21 de noviembre de 2017
Sáenz de Santamaría enfría la reforma de la Constitución
Sáenz
de Santamaría enfría la reforma de la Constitución
La vicepresidenta advierte de que no se cambiará la
norma básica para contentar a los nacionalistas
El PP y Podemos enfriaron ayer las
esperanzas de que la comisión territorial del Congreso promovida por el PSOE
sirva para modificar la Constitución y zanjar el debate secesionista. El apoyo
del PSOE es “lo mínimo” para modificar la norma básica del Estado, pero no
basta, según dijo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien avisó:
“Si queremos reformar la Constitución, hay que ir con un consenso muy amplio”.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, calificó de “marketing” la propuesta socialista.
Soraya
Sáenz de Santamaría y el presidente del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno
Bonilla, este lunes en Sevilla. PACO FUENTES
La vicepresidenta del Gobierno, en un
encuentro celebrado por la Cadena SER en Sevilla, se mostró favorable a
introducir cambios en la Carta Magna, pero no a cualquier coste y, menos aún,
para “contentar a los nacionalistas”. “No se contentan. Para ellos, cualquier
logro es una meta volante”, lamentó.
De esta forma, Sáenz de Santamaría se
alineó con la línea fría de su partido sobre la reforma constitucional, para la
que el pasado miércoles comenzó su andadura la comisión impulsada en el
Congreso por el PSOE sobre el modelo territorial con la ausencia de Unidos
Podemos y los partidos nacionalistas.
“Hay que trabajar en la línea de
[Jean-Claude] Juncker [presidente de la Comisión Europea] y no en la de [Oriol] Junqueras”, ironizó Sáenz de Santamaría en
referencia al presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, encarcelado tras
la declaración unilateral de independencia por supuestos delitos de rebelión,
sedición y malversación de fondos.
El secretario general socialista, Pedro
Sánchez, defiende la reforma constitucional para determinar cómo Cataluña se
queda en España, pero no que se pueda ir, principal diferencia con Unidos
Podemos, que aboga por un referéndum pactado. El presidente del Gobierno y del
PP, Mariano Rajoy, aceptó la apertura del proceso, pero Sáenz de Santamaría se
encargó ayer de enfriar las expectativas.
La vicepresidenta afirmó que una
transformación de la norma básica del Estado “no se puede empezar por el
tejado” y abogó, primero, por evaluar el funcionamiento actual del Estado de
las autonomías y, después, conseguir el consenso más amplio. En este sentido,
consideró ilógico cambiar un texto que cuenta con un respaldo mayoritario de
los españoles (el 88% de los votantes respaldó el texto de 1978) por otro con
menos apoyos.
Una de las claves de este consenso será el
establecimiento de un nuevo sistema de financiación que sustituya al actual
porque, según ha reconocido la dirigente del PP, es un “mal modelo”. Para este
cambio, ha reclamado la participación de Cataluña (ausente en la última conferencia de
presidentes autonómicos) tras las elecciones del próximo 21 de diciembre. “Hace
falta un nuevo Gobierno que se incorpore al debate”, afirmó.
Acuerdo. El secretario general del PSOE, Pedro
Sánchez, anuncia el 11 de octubre su respaldo a la aplicación del artículo 155
de la Constitución y un acuerdo con el presidente del Gobierno para abordar una
reforma de la Constitución.
Primeros
pasos. La
comisión parlamentaria sobre el modelo territorial, el primer paso para abrir
la reforma de la Constitución, arranca sin independentistas catalanes, PNV ni
Unidos Podemos.
Reticencias. Los líderes territoriales del PP reclaman
límites a la reforma y, ayer, la vicepresidenta se suma a las reticencias.
En este sentido, Sáenz de Santamaría
reclamó un Ejecutivo catalán que “revierta el mal que han causado los
independentistas” y acusó a las fuerzas que han llevado a la aplicación del
artículo 155 de la Constitución de ser las “más anticatalanistas”. “Sólo han
pensado en ellos”, concluyó.
Moción de censura
Al jarro de agua fría de la vicepresidenta se sumó por la izquierda el
secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien rechazó sumarse
al proceso de reforma constitucional. “Lo que hay que hacer en estos momentos
es echar al PP del Gobierno. En el momento en el que el PSOE realmente quiera
cambiar el país, lo que veremos es a Pedro Sánchez presentando una moción de
censura. Hasta que no veamos eso, estamos hablando de marketingy maniobras discursivas para justificar su
apoyo al 155”, afirmó el dirigente de esta formación.
La distancia entre los modelos
territoriales de socialistas y Podemos es insalvable, según se encargó ayer de
recordar la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien acusó al
máximo dirigente de la formación, Pablo Iglesias, de querer situar el Estado en
condiciones preautonómicas y preconstitucionales.
En su opinión, el modelo territorial de
Podemos es “un disparate que convierte a Andalucía en una comunidad de segunda
sin entender el legado del 28 febrero y del 4 de diciembre”, en referencia a
las fechas en la que los andaluces aprobaron el acceso a la autonomía y la
reclamaron en las calles hace casi medio siglo.
“Queremos que a España le vaya bien para
que a Andalucía le vaya bien. Nunca estaré de acuerdo en que se vuelva a esa
discusión preconstitucional”, afirmó Díaz en un acto en Granada.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya
Sáenz de Santamaría, se mostró ayer más partidaria de una solución en las urnas
el próximo 21 de diciembre que de una reforma constitucional.
En este sentido, Sáenz de Santamaría
destacó que serán las elecciones catalanas las que supongan el “fin de la
deriva independentista” y deseó una gran movilización para asegurar que el
resultado cuente con el respaldo de una mayoría incuestionable de catalanes.
“Espero que haya una gran participación y
que se ponga el punto final al desafío independentista para recuperar el
dinamismo de la economía y la sociedad de Cataluña”, afirmó ayer la
vicepresidenta.
En este sentido, la representante del
Gobierno afirmó que los comicios autonómicos supondrán “la vuelta a la
normalidad y a la legalidad” así como la elección de un Ejecutivo que “piense
en los catalanes”.
La vicepresidenta acusó a los
independentistas de haber causado un enorme daño económico y social a la
comunidad y afirmó que es posible el respeto a la “diversidad” con la “lealtad
al proyecto común” que es España.
En ese marco reclamó la vuelta de las
instituciones catalanas a los órganos de representación autonómica, como la
conferencia de presidentes, para abordar aspectos tan fundamentales como la
reforma del sistema de financiación e impulsar los “mecanismos de cooperación”
entre Administraciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario