22 de julio de 2008

Cañizares avisa que el laicismo como forma de Estado rompe la Constitución

ABC - 22/07/08

Cañizares avisa que el laicismo como forma de Estado rompe la Constitución

L. D.
MADRID. Más allá de las propuestas formales que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha adelantado para esta legislatura -reforma de la Ley de Libertad Religiosa y ampliación de la ley del aborto-, a la Iglesia le preocupa sobre todo una de fondo: el avance de una mentalidad laicista que pretende cambiar la sociedad y evitar que la fe cristiana tenga que ver con las realidades sociales, políticas, culturales y económicas. Así lo manifestó ayer el cardenal arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares, durante la inauguración de los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos, que tienen lugar esta semana en Aranjuez, bajo el título «Ser cristiano en una sociedad secularizada».
«El proceso de secularización asume cada vez con más fuerza la forma de un laicismo radical en el que Dios no cuenta y en el que la fe se la recluye a la esfera de lo privado. En algunas partes, este laicismo se está convirtiendo en el dogma público básico, al tiempo que la fe es sólo tolerada como opción privada», afirmó el cardenal, quien advirtió de que «un Estado ateo, en cuanto Estado de derecho, no es posible que sea duradero». Además, remarcó que la aconfesionalidad del Estado, que establece la Constitución española, no supone el laicismo como forma de Estado, por lo que de tomar esta opción, el Gobierno «rompería con nuestra Constitución».
El mayor daño
Para el cardenal, el mayor daño que produce esta ideología dominante, no sólo a través de las leyes, sino también a través de los mensajes que trasmiten los medios de comunicación, es el cambio de mentalidad que se va generando poco a poco en la sociedad, patente sobre todo con la cuestión del aborto. «Todo lo que se está diciendo, aunque todavía no se sepa en qué va a consistir la modificación del aborto, está creando una mentalidad de que es el hombre quien dispone de la vida humana; eso indica que no se respeta la dignidad inviolable del hombre», alertó Cañizares, quien insistió en que «los derechos no son creados por los legisladores sino que son anteriores e inherentes al hombre».
En el plano de la libertad religiosa, el derecho fundamental más atacado por la ofensiva laicista, el cardenal consideró que «vivimos momentos en que la fe puede ser tolerada, como en la Roma del Imperio, si se somete a los emperadores, que son los que tratan de imponer una ideología donde Dios no cuenta y donde la fe cristiana no tiene que ver con las realidades sociales, políticas, culturales, pero eso no es la auténtica libertad religiosa». Sin embargo, aseguró que por ahora «no hay que temer» ante el anuncio de una nueva Ley de Libertad Religiosa, teniendo en cuenta que «han pasado bastantes años» de la promulgación de la actual normativa y «de la mayor presencia de miembros de otras religiones».
«Una ley espléndida»
Estas circunstancias «pueden, a lo mejor, aconsejar que haya una actualización», afirmó el cardenal, quien recordó que la ley en vigor «es espléndida» y que tanto la Iglesia católica como el resto de confesiones han dicho «que no sería necesaria» su reforma. La única condición que recordó al Gobierno para llevar a cabo esta iniciativa es que «deberá tener en cuenta la Constitución y los acuerdos con la Santa Sede».
La coincidencia de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid con la etapa final de la legislatura socialista «no cambia las cosas» para el cardenal, quien recordó que la Iglesia «no está pendiente de los vaivenes políticos y que en 2011 ó en 2015 seguirá diciendo lo mismo, ya que no quiere poder, ni dominar las conciencias, sino anunciar a Jesucristo».
Cañizares avisa que el laicismo como forma de Estado rompe la Constitución