4 de julio de 2008

El Pentágono critica la opción de un ataque militar de Israel contra Iran

ABC - 4/7/2008

El Pentágono critica la opción de un ataque militar de Israel contra Irán

MIKE MULLEN
PEDRO RODRÍGUEZ. CORRESPONSAL. WASHINGTON
Dentro de la agitada serpiente de verano que insiste con intensidad sobre un próximo ataque de Israel contra la infraestructura nuclear de Irán, Estados Unidos continúa insistiendo en que la fuerza no es la opción preferida para hacer frente al desafío de la teocracia de Teherán. En las últimas horas, el presidente Bush, aunque sin descartar otras posibilidades, ha recalcado su apuesta por encontrar un entendimiento por la vía diplomática. Mientras que el almirante Mike Mullen, máximo responsable militar del Pentágono, ha sido más explícito sobre los riesgos de una ofensiva aérea israelí.
A juicio del jefe de la Junta de Estado de Mayor, un ataque israelí contra objetivos nucleares en Irán multiplicaría la inestabilidad en Oriente Próximo y promovería el caos político y económico, además de incrementar las presiones sobre la maquinaria militar del Pentágono que se encuentra al límite de sus capacidades con los frentes abiertos en Irak y Afganistán. Comentarios que se producen justo después de una visita oficial del almirante Mullen a Israel, dentro de las privilegiadas relaciones entre Washington y Jerusalén.
Ante las renovadas especulaciones sobre uso de la fuerza, Irán ha reiterado que de ser atacado, su respuesta militar será brutal, con el consiguiente aumento desbocado en el precio del petróleo. Al mismo tiempo, Teherán estaría dando esperanzas a la posibilidad de un acuerdo multilateral para superar las tensiones acumuladas durante los últimos cinco años por su inquietante programa de enriquecimiento de uranio.
Indicios de preparativos
Esta semana, la revista «New Yorker» ha informado sobre un supuesto aumento de operaciones secretas por parte de EE.UU. en Irán. Mientras que el «New York Times» ofreció detalles el mes pasado sobre un masivo ejercicio de la Fuerza Aérea de Israel, con participación de más de un centenar de cazabombarderos F-16 y F-15. Las maniobras realizadas al este del Mediterráneo durante la primera semana de junio han sido interpretadas como un ensayo para un potencial bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán, con distancias muy similares a las existentes entre Israel y objetivos en Irán como la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz.
En Washington existe el temor de que el Gobierno de Israel, antes de que acabe este año, pueda ordenar un ataque contra Irán. Altos cargos de la Administración Bush hablan de dos «líneas rojas» que podrían servir como detonante para una ofensiva militar israelí. La primera estaría vinculada a los plazos en los que la planta de Natanz sería capaz de producir suficiente uranio enriquecido como para fabricar armas nucleares. De acuerdo con los últimos cálculos, ese umbral se podría alcanzar durante el 2009 o incluso a finales del 2008.
La segunda «línea roja» estaría vinculada al momento en el que Irán reciba y ponga en funcionamiento el sistema de defensa aérea SA-20 comprado a Rusia. Este sistema multiplicaría la dificultad de una incursión por parte de la Fuerza Aérea de Israel, al estilo de misiones realizadas en el pasado contra objetivos nucleares en Irak y Siria.
Otro factor mencionado entre todas estas consideraciones de calendario bélico es la posibilidad de que Israel decida atacar antes de que un nuevo ocupante de la Casa Blanca, con potenciales simpatías mermadas hacia el Estado judío, tome posesión el próximo 20 de enero.
Washington contempla con preocupación una posible ofensiva aérea de TelAviv antes de que acabe este año