20 de octubre de 2008

La Iglesia recoge en un libro sus primeros 479 mártires de 1936 a 1939

ABC - 17/10/08

La Iglesia recoge en un libro sus primeros 479 mártires de 1936 a 1939

LAURA DANIELE MADRID
Viernes, 17-10-08
«La Iglesia no puede renunciar a reconocer a sus hijos que mueren por la causa de la fe». Con este espíritu, la Conferencia Episcopal Española presentó ayer una publicación sobre «Los primeros 479 santos y mártires del siglo XX en España», en la que se recopilan sus vidas, las circunstancias de su martirio y los mensajes del Papa en sus respectivas ceremonias de beatificación. La mayoría murieron asesinados en 1936 -a partir de finales de julio- y un grupo considerablemente menor entre 1937 y 1939.
Con la presentación en público de este material, que sigue la línea del publicado el año pasado con motivo de la beatificación de otros 498 mártires, la Iglesia no pretende abrir ninguna herida, a pesar de coincidir con el anuncio del juez Baltazar Garzón de que investigará la desaparición de las víctimas del franquismo, y ordenará la exhumación de 19 fosas ya identificadas.
En rueda de prensa, el secretario general del Episcopado y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, aseguró ayer que «esta actividad de la Iglesia de recordar a sus hijos que han pagado con la vida la fidelidad a su fe es de siempre, se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, cuando no había leyes de memoria histórica», y recordó que el trabajo de investigación de estas causas de beatificación «se venía haciendo desde mucho tiempo, antes de que se hablase de una ley de memoria histórica. No tiene nada que ver con ésta», añadió.
El portavoz de los obispos también afirmó que este libro «no introduce en absoluto la ocasión de ir contra nadie, ya que a nadie se cuestiona, no se buscan tampoco culpables, que los habrá, sino que se trata de reconocer a los hijos de la Iglesia» que «murieron en un ambiente de serenidad, de afirmación de los valores centrales del cristianismo, es decir, por el perdón, por la reconciliación, por el anuncio del Dios del amor que a todos nos hace hermanos». De hecho, señaló que estos mártires «siguen siendo un testimonio de esos valores que fundamentan la convivencia en libertad y justicia».
La Iglesia ha insistido en varias ocasiones en que estas personas no pueden ser consideradas «mártires de la Guerra Civil», ya que las guerras «tienen caídos en uno y otro bando», mientras que sólo las persecuciones religiosas «tienen mártires».