uno no puede ser candidato en unas elecciones municipales si está condenado por una sentencia aunque la sentencia no sea firme.
P. Mariano Rajoy anunció en agosto de 2013 una serie de medidas de regeneración democrática, adelantadas ya en febrero de aquel año, que siguen en tramitación en el Congreso pero año y medio después aún no se intuye cuándo serán aprobadas. ¿Cómo se puede explicar que la reforma de la jurisdicción universal se tramite en tres meses, una reforma de la constitución se apruebe en 15 días, y estas medidas, tan urgentes, tarden tanto?
R. La razón de los tiempos es porque unas son iniciativas del Gobierno y otras son iniciativa del parlamento.
P. Ustedes tienen mayoría absoluta...
R. Cierto, pero le quiero decir que cuando el Gobierno adopta la iniciativa no puede enviarla inmediatamente a tramitación parlamentaria sino que tiene una fase consultiva de carácter previo que es lo que explica muchas veces la dilación de estas medidas. Si es proposición de ley o enmienda, no es necesario someterla a consulta. Le puedo decir que muchos de estos proyectos están en tramitación en el Congreso...
P. Con los plazos de presentación de enmiendas prorrogados decenas de veces...
R. Es verdad, lo hemos hecho con la idea de que esto forme parte de un pacto político lo más extenso posible. Hemos tenido unas circunstancias políticas especiales que lo han impedido.
P. ¿Ha renunciado ya a aprobar la reforma legal para pasar la instrucción de los jueces a los fiscales?
Los fiscales acabarán llevando la investigación en España, de eso no tengo ninguna duda”
R. Los fiscales acabarán llevando la investigación en España, de eso no tengo ninguna duda porque es el mecanismo procesal que funciona en la práctica totalidad de los países de nuestro entorno. Estamos creando instituciones supranacionales como la fiscalía europea que tendrá una dificultad añadida para su operatividad en España como consecuencia de que la instrucción en nuestro país la siguen llevando los jueces.
El problema que se plantea es convencer a la sociedad de que el hecho de que la instrucción pase de los jueces, que constitucionalmente son independientes, al ministerio fiscal, que funciona con un criterio de dependencia jerárquica del fiscal general del Estado, que constitucionalmente está establecido que lo nombra el Gobierno, no significa en ningún caso que la instrucción vaya a estar dirigida o condicionada por la voluntad política del Gobierno de la nación. Y esto exige una labor de pedagogía muy importante, porque en la actual situación, una parte de los asuntos penales que se conocen afectan a personas que han ocupado puestos de responsabilidad pública. Si diésemos el paso de encargar la instrucción al ministerio fiscal, hay quien podría pensar que el Gobierno lo hace con la intención de tener un control sobre la instrucción de los procedimientos que no tiene con los jueces. Y le puedo asegurar que no es esa la voluntad del gobierno. Pero para evitar que nadie pueda tener esa sospecha, creo que el momento adecuado, que llegará, no tenga ninguna duda, en que la instrucción pase al ministerio fiscal, tiene que estar completamente alejado de cualquier sospecha de que el Gobierno tiene la más mínima intención de interferencia en algo que cuando el ministerio fiscal asuma la instrucción deberá llevar con autonomía absoluta del Gobierno de la nación.
P. ¿ Por tanto ahora no es el momento para abordar esa reforma?
R. Creo que lo tendremos que hacer, pero el momento tendrá que ser cuando se haya superado esta situación en la que se está procediendo a la investigación y a la exigencia de responsabilidad a muchas personas que han ocupado cargos políticos.
P. ¿Le parece una buena medida de regeneración democrática la adoptada por el Rey de España para prohibir a los miembros de la Familia Real trabajar en la iniciativa privada?
R. Si. Me parece que hay un principio claro, cuando se percibe una asignación de los presupuestos del Estado, esa remuneración no debe ser compatible con la realización de actividades privadas, y por lo tanto me parece que es una medida correcta.
P. ¿Y si renunciasen a la asignación pública, por qué no podrían trabajar en una empresa privada?
R. Me parecerá fenomenal que lo hagan, pero entonces entiendo que no deberían realizar las labores institucionales que por formar parte de la Familia Real les corresponden. Se le debe dar la facultad de elegir, y si quiere desarrollar una carrera profesional privada, que lo elija, pero si quiere realizar labores institucionales formando parte de la Familia Real entonces genera un derecho a una asignación con cargo a los presupuestos que lógicamente debe ser incompatible con esa actividad privada.