Trescientos oficiales llevan al Gobierno a los tribunales por la Ley de la Carrera Militar
Otro recurso de la Aume, que puede llegar al Constitucional
MADRID
Miércoles, 10-09-08
Consideran que sus carreras militares están siendo perjudicadas. Que la aplicación del criterio de antigüedad para el ascenso y la ordenación de los Ejércitos ha sido cercenado por el Gobierno de Zapatero. Por esta razón, más de 300 oficiales de la Escala Superior de Oficiales de la Armada, concretamente 302, han puesto en marcha el pasado lunes un hecho sin precedentes en la historia militar: llevar ante los tribunales la Ley de la Carrera Militar, aprobada el 30 de octubre de 2007 con las críticas de parte de la oposición.
¿Cuál es el punto fundamental de esta ley que ha hecho saltar las alarmas en los Ejércitos? Concretamente, la intención del Gobierno de unificar las dos escalas de oficiales existentes hasta el momento (la Escala Superior de Oficiales y la Escala de Oficiales) en una única escala. Para conseguir esta integración, la nueva normativa obliga a los miembros de la Escala Superior a integrarse obligatoriamente el 1 de julio de 2009, mientras que los integrantes de la Escala de Oficiales pueden hacerlo de forma voluntaria, pero tendrán que hacer un curso de adaptación. La integración de este último colectivo se realizará también a partir del 1 de julio de cada año, a partir de 2009, siempre y cuando superen este curso.
Saltar por delante
El problema que se ha planteado con este sistema de integración es que los oficiales de la Escala Superior (equivalente a una licenciatura en el sistema educativo general) consideran que se pueden producir situaciones en que un militar, con menos años de antigüedad y con menor formación, se puede situar por delante de otro, en teoría más antiguo.
El punto fundamental de esta ley que ha hecho saltar las alarmas es la intención del Gobierno de unificar las dos escalas de oficiales existentes hasta el momento (la Escala Superior de Oficiales y la Escala de Oficiales) en una única escala.
Después de varios meses de sopesar si este sería el camino adecuado para defender sus intereses, estos jefes militares han llegado a la conclusión de que la única manera de frenar la forma de integración de las dos escalas que actualmente existen en los Ejércitos es llevar la Ley ante los tribunales. La fórmula utilizada es la presentación de un recurso contencioso administrativo contra la orden ministerial de 29 de mayo de 2008 del Ministerio de Defensa, por la que se regula el curso de adaptación para la incorporación a la nueva escala única. Una orden ministerial que se publicó incumpliendo la propia ley, ya que fijaba el 31 de enero como el plazo final para conocer el contenido de este curso.
El recurso ha sido interpuesto por 302 oficiales de la Armada, el Ejército más perjudicado, y las fuentes de este colectivo consultadas por ABC indican que «es significativo que el 70 por ciento de los componentes de la plantilla en los empleos de capitán/teniente de navío y teniente/álferez de navío de la Escala Superior de Oficiales se hayan unido para interponer este recurso, que no cuestiona la orden ministerial y el curso de adaptación en sí, sino la Ley de la Carrera Militar 39/07, y en especial el espinoso asunto de la integración de escalas contenidas en la Disposición Transitoria Cuarta, sin duda la más polémica de la ya de por sí discutida Ley».
Para los militares de la Escala Superior de Oficiales, la presentación de este recurso es un hecho histórico, ya que «nunca una proporción tan grande de un colectivo de oficiales con independencia de la procedencia habían visto dañados sus derechos e intereses profesionales hasta el punto de tener que confiar la solución al poder judicial».
Pero para llegar a esta drástica decisión, los militares han tenido que constatar los «efectos devastadores» de esta integración de las escalas que les ha impuesto el Gobierno de Rodríguez Zapatero. A juicio de los oficiales de la Escala Superior, a la hora de hacer efectiva esta integración «no se tiene en cuenta la antigüedad en el empleo, sino un criterio de proporcionalidad a los efectivos del colectivo de procedencia y la antigüedad de cada oficial en este colectivo». Ello implicará que «absolutamente todos los oficiales de la Escala Superior de Oficiales de la Armada serán rebasados por oficiales más modernos en el empleo, oficiales procedentes de las escalas de oficiales (dos/tres años de enseñanza superior militar), que de la noche al día y tras realizar un curso de adaptación de 34 semanas, no sólo verán equiparados en reconocimiento a los oficiales de las Escalas Superiores, sino que los rebasarán ampliamente en el escalafón».
La indignación de este colectivo ha ido incrementándose desde que se conoció la intención del Gobierno. Los oficiales de la Armada aseguran que «se encuentran con un grave problema de desmoralización, pérdida de ilusión y falta de confianza en su sentido de carrera». Entienden que la integración de las dos Escalas «ha de hacerse respetando las más elementales normas de la profesión militar y, más en concreto, la antigüedad de los oficiales, con independencia de su escala de procedencia. Esto será el caballo de batalla en la petición de justicia por parte del colectivo de oficiales».
Para los afectados, la propuesta del Gobierno es una «auténtica revolución de clases en la que los miembros de las escalas con menos perspectivas de futuro por su formación y su perfil de carrera se ven aupados a la cabeza del escalafón a costa de la escala Superior de Oficiales».
El Partido Popular, que se abstuvo en la votación final en el Congreso de los Diputados de esta forma de integración, afirmó entonces que esta no es la Ley que necesitan nuestros militares» y que no es «ni necesaria ni oportuna».