24 de noviembre de 2017
Solo Podemos niega en el Congreso la injerencia de Moscú en la crisis catalana
Solo
Podemos niega en el Congreso la injerencia de Moscú en la crisis catalana
"Rusia está en la guerra de la información con
España y el resto de la UE", afirma una investigadora del Instituto Elcano
“Si anda como un pato, nada como un pato y
hace cuac cuac, suele ser un pato”. El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, ha
resumido el sentir de los grupos tras escuchar en el Congreso a Mira
Milosevich, experta del Real Instituto Elcano, apuntar al Gobierno ruso como
responsable último de la campaña de desinformación en las redes sociales sobre
la crisis catalana. La excepción ha sido el portavoz de Podemos, Rafael
Mayoral, quien ha arremetido duramente contra la investigadora, a la que acusó
de participar en una “campaña de intoxicación”.
Julian
Assange, fundador de Wikileaks, en un balcón de la Embajada de Ecuador en
Londres en mayo pasado. En vídeo, declaraciones de Mira Milosevich y Rafael
Mayoral. DANIEL LEAL-OLIVAS (©GETTY IMAGES) / VÍDEO:
QUALITY
Hasta ahora, las sesiones de la Comisión
Mixta de Seguridad Nacional se habían desarrollado en medio de una placidez
soporífera. Las opiniones de los máximos responsables en ciberseguridad no
levantaban pasiones. Pero el tono ha cambiado este jueves en la comparecencia
de Mira Milosevich Juaristi, profesora de Historia de las Relaciones Internacionales
de origen serbio que ha españolizado su apellido añadiéndole el de su marido:
el escritor Jon Juaristi.
Milosevich ha explicado cómo el incremento
de un 2000% de las menciones a Cataluña en medios rusos en los últimos días de
septiembre se instrumentalizó a través de una brigada
web de trolls (perfiles falsos) y bots (robots), con el apoyo de dos cadenas
de noticias, RT y Sputnik, financiadas por el Estado ruso.
La investigadora del Real Instituto Elcano ha subrayado que Julian
Assange,
confinado en la Embajada ecuatoriana en Londres, llegó a retuitear 60 veces en
un segundo, lo que escapa a las capacidades de un ser humano, y en San
Petesburgo hay una conocida granja de trolls propiedad de un magnate amigo de
Putin. Aunque los medios rusos no son los únicos que han difundido noticias
falsas sobre la crisis catalana, ha admitido, “lo que distingue a Moscú es que
usa la guerra de la información como estrategia militar y así lo recoge la
vigente Doctrina Militar de la Federación de Rusia”. Prueba de ello es que esta
misma injerencia ya se produjo, con distintos resultados, en las últimas
elecciones en EE UU, Francia y Alemania, así como en el referéndum del Brexit.
La investigadora ha reconocido que “no
existen pruebas materiales ni huellas informáticas” que demuestren que esta
campaña ha sido ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, o miembros de
su Gabinete. Pero añadió: “La procedencia territorial y la complejidad de los
medios e instrumentos tecnológicos a coordinar no pueden venir de un solo individuo,
de un patriota [en alusión a los hackers
patriotas que,
según Putin, actuarían por su cuenta contra los medios que ofenden a Rusia],
sino que detrás hay una estrategia planificada y el apoyo de agencias cercanas
al Gobierno ruso”.
El objetivo de Moscú, ha asegurado, no es
la independencia de Cataluña, sino debilitar a la UE y desacreditar el orden
democrático-liberal, desviando la atención de sus problemas internos. Se trata
de pagar a los países europeos con “su propia medicina”, en alusión al reconocimiento
de la independencia de Kosovo.
El general Carlos Gómez López de Medina,
jefe del mando conjunto de ciberdefensa, omitió referirse a la campaña de
desinformación rusa, ya que su misión es bien diferente: proteger los sistemas
de información de las Fuerzas Armadas.
Pero algunas de sus reflexiones arrojaron
luz sobre el nuevo tipo de guerra sucia que se libra en el ciberespacio, donde
es “más fácil, barato y eficiente atacar que defender”, algo que no sucedía en
el teatro de batalla convencional. En la ciberguerra, explicó, se puede “lanzar
la piedra y esconder la mano”, ya que conocer la autoría de un ciberataque es
“extraordinariamente complicado”; y demostrarla resulta “la mayor parte de las
veces imposible”.
Los portavoces de los grupos Mixto,
Ciudadanos, PSOE y PP han agradecido la comparecencia de Milosevich y se han
mostrado preocupados por sus conclusiones. “Es una tema muy importante que no
debemos frivolizar”, ha dicho Luis Salvador, de Ciudadanos.
“Usted puede decir
cosas que las autoridades españolas no pueden, pero lo que no podemos es
quedarnos callados”, ha agregado Hernando, del PSOE. “Todos estamos preocupados
por los intentos de desestabilizar a nuestro país”, ha remachado Ana Belén
Vázquez, del PP.
La nota disonante la puso Rafael Mayoral, de Podemos, quien se ha preguntado si los informes de Milosevich
tienen la misma credibilidad que los que aseguraban que había armas de
destrucción masiva en Irak en 2003; y le ha acusado de participar en una
“estrategia de intoxicación” sin aportar “ni una sola prueba” de la implicación
del Kremlin. Tal ha sido su agresividad, que el presidente de la comisión, el
exministro José Manuel García-Margallo, ha salido en defensa de la
compareciente, lo que ha provocado un encontronazo con el diputado.
“¿Está
España en guerra con Rusia?”, ha preguntado repetidamente el dirigente de
Podemos a la investigadora. “Rusia está en la guerra de la información con
España y el resto de la UE”, le ha respondido.
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