20 de octubre de 2008
Los obispos tachan de «dramático» e «inaceptable» eliminar embriones para tener un bebé medicamento
ABC - 17/10/08
Los obispos tachan de «dramático» e «inaceptable» eliminar embriones para tener un bebé medicamento
SERVIMEDIA
Publicado Viernes, 17-10-08 a las 12:22
La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española (CEE) tachó hoy de "dramático" e "inaceptable" que se hayan eliminado embriones enfermos y sanos de la fecundación in vitro del "bebé medicamento" que nació el pasado 12 de octubre en Sevilla para curar a su hermano, que sufre anemia congénita.
En una nota, la CEE recalca que en ese proceso, "se implantan en el utero materno aquellos embriones que presentan el perfil de compatibilidad genética más adecuado con el hermano enfermo. Los demás son destruidos o congelados".
En este sentido, la Secretaría General de la CEE asegura que "conviene aclarar al respecto las implicaciones morales que no han sido señaladas estos días por algunos medios de comunicación social".
Así, destaca que "se ha puesto el énfasis en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de la curación de la enfermedad de su hermano. Expresada así, la noticia supone un motivo de alegría para todos".
"Sin embargo", añade, "se ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente".
A su juicio, "el nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida".
"Se ha calificado el hecho como un éxito y un progreso científico. Sin embargo, someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad", aseguran los obispos.
Destaca, además, que "los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista".
"Por su parte, el hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica", apostilla.
Finalmente, la CEE recuerda el documento de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, del 30 de marzo de 2006, que denuncia la injusticia que se comete con los seres humanos producidos en el laboratorio, al ser tratados "como un mero producto conseguido por el dominio instrumental de los técnicos"."La dignidad del ser humano exige que los niños no sean producidos, sino procreados".
Respecto a la práctica en el caso del "bebé medicamento" de Sevilla, la CEE indica que el citado documento señala que: "Los planteamientos emotivos encaminados a justificar estas prácticas horrendas son inaceptables".
"Es cierto: hay que curar a los enfermos, pero sin eliminar nunca para ello a nadie. La compasión bien entendida comienza por respetar los derechos de todos, en particular, la vida de todos los hijos, sanos y enfermos", agrega.
"El hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido y no basta para presentar como progreso la práctica eugenésica que ha supuesto la destrucción de sus hermanos generados 'in vitro'", concluye la CEE.
Los obispos tachan de «dramático» e «inaceptable» eliminar embriones para tener un bebé medicamento
SERVIMEDIA
Publicado Viernes, 17-10-08 a las 12:22
La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española (CEE) tachó hoy de "dramático" e "inaceptable" que se hayan eliminado embriones enfermos y sanos de la fecundación in vitro del "bebé medicamento" que nació el pasado 12 de octubre en Sevilla para curar a su hermano, que sufre anemia congénita.
En una nota, la CEE recalca que en ese proceso, "se implantan en el utero materno aquellos embriones que presentan el perfil de compatibilidad genética más adecuado con el hermano enfermo. Los demás son destruidos o congelados".
En este sentido, la Secretaría General de la CEE asegura que "conviene aclarar al respecto las implicaciones morales que no han sido señaladas estos días por algunos medios de comunicación social".
Así, destaca que "se ha puesto el énfasis en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de la curación de la enfermedad de su hermano. Expresada así, la noticia supone un motivo de alegría para todos".
"Sin embargo", añade, "se ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente".
A su juicio, "el nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida".
"Se ha calificado el hecho como un éxito y un progreso científico. Sin embargo, someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad", aseguran los obispos.
Destaca, además, que "los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista".
"Por su parte, el hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica", apostilla.
Finalmente, la CEE recuerda el documento de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, del 30 de marzo de 2006, que denuncia la injusticia que se comete con los seres humanos producidos en el laboratorio, al ser tratados "como un mero producto conseguido por el dominio instrumental de los técnicos"."La dignidad del ser humano exige que los niños no sean producidos, sino procreados".
Respecto a la práctica en el caso del "bebé medicamento" de Sevilla, la CEE indica que el citado documento señala que: "Los planteamientos emotivos encaminados a justificar estas prácticas horrendas son inaceptables".
"Es cierto: hay que curar a los enfermos, pero sin eliminar nunca para ello a nadie. La compasión bien entendida comienza por respetar los derechos de todos, en particular, la vida de todos los hijos, sanos y enfermos", agrega.
"El hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido y no basta para presentar como progreso la práctica eugenésica que ha supuesto la destrucción de sus hermanos generados 'in vitro'", concluye la CEE.