10 de mayo de 2008
La Iglesia pide a los no católicos que la ayuden en la declaración del IRPF
ABC - 10/05/08
La Iglesia pide a los no católicos que la ayuden en la declaración del IRPF
LAURA DANIELE. MADRID
La Iglesia estrenará estos días, con el inicio de la campaña de la Renta 2008, un nuevo modelo de financiación. Por primera vez en la historia española, esta institución pasa a depender exclusivamente de los contribuyentes que marquen la casilla a favor de la Iglesia. El Episcopado espera este año atraer el 32% de los declarantes que actualmente no marcan ninguna de las casillas. A través de las cartas pastorales y las páginas web de las diócesis, los obispos han emprendido la tarea de responder a los más de 18 millones de ciudadanos, que pasarán por la Agencia Tributaria, las principales dudas sobre el nuevo sistema. Estas son las respuestas más destacadas.
1) Obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez. «Lo recibido por este cauce significa aproximadamente la cuarta parte de lo que se dedica a las actividades pastorales de la Iglesia: Ayuda a la sustentación de obispos, presbíteros y laicos, servicios litúrgicos y catequéticos, conservación de templos y construcción de otros nuevos centros necesarios, atención a tareas administrativas, etc».
2) Obispo de Salamanca, Carlos López. «Los fondos de la Agencia Tributaria se distribuyen por la Conferencia Episcopal a través de unos módulos. Hay una cantidad fija que reciben las diócesis y los módulos varían de acuerdo a la cantidad de habitantes, número de sacerdotes, parroquias y los seminarios. La mayor parte va a la retribución de los sacerdotes, pero no llega ni siquiera para garantizar un salario mínimo. Sobre ese montante, las diócesis, tienen que añadir otra parte que viene de las aportaciones de los fieles por otras vías».
3) Obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro. «Hay personas que no son católicas que aprecian la labor de la Iglesia a favor de los más necesitados, de los pobres, etc. Muchos de ellos son beneficiarios de los colegios o valoran las acciones importantes como Cáritas o Manos Unidas. Por tanto, es lógico que, aun no siendo católicos, colaboren marcando la “x”».
4) Obispo de Ciudad Real, Antonio Algora: «Este gesto no supone pagar más impuestos. Simplemente significa que siete euros de cada 1.000 que paga el contribuyente van para el sostenimiento de los sacerdotes, los centros parroquiales y las actividades pastorales».
5) Obispo de Córdoba, Juan José Asenjo: « En caso de marcar ambas casillas son las ONG para el desarrollo las destinatarias del mismo porcentaje que percibe la Iglesia (un 0,7% de los impuestos a la Iglesia Católica y otro 0,7% a otros fines de interés social). Entre estas ONG se encuentran muchas organizaciones católicas».
6) Monseñor Ricardo Blázquez: «Hay muchos colegios católicos concertados que con razón reciben financiación pública para que los profesores perciban su nómina y los centros conserven las instalaciones. Ya que cumplen una misión en la sociedad, como otros de titularidad estatal o civil, es justo que sean financiados. Ese dinero tiene su precisa destinación, que nada tiene que ver con la asignación tributaria.
7) Monseñor Ángel Rubio: «Algunos contribuyentes con ingresos muy bajos, la mayoría de los sacerdotes o muchos jubilados, no están obligados a presentar la declaración del IRPF. No obstante pueden pedir un borrador. Si les sale cero o a devolver, pueden marcar, también, la casilla de la Iglesia y presentarlo. Si les sale a pagar, no tienen obligación de presentarlo. Además, pueden optar por otras fórmulas».
8) Monseñor Ángel Rubio: «Si su declaración la hace alguna persona amiga o profesional hay que dejarle claro su intención de poner la cruz en la casilla de la Iglesia. Si ha solicitado el borrador a Hacienda, compruebe su opción. Si quiere modificarla se puede hacer por internet, teléfono o personalmente en las oficinas de la Agencia Tributaria.
9) Obispo de Jerez, Juan del Río: «En la página web www.xtantos.es. No hay que dejarse llevar por bulos, prejuicios e inquinas acerca de todo lo católico, por ello invito a todos a que entren en esta página. Si no manejan las nuevas tecnologías, pueden pedir a un conocido que les facilite información.
10) Monseñor Ricardo Blázquez: «¡La Iglesia es muy rica! ¡Que vendan el Vaticano y den el dinero a los pobres! Son expresiones frecuentes que llevan su carga de demagogia y a veces de desconocimiento. Esto ocurre frecuentemente con los llamados dineros de la Iglesia; por lo cual debemos distinguir campos y ejercitar el discernimiento sin prejuicios. La Iglesia es titular de un extraordinario patrimonio cultural y artístico. Este patrimonio posee un valor inestimable; pero su conservación, restauración y puesta a disposición de todos exige cuantiosas inversiones, que con la ayuda del Estado, de otras instituciones y de la misma Iglesia se hacen.
11) Monseñor Carlos López: «Tenemos que ser conscientes de que hay que agradecer al Estado la colaboración que nos presta. También es verdad que no tenemos que tener complejo ninguno por ello, ya que si el Estado presta esa colaboración no es para conceder un privilegio a la Iglesia sino reconocer la gran labor social que realiza. Podemos decir con todo derecho que la Iglesia aporta a la sociedad mucho más de lo que recibe del Estado».
La Iglesia pide a los no católicos que la ayuden en la declaración del IRPF
LAURA DANIELE. MADRID
La Iglesia estrenará estos días, con el inicio de la campaña de la Renta 2008, un nuevo modelo de financiación. Por primera vez en la historia española, esta institución pasa a depender exclusivamente de los contribuyentes que marquen la casilla a favor de la Iglesia. El Episcopado espera este año atraer el 32% de los declarantes que actualmente no marcan ninguna de las casillas. A través de las cartas pastorales y las páginas web de las diócesis, los obispos han emprendido la tarea de responder a los más de 18 millones de ciudadanos, que pasarán por la Agencia Tributaria, las principales dudas sobre el nuevo sistema. Estas son las respuestas más destacadas.
1) Obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez. «Lo recibido por este cauce significa aproximadamente la cuarta parte de lo que se dedica a las actividades pastorales de la Iglesia: Ayuda a la sustentación de obispos, presbíteros y laicos, servicios litúrgicos y catequéticos, conservación de templos y construcción de otros nuevos centros necesarios, atención a tareas administrativas, etc».
2) Obispo de Salamanca, Carlos López. «Los fondos de la Agencia Tributaria se distribuyen por la Conferencia Episcopal a través de unos módulos. Hay una cantidad fija que reciben las diócesis y los módulos varían de acuerdo a la cantidad de habitantes, número de sacerdotes, parroquias y los seminarios. La mayor parte va a la retribución de los sacerdotes, pero no llega ni siquiera para garantizar un salario mínimo. Sobre ese montante, las diócesis, tienen que añadir otra parte que viene de las aportaciones de los fieles por otras vías».
3) Obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro. «Hay personas que no son católicas que aprecian la labor de la Iglesia a favor de los más necesitados, de los pobres, etc. Muchos de ellos son beneficiarios de los colegios o valoran las acciones importantes como Cáritas o Manos Unidas. Por tanto, es lógico que, aun no siendo católicos, colaboren marcando la “x”».
4) Obispo de Ciudad Real, Antonio Algora: «Este gesto no supone pagar más impuestos. Simplemente significa que siete euros de cada 1.000 que paga el contribuyente van para el sostenimiento de los sacerdotes, los centros parroquiales y las actividades pastorales».
5) Obispo de Córdoba, Juan José Asenjo: « En caso de marcar ambas casillas son las ONG para el desarrollo las destinatarias del mismo porcentaje que percibe la Iglesia (un 0,7% de los impuestos a la Iglesia Católica y otro 0,7% a otros fines de interés social). Entre estas ONG se encuentran muchas organizaciones católicas».
6) Monseñor Ricardo Blázquez: «Hay muchos colegios católicos concertados que con razón reciben financiación pública para que los profesores perciban su nómina y los centros conserven las instalaciones. Ya que cumplen una misión en la sociedad, como otros de titularidad estatal o civil, es justo que sean financiados. Ese dinero tiene su precisa destinación, que nada tiene que ver con la asignación tributaria.
7) Monseñor Ángel Rubio: «Algunos contribuyentes con ingresos muy bajos, la mayoría de los sacerdotes o muchos jubilados, no están obligados a presentar la declaración del IRPF. No obstante pueden pedir un borrador. Si les sale cero o a devolver, pueden marcar, también, la casilla de la Iglesia y presentarlo. Si les sale a pagar, no tienen obligación de presentarlo. Además, pueden optar por otras fórmulas».
8) Monseñor Ángel Rubio: «Si su declaración la hace alguna persona amiga o profesional hay que dejarle claro su intención de poner la cruz en la casilla de la Iglesia. Si ha solicitado el borrador a Hacienda, compruebe su opción. Si quiere modificarla se puede hacer por internet, teléfono o personalmente en las oficinas de la Agencia Tributaria.
9) Obispo de Jerez, Juan del Río: «En la página web www.xtantos.es. No hay que dejarse llevar por bulos, prejuicios e inquinas acerca de todo lo católico, por ello invito a todos a que entren en esta página. Si no manejan las nuevas tecnologías, pueden pedir a un conocido que les facilite información.
10) Monseñor Ricardo Blázquez: «¡La Iglesia es muy rica! ¡Que vendan el Vaticano y den el dinero a los pobres! Son expresiones frecuentes que llevan su carga de demagogia y a veces de desconocimiento. Esto ocurre frecuentemente con los llamados dineros de la Iglesia; por lo cual debemos distinguir campos y ejercitar el discernimiento sin prejuicios. La Iglesia es titular de un extraordinario patrimonio cultural y artístico. Este patrimonio posee un valor inestimable; pero su conservación, restauración y puesta a disposición de todos exige cuantiosas inversiones, que con la ayuda del Estado, de otras instituciones y de la misma Iglesia se hacen.
11) Monseñor Carlos López: «Tenemos que ser conscientes de que hay que agradecer al Estado la colaboración que nos presta. También es verdad que no tenemos que tener complejo ninguno por ello, ya que si el Estado presta esa colaboración no es para conceder un privilegio a la Iglesia sino reconocer la gran labor social que realiza. Podemos decir con todo derecho que la Iglesia aporta a la sociedad mucho más de lo que recibe del Estado».