26 de septiembre de 2008
Gambia se salta el acuerdo con España y devuelve un avión con cien inmigrantes
ABC - Sábado 20, septiembre 2008 - Últ. actualización 15:56h
Gambia se salta el acuerdo con España y devuelve un avión con cien inmigrantes
J.A./L.A. I MADRID.
Sábado, 20-09-08
Un centenar de policías españoles vivió ayer una auténtica odisea después de que las autoridades de Gambia se negaran a aceptar la repatriación de otros tantos compatriotas que viajaban con los agentes a bordo de un vuelo fletado por España en cumplimiento de los convenios de retorno firmados por ambos países. Según informaron fuentes policiales, un total de 106 agentes permanecieron junto a 101 inmigrantes irregulares encerrados en un avión de Air Europa en la pista del aeropuerto de Banjul, capital de Gambia, a la espera de que las autoridades del país admitieran al grupo de ilegales, sobre el que previamente ambos países ya habían pactado su devolución.
Tras el aterrizaje del avión de Air Europa que transportaba a policías y custodiados, los agentes del país africano se negaron al desembarco de estos últimos, alegando que en la documentación presentada por los policías españoles faltaba la firma de un alto responsable del Gobierno gambiano, argumento que causó sorpresa entre los agentes españoles.
A continuación, los policías gambianos procedieron a retirar la escalerilla de acceso al avión y cerraron las puertas del aparato de Air Europa que había trasladado al contingente. El vuelo había despegado a las seis de la mañana del aeropuerto de Madrid-Barajas, con destino a Fuerteventura (Canarias), donde los policías recogieron a los inmigrantes ilegales con la intención de devolverlos a Gambia.
Tras más de cinco horas en el interior del avión, siempre según las mismas fuentes, empezaba a escasear el agua y los alimentos con los que se había cargado el aparato para lo que estaba previsto que fuera un rápido viaje de ida y vuelta.
Las fuentes consultadas temían que de prolongarse la situación comenzaran a surgir problemas de higiene y, sobre todo, que los inmigrantes comenzaran a mostrar síntomas de inquietud y a protagonizar algún tipo de incidente. Desde el Ministerio del Interior y desde Exteriores se hicieron las gestiones pertinentes con el Gobierno gambiano para tratar de poner fin a la delicada situación. Ante el fracaso de las negociaciones se ordenó que el avión regresara de inmediato a España. Las autoridades del aeropuerto habían comunicado a la tripulación que a las nueve y media de la noche se cerraría el tráfico de la pista y que ya no podrían despegar. Al cierre de esta edición, el avión debía estar en pleno vuelo.
Guinea Conakry y Gambia aceptaron en octubre de 2006 repatriar a sus nacionales internados en centros para extranjeros de Canarias a cambio de diez millones de euros para financiar proyectos para el desarrollo. El acuerdo se firmó en una visita que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizó a ambos países. Estos convenios obligan al país emisor a readmitir a todos sus nacionales sin derecho a residir en España. Para ello, basta acreditar su nacionalidad mediante cualquier documento en que figure su identidad -sirven incluso los documentos caducados y las fotocopias- y que sea reconocido por el país de origen. Así se hizo en esta ocasión.
Gambia se salta el acuerdo con España y devuelve un avión con cien inmigrantes
J.A./L.A. I MADRID.
Sábado, 20-09-08
Un centenar de policías españoles vivió ayer una auténtica odisea después de que las autoridades de Gambia se negaran a aceptar la repatriación de otros tantos compatriotas que viajaban con los agentes a bordo de un vuelo fletado por España en cumplimiento de los convenios de retorno firmados por ambos países. Según informaron fuentes policiales, un total de 106 agentes permanecieron junto a 101 inmigrantes irregulares encerrados en un avión de Air Europa en la pista del aeropuerto de Banjul, capital de Gambia, a la espera de que las autoridades del país admitieran al grupo de ilegales, sobre el que previamente ambos países ya habían pactado su devolución.
Tras el aterrizaje del avión de Air Europa que transportaba a policías y custodiados, los agentes del país africano se negaron al desembarco de estos últimos, alegando que en la documentación presentada por los policías españoles faltaba la firma de un alto responsable del Gobierno gambiano, argumento que causó sorpresa entre los agentes españoles.
A continuación, los policías gambianos procedieron a retirar la escalerilla de acceso al avión y cerraron las puertas del aparato de Air Europa que había trasladado al contingente. El vuelo había despegado a las seis de la mañana del aeropuerto de Madrid-Barajas, con destino a Fuerteventura (Canarias), donde los policías recogieron a los inmigrantes ilegales con la intención de devolverlos a Gambia.
Tras más de cinco horas en el interior del avión, siempre según las mismas fuentes, empezaba a escasear el agua y los alimentos con los que se había cargado el aparato para lo que estaba previsto que fuera un rápido viaje de ida y vuelta.
Las fuentes consultadas temían que de prolongarse la situación comenzaran a surgir problemas de higiene y, sobre todo, que los inmigrantes comenzaran a mostrar síntomas de inquietud y a protagonizar algún tipo de incidente. Desde el Ministerio del Interior y desde Exteriores se hicieron las gestiones pertinentes con el Gobierno gambiano para tratar de poner fin a la delicada situación. Ante el fracaso de las negociaciones se ordenó que el avión regresara de inmediato a España. Las autoridades del aeropuerto habían comunicado a la tripulación que a las nueve y media de la noche se cerraría el tráfico de la pista y que ya no podrían despegar. Al cierre de esta edición, el avión debía estar en pleno vuelo.
Guinea Conakry y Gambia aceptaron en octubre de 2006 repatriar a sus nacionales internados en centros para extranjeros de Canarias a cambio de diez millones de euros para financiar proyectos para el desarrollo. El acuerdo se firmó en una visita que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizó a ambos países. Estos convenios obligan al país emisor a readmitir a todos sus nacionales sin derecho a residir en España. Para ello, basta acreditar su nacionalidad mediante cualquier documento en que figure su identidad -sirven incluso los documentos caducados y las fotocopias- y que sea reconocido por el país de origen. Así se hizo en esta ocasión.