23 de noviembre de 2017
Ecuador pide a Assange que no se inmiscuya en la crisis catalana
Ecuador
pide a Assange que no se inmiscuya en la crisis catalana
El Ministerio de Exteriores dice que el
ciberactivista "se ha comprometido formalmente a observar una conducta que
sea compatible con la voluntad del Estado ecuatoriano"
Julian
Assange, en la embajada de Ecuador en Londres. EFE ATLAS-QUALITY
El fundador de Wikileaks, Julian Assange,
ha vuelto a comprometer al país que le da asilo al inmiscuirse en asuntos de
política internacional. El Gobierno de Ecuador le ha pedido esta vez que no se
entrometa en la crisis catalana y se ha desmarcado de sus declaraciones de
apoyo. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ha emitido un
comunicado para aclarar que las opiniones de Assange no representan la posición
del Estado ecuatoriano.
“Ecuador reafirma su adhesión a los
principios que rigen las relaciones entre todas las naciones, especialmente el
respeto a la integridad territorial, soberanía e independencia de los Estados,
así como el de no intervención en los asuntos internos de ningún país y el
derecho de todos los Estados, en tanto miembros iguales de la comunidad internacional,
de resolver sus diferencias sin injerencias extranjeras”, ha puntualizado el
Gobierno, para después ratificar que el llamado al orden a Assange no
condiciona la protección que le concedió en 2012 el Gobierno de Rafael Correa
mientras permanezca en la Embajada del país en Londres.
El Ejecutivo de Lenín Moreno ha reafirmado
su compromiso con el asilo diplomático concedido hace cinco años cuando el
fundador de Wikileaks se refugió en territorio consular ecuatoriano de las
autoridades que le perseguían por un presunto delito de abuso sexual en Suecia.
Un caso que ya está archivado. La renovación de su protección responde al
compromiso de Ecuador con “los principios y normas previstos en el derecho
internacional y en la normativa nacional sobre asilo”. Sin embargo, a finales
de septiembre, el presidente ecuatoriano comentó en una entrevista que Assange
“quizá” estaba “sobrepasando” su condición de asilado y ya entonces le pidió
que no se entrometiera en cuestiones de política nacional o internacional.
Ahora, es Madrid quien protesta tras el
respaldo que el activista mostró a los líderes secesionistas catalanes a partir
de la declaración unilateral de independencia de Cataluña. Además, el ciberactivista se reunió en la Embajada el pasado 9 de noviembre con Oriol Soler, un ideólogo clave en el desafío
secesionista y también ha dado videoconferencias en las que se ha pronunciado a
favor de la independencia de Cataluña.
Según el comunicado de Exteriores, Assange
“se ha comprometido formalmente a observar una conducta que sea compatible con
la voluntad del Estado ecuatoriano”, ante el aviso de las autoridades
ecuatorianas de “su obligación de no realizar declaraciones o actividades que
pudieran afectar las relaciones internacionales del Ecuador”, como las que se
mantienen con España, con quien se comparten “lazos históricos y culturales”,
así como “vínculos basados en el respeto mutuo, la amistad entre sus pueblos y
la cooperación bilateral”.
Ecuador ya ha solicitado al Reino Unido que
emita un salvoconducto para que el australiano pueda salir de la Embajada y
viajar a territorio ecuatoriano, pero este se ha negado hasta ahora a moverse
por miedo a ser detenido a petición de Estados Unidos. El año pasado, el
Gobierno ecuatoriano tuvo que cortar la conexión de Internet a la que tenía acceso Assange para evitar que
también se inmiscuyera en las elecciones presidenciales entre el republicano
Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
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