27 de noviembre de 2017
Los obispos avisan que la ley LGTBI instaura «una verdadera censura y tiene visos inquisitoriales»
Partiendo de la premisa de que todas las personas «merecen ser respetadasindependientemente de cualquier característica o condicionamiento», los obispos alertaron este lunes de que la ley contra la discriminación de lesbianas, gais, transexuales, transgénero, bisexuales, transexuales e intersexuales(LGTBI) --en tramitación por el Congreso de los Diputados-- «instaura una verdadera censura».
En una nota final tras la reunión de la Asamblea Plenaria, los prelados recuerdan que la proposición de ley presentada el pasado 18 de septiembre por Podemos en el Congreso «es una propuesta fundamentalista», ya que al imponer la ideología de género «excluye e impide otras visiones acerca del ser humano».
El texto presentado por Podemos plantea cuestiones muy polémicas como permitir a los adolescentes a partir de los 16 años someterse a cirugías de cambio de sexosin el consentimiento paterno u obligar a los centros a incluir «contenidos sobre la diversidad sexual, de género y familiar» en Primaria. La mayoría de los grupos políticos del Congreso rechazaron el texto original de esta proposición de ley, pero acordaron que se tramitara una Ley LGTBI. La nueva norma pretende unificar en un solo marco legal las distintas leyes aprobadas hasta ahora por una decena de comunidades autónomas.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, explicó este miércoles en una rueda de prensa que los obispos se oponen a esta legislación porque «supone un ataque frontal a una serie de derechos fundamentales en pro de la protección de una minoría». «No puede convertirse en una ley porque lleva consigo una asfixia de la libertad y pone en peligro todos los bienes de la democracia como la libertad religiosa, ideológica, la libertad de expresión, de prensa, de cátedra», afirmó.
Los obispos consideran que se trata de una «ley totalitaria», ya que obliga a los medios de comunicación y los colegios a incluir en sus programaciones y currículums contenidos relacionados con la diversidad de género, incluyendo la diversidad familiar LGTBI e incluso plantea la creación de una Agencia Estatal para vigilar y sancionar a quienes infringan esta norma.
Frente a «esta imposición del pensamiento único», el portavoz de la Conferencia Episcopal invitó a las fuerzas políticas y a la sociedad civil «a oponerse al desarrollo de esta norma en defensa de los derechos y libertades constitucionales».
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