10 de junio de 2008

El Gobierno alemán defiende a Trichet y pide que Zapatero se «explique»

ABC - 10/06/08

El Gobierno alemán defiende a Trichet y pide que Zapatero se «explique»

R.VILLAPADIERNA/G.SANZ. BERLÍN/MADRID.
Lejos de amainar, la polémica creada por José Luis Rodríguez Zapatero el pasado sábado con su petición de «prudencia» y «responsabilidad» al presidente del Banco Central Europeo (BEC), Jean-Claude Trichet, aumenta. Ayer, el Gobierno Federal Alemán instó al presidente del Gobierno español a aclarar las inusuales críticas realizadas contra Trichet, subrayando el principio de independencia de la institución. Y el propio Trichet, en rueda de prensa en París, sin referirse explícitamente a Zapatero, sí dijo que «mantiene» sus declaraciones del pasado jueves sobre una eventual subida de las tasas en julio. «No es segura, pero es posible (...). Lo que hemos dicho apunta a la estabilidad de precios y protege a los más pobres, que son los más vulnerables a la subida de precios», añadió
Quien sí fue un paso más allá fue el vicepresidente del banco, el griego Lucas Papademos, rechazando que las palabras de su presidente hayan generado volatilidad en los mercados financieros. Durante la presentación en Fráncfort (Alemania) del Informe de estabilidad financiera de junio de 2008, Papademos afirmó: «No acepto la opinión de que nuestro comunicado sobre la política monetaria pueda afectar de alguna manera adversamente a la volatilidad de los mercados».
Por su parte, el viceportavoz del ejecutivo germano, Thomas Steg, sí se distanció abiertamente del Ejecutivo socialista español y dijo que el Gobierno que preside Angela Merkel no tiene «crítica alguna que realizar al BCE, ni sobre su presidente Trichet». Thomas Steg quiso salvar la autonomía del banco y advirtió que si «el señor Zapatero lo contempla de forma diferente tendrá que explicarlo» mejor. Thomas Steg dejó claro que «para nosotros la independencia del banco es irrenunciable, la posición del gobierno alemán es clara en esto» y «no tenemos por qué elevar criticas al respecto».
Blanco lo compara con Sarkozy
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, salió ayer en defensa de lo dicho por Rodríguez Zapatero el pasado sábado en León. Blanco comenzó por afirmar que la Ejecutiva Federal Socialista «comparte» lo dicho por su jefe de filas. El «número dos» del PSOE recordó que el presidente francés, Nicolás Sakozy, criticó a Trichet el pasado septiembre en una entrevista a «Le Monde», en la que decía que la política del BCE de inyectar liquidez sin reducir los tipos «da facilidades a los especuladores y se complica la tarea para los emprendedores».
Blanco recordó ayer que los mismos medios de comunicación que critican ahora a Rodríguez Zapatero alabaron a Sarkozy el pasado septiembre por sus palabras contra Trichet. El secretario de Organización Socialista recordó que las palabras de Trichet, el pasado jueves, anunciando una posible subida de tipos en la reunión del BCE prevista para el 3 de julio «tuvieron una consecuencia inmediata» en la escalada histórica del euríbor hasta el 5,41% al día siguiente, viernes. Ayer, en el inicio de la semana, el Euríbor, índice de referencia para la mayoría de las hipotecas, situó su tasa diaria en el 5,429% y marcó un nuevo máximo histórico por segundo día consecutivo, tras el nivel alcanzado el viernes pasado.
En España, la polémica también siguió ayer. El portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Fomento del Congreso, Andrés Ayala, criticó que Rodríguez Zapatero esté «más preocupado en criticar a Trichet que en coger el toro por los cuernos», en clara alusión al problema de los transportistas. Y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, criticó al presidente del Gobierno por escandalizarse con el BCE, un organismo que, según enfatizó, «responde únicamente a criterios de inflación y no a criterios sociales».
«El Gobierno -insistió Llamazares- no puede eludir su responsabilidad echando la culpa al BCE, ya no conoce lo que es el BCE. Es la catedral del neoliberalismo en Europa. Espantarse de que Banco Central Europeo dé doctrina es tanto como espantarse de que El Vaticano dé doctrina».