21 de julio de 2008

ETA retoma su ofensiva de verano con la explosión de cuatro bombas en Cantabria

ABC - 21/07/08

ETA retoma su ofensiva de verano con la explosión de cuatro bombas en Cantabria

ROCÍO FERNÁNDEZ ORTIZ. SANTANDER
Con la explosión de cuatro bombas en las localidades turísticas de Laredo y Noja (Cantabria), ETA ha retomado su «campaña de verano» con la que desde hace años pretende, además de sembrar pánico y dolor, dañar la imagen internacional de España y atemorizar al sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos. La acción terrorista, que no causó daños personales -los materiales fueron escasos-, es atribuida por las Fuerzas de Seguridad a uno de los «taldes de legales» que integran la estructura del «comando Vizcaya», el más activo de la banda desde la ruptura de la tregua.
Fue la voz distorsionada de una mujer la que avisó -el mensaje estaba grabado- de la explosión de las cuatro bombas a partir del mediodía en las playas de Laredo y Ris en Noja -destino turístico de miles de vascos-, y en el campo de golf de esta última localidad. La comunicante, que llamó a los bomberos de la Diputación Foral de Vizcaya, puso plazo a su amenaza y señaló que las explosiones de producirían entre las 12.00 y las 15.00 horas, algo que terminaría confirmándose consecutivamente en los lugares anunciados.
Tras comprobar la «veracidad» de la llamada, las Fuerzas de Seguridad procedieron a desalojar los lugares señalados que, por suerte, no estaban muy concurridos debido a la lluvia que cayó durante toda la mañana de ayer en Cantabria, a diferencia de la jornada del sábado.
Las explosiones
El primero de los artefactos hizo explosión a las 12.12 horas en la playa de Laredo, junto a la barandilla que separa el arenal del Paseo Marítimo. La explosión, que causó la rotura de cristales de algunas viviendas colindantes, se escuchó en toda la localidad y provocó una columna de humo de color marrón de unos 25 metros. La playa había sido desalojada 45 minutos antes.
La segunda estalló a las 12.50 en la zona conocida como las dunas de la playa de Ris, en Noja, y junto al puesto de los socorristas. El estallido se produjo justo cuando los expertos en desactivación de explosivos de la Policía y de la Guardia Civil se encontraban muy cerca del artefacto. Por fortuna, ninguno resultó alcanzado.
A la dos y siete minutos y a unos 300 metros de donde explosionó el primer artefacto -en el paseo marítimo de Laredo- estalló la tercera bomba, que estaba colocada debajo de la caseta que utilizan los socorrista de Cruz Roja como base durante el verano. Quedó totalmente destrozada. Ningún edificio resultó dañado debido a que el más próximo se encuentra a unos 250 metros del lugar elegido por ETA para ocultar la bomba.
Cuando faltaba diez minutos para las tres de la tarde se produjo la cuarta explosión. Fue en el campo de golf de Noja, a 500 metros de la playa de Ris, donde estalló la segunda bomba. El artefacto estaba colocado en el hoyo número 8 del campo junto a la valla perimetral. Esta explosión tuvo que ser más potente que la anterior por cuanto lanzó despedidas numerosas piedras. Una de ellas golpeó en la espalda a una mujer, que resultó herida leve, mientras que su nieta, embarazada, sufrió una crisis nerviosa. Ambas, que fueron trasladas a un centro sanitario, estaban comiendo en la terraza de su casa, situada junto a la valla del campo de golf, cuando se produjo el estallido.
Las Fuerzas Seguridad no descartan que las cuatro bombas sean el inicio de la «campaña de verano», ofensiva que retoma la banda después de que en los últimos años apenas tuviera actividad por los atentados del 11-M y por la tregua. Precisamente, en el periodo de «alto el fuego permanente», la banda, que se mantuvo activa, también aprovechó el momento para captar nuevos malhechores. De hecho, fuentes de la lucha antiterrorista no descartan que algunos de los elementos «legales» que nutren en la actualidad al «comando Vizcaya» fueran reclutados durante la tregua.
Ingresar en el cárcel
Concretamente, a la captación se refirió ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien, tras condenar los atentados, señaló que «la mejor forma de asegurarse una larga estancia en la cárcel es ingresar en ETA», al tiempo que subrayó que cada vez es menor el tiempo que transcurre entre la comisión de un atentado y la detención de sus autores.
Sin embargo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no hizo ninguno mención al último atentado de ETA en su intervención en el acto de clausura del congreso del PSC en Barcelona. No dijo ni palabra, aunque sí estuvo en permanente contacto con el ministro del Interior, que se encontraba en Cádiz.
Mientras, el presidente del PP, Mariano Rajoy -«el PP quiere, como hace siempre y como corresponde a cualquier persona normal y decente, condenar las bombas que ETA ha colocado», dijo-, expresar el apoyo de su partido al Gobierno para «derrotar» a ETA. También felicitó a las Fuerzas de Seguridad por haber actuado «con mucha agilidad».
Desde Cantabria, Miguel Angel Revilla, presidente de la Comunidad, reclamó al lendakari, Juan José Ibarretxe, que «reflexione y deje sus aventuras ilegales».