1 de julio de 2008
Interior se ceba con un guardia premiado en servicios anti ETA
ABC - 1/7/2008
Interior se ceba con un guardia premiado en servicios anti ETA
J. A. MADRID.
La Dirección General de la Guardia Civil ha prescindido de un agente destinado en el País Vasco, premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional y con quince condecoraciones por su arrojo en la lucha antiterrorista, al aplicarle una sanción de seis meses de suspensión de empleo después de haber sido condenado, en «rebeldía», por amenazar con una pistola a un individuo. El guardia no pudo defenderse en el juicio por hallarse en Afganistán.
El agente, adscrito a los Grupos Antiterroristas Rurales, de 32 años de edad, fue denunciado, según las fuentes consultadas, por un individuo que aseguró que le había amenazado con una pistola, fuera de servicio. Cuando se celebró el juicio, el guardia civil se encontraba en una misión internacional en Afganistán. El abogado de oficio asignado presentó ante el juzgado un certificado para demostrar la ausencia forzosa de su patrocinado y pedir así un aplazamiento. El magistrado de San Sebastián lo rechazó con el pretexto de que no se podía verificar que en realidad el agente se encontrara en Afganistán. Así pues, fue juzgado en rebeldía, en la más absoluta indefensión, y condenado al pago de 2.500 euros.
Previo informe del teniente coronel al mando de los GAR con base en Logroño, el Consejo Superior de la Guardia Civil ha decidido aplicarle un expediente por falta muy grave, que se traduce en seis meses y un día de suspensión de empleo, con la correspondiente pérdida de destino. El nuevo reglamento interno contempla un plazo de seis meses para instruir un expediente, por lo que en este caso se habría agotado y la sanción no hubiera sido posible. Sin embargo, se le ha aplicado el anterior, el menos beneficioso, que no establece plazo alguno.
El agente ha recurrido la sentencia ante la ministra de Defensa, Carmen Chacón, y en caso de tener una respuesta no favorable presentará nuevo recurso ante el Tribunal Supremo, convencido, según los medios consultados, de que será revocada, pero «el daño moral está hecho», lamentan.
Estas fuentes, además, consideran que el agente ha sido tratado «peor que un delincuente», ya que se le ha retirado toda su documentación, así como sus armas, con lo que ello supone de riesgo para su seguridad. Además, al hacer ver el guardia que la documentación requerida la había dejado en su vehículo, tuvo que ir a recogerla «acompañado» por otro agente. Ello pese a que el guardia expedientado ha participado en la desarticulación de numerosos «comandos», entre ellos el que atentó en la T-4, así como en el desmantelamiento de dos células de Al Qaida. Además, resultó herido por una mina anti persona en Bosnia.
Interior se ceba con un guardia premiado en servicios anti ETA
J. A. MADRID.
La Dirección General de la Guardia Civil ha prescindido de un agente destinado en el País Vasco, premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional y con quince condecoraciones por su arrojo en la lucha antiterrorista, al aplicarle una sanción de seis meses de suspensión de empleo después de haber sido condenado, en «rebeldía», por amenazar con una pistola a un individuo. El guardia no pudo defenderse en el juicio por hallarse en Afganistán.
El agente, adscrito a los Grupos Antiterroristas Rurales, de 32 años de edad, fue denunciado, según las fuentes consultadas, por un individuo que aseguró que le había amenazado con una pistola, fuera de servicio. Cuando se celebró el juicio, el guardia civil se encontraba en una misión internacional en Afganistán. El abogado de oficio asignado presentó ante el juzgado un certificado para demostrar la ausencia forzosa de su patrocinado y pedir así un aplazamiento. El magistrado de San Sebastián lo rechazó con el pretexto de que no se podía verificar que en realidad el agente se encontrara en Afganistán. Así pues, fue juzgado en rebeldía, en la más absoluta indefensión, y condenado al pago de 2.500 euros.
Previo informe del teniente coronel al mando de los GAR con base en Logroño, el Consejo Superior de la Guardia Civil ha decidido aplicarle un expediente por falta muy grave, que se traduce en seis meses y un día de suspensión de empleo, con la correspondiente pérdida de destino. El nuevo reglamento interno contempla un plazo de seis meses para instruir un expediente, por lo que en este caso se habría agotado y la sanción no hubiera sido posible. Sin embargo, se le ha aplicado el anterior, el menos beneficioso, que no establece plazo alguno.
El agente ha recurrido la sentencia ante la ministra de Defensa, Carmen Chacón, y en caso de tener una respuesta no favorable presentará nuevo recurso ante el Tribunal Supremo, convencido, según los medios consultados, de que será revocada, pero «el daño moral está hecho», lamentan.
Estas fuentes, además, consideran que el agente ha sido tratado «peor que un delincuente», ya que se le ha retirado toda su documentación, así como sus armas, con lo que ello supone de riesgo para su seguridad. Además, al hacer ver el guardia que la documentación requerida la había dejado en su vehículo, tuvo que ir a recogerla «acompañado» por otro agente. Ello pese a que el guardia expedientado ha participado en la desarticulación de numerosos «comandos», entre ellos el que atentó en la T-4, así como en el desmantelamiento de dos células de Al Qaida. Además, resultó herido por una mina anti persona en Bosnia.