9 de noviembre de 2017
“España debe tomarse muy en serio la amenaza rusa”
“España debe tomarse muy en serio la amenaza rusa”
La Vicepresidenta
del Grupo Popular Europeo afirma que cualquier comparación entre Cataluña y las
repúblicas bálticas es una ofensa a la memoria de las víctimas del comunismo
EL
PAIS - Madrid 8 NOV 2017 - 18:54 BRST
Sandra
Kalniete, Vicepresidenta del Grupo Popular Europeo. KONRAD
ADENAUER STIFTUNG
Si hay alguien que sabe de independentismo y de injerencia rusa en el
Parlamento Europeo es Sandra Kalniete, vicepresidenta del Grupo Popular desde
2014. Nació en un gulag de Siberia en 1952, al que sus padres fueron
trasladados como esclavos. No vio su país, Letonia, hasta que tenía siete años.
Su vida adulta bajo el terror soviético la convirtieron en activista del
movimiento soberanista letón, que consiguió la libertad para su país en 1991.
Hoy tiene dos mensajes muy claros para España: la amenaza rusa es real y hay
que tomarla en serio, y cualquier comparación entre Cataluña y las repúblicas
bálticas es una ficción y una ofensa a la memoria de las víctimas del
comunismo.
Pregunta. ¿Qué interés puede tener Rusia en la crisis en Cataluña?
Respuesta. España es uno de los países miembros más importantes de la UE, que ya
está sufriendo la crisis del
Brexit, por lo que es muy positivo para Rusia que haya otra crisis
que avance en la regionalización de Europa. Hay problemas de nacionalismo en
Bélgica y en otros países como Italia. Esto haría que la UE se sumiera en sus
problemas y que su seguridad y política exterior perdieran fuerza a escala
mundial.
P. ¿Qué pueden hacer los políticos en España para contener esta
amenaza?
R. En primer lugar, no tienen que perder el tiempo debatiendo, porque
nos enfrentamos a un mundo completamente nuevo, digital, que requiere nuevos
instrumentos internacionales para enfrentarse a él. Esta amenaza debe tomarse
muy en serio. Por el momento, estamos indefensos frente a estas nuevas
tecnologías. Se suponía que ayudarían a la humanidad, pero si están en manos de
fuerzas negativas, pueden hacer daño.
P. En teoría, la tecnología no es mala, lo que es malo es cómo se
usa.
R. Como he dicho, esa es la razón por la que tiene que haber normas
internacionales acordadas, acuerdos internacionales y tratados, porque este
ámbito es extremadamente importante.
P. Rusia no es que se esconda en estas campañas. ¿Por qué interfiere
de forma tan abierta?
R. Estoy convencida de que Rusia lo hace a propósito para mostrar que
es muy fuerte y puede interferir en los asuntos internos de todos los países,
que puede conseguir sus objetivos y que no podemos hacer nada para impedírselo.
Para Rusia, lo importante no es ser la mejor desde un punto de vista económico
o social. Para Rusia, lo que es importante es que los demás países le tengan
miedo. Eso aparece desde hace siglos en la percepción política rusa de la
grandeza de su país.
P. ¿A Rusia le interesa debilitar la democracia en Occidente?
R. Sin duda, porque si las democracias están unidas, pueden hacer
frente común de cara a los intentos de penetración y de debilitamiento. Desde
el punto de vista económico, la UE es poderosa, seguimos siendo uno de los
actores económicos más importantes a escala mundial. Y Rusia es débil porque su
economía se basa en una estructura tercermundista, en las materias primas, y no
en la alta tecnología. Le interesa sacar
provecho de esa debilidad.
P. Entonces es una estrategia muy detallada, con unos objetivos muy
claros.
R. Claro que se trata de una estrategia muy elaborada para debilitar
la unidad europea, porque es mucho más fácil enfrentarse a una UE fragmentada,
que por ahora ya está dividida en temas básicos y fundamentales. Hay un peligro
de lavado de cerebro de las mentes europeas al decir que nuestros valores, en
realidad, no son valores, que la mayoría de los europeos son hipócritas, que
los políticos europeos tienen una doble moral. Se hacen paralelismos entre
Crimea y Kosovo, se los relaciona con Cataluña... Son muy habilidosos en este
tipo de tergiversaciones.
P. Son muchos los que creen que esta amenaza rusa es pura ciencia
ficción, exageraciones alarmistas.
R. La gente debe darse cuenta del cambio extremo que vivimos. Si
analizamos retrospectivamente la historia, la magnitud de ese cambio es como la
de la revolución industrial. Estamos viviendo una revolución digital. Imágenes
hasta ahora fantásticas se están convirtiendo en realidad: el mundo virtual,
las conexiones instantáneas, la economía digital. Las amenazas directas que
reciben, por ejemplo, los Estados bálticos por ser vecinos de Rusia ya no son
más reales que, por ejemplo, las que recibe España, que está detrás de sus
montañas. En el mundo digital las montañas ya no desempeñan un papel defensivo.
P. A menudo los independentistas han descrito la situación en
Cataluña como la de las repúblicas bálticas antes del desmoronamiento de la
URSS. ¿Tiene algo que decir?
R. Tengo una respuesta muy sencilla. Los Estados bálticos habían sido
ocupados por un régimen totalitario y sanguinario. España es un país
democrático con una Constitución y Cataluña tiene su propio autogobierno. En un
país democrático, cualquier problema puede resolverse mediante el diálogo y las
negociaciones dentro del marco de la ley. La ley se puede cambiar mediante
negociaciones, porque en las sociedades democráticas hay normas para hacerlo.
En los Estados bálticos, bajo el régimen totalitario, no había opciones
políticas. Tenías que luchar por tu libertad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario