23 de septiembre de 2008

Memorias de Queipo de Llano, o cómo el general sublevado se enfrentó a Franco

El Mundo - 23/09/08

PUBLICADO POR LA ESFERA DE LOS LIBROS

Memorias de Queipo de Llano, o cómo el general sublevado se enfrentó a Franco

Portada del libro.
Actualizado martes 23/09/2008 14:59 (CET)

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MADRID.- "La historia hay que mirarla desde los dos lados e intentar apartar los sentimientos, incluso en un hecho tan dramático como fue la Guerra Civil". Con esta premisa, el escrito Jorge Fernández-Coppel se ha sumergido en los archivos del general Queipo de Llano, histórico de los sublevados -responsable del levantamiento de Sevilla- para reescribir las memorias de este personaje, odiado o venerado, según la óptica con que se mire, pero clave en la historia española del siglo XX.
A saber, luchó en la Guerra de Cuba y contra la monarquía de Alfonso XIII. Era íntimo de Primo de Rivera, aunque después se enemistaron y peleó por la República. Medía 1,90 metros y era un hábil espadachín, padre de cuatro hijos. Fue destituido y encarcelado en prisiones militares; y regresó como heróico militar en la II República. Tenía una excelente relación con el presidente Niceto Alcalá Zamora, pero muchos encontronazos con Azaña. "Es un personaje que hubiese encajado mejor en el siglo XIX", resume Fernández-Coppel, autor de 'Queipo de Llano. Memorias de la Guerra Civil'.
Todos estos pasos previos se recorrerán en un segundo libro. El que ahora edita la Esfera de los Libros se centra en una etapa clave: la Guerra Civil; en el momento en el que el entonces Inspector General de Carabineros de la II República se suma a los golpistas y en los acontecimientos que se vivieron después. "Los militares que preparaban el golpe no confiaban en él. Al fin y al cabo, era un mando que había luchado para que se instaurase la República. Fue él quien se acercó a Mola, que al principio desconfió", cuenta Fernández-Coppel. Finalmente, se le encomendó la sublevación de Sevilla.
Enfrentamientos con Franco
Durante la guerra estuvo de acuerdo en que Franco fuese nombrado generalísimo, aunque siempre se consideró superior a él. Después llegaron los enfrentamientos. Queipo de Llano no dudó en criticar públicamente las decisiones del mando supremo del Ejército y éste optó por enviarle a un exilio dorado en Roma, lo que le comunicó el 19 de julio de 1939, como se refleja en el libro. Desde allí escribió todo tipo de textos en contra de Franco, también reflejados en la obra.
'Queipo de Llano. Memorias de la Guerra Civil' muestra otras curiosidades. Por ejemplo, la carta en la que el propio Queipo de Llano cuenta que avisó a Niceto Alcalá Zamora, de que se estaba preparando la sublevación. O la que, el 3 de junio de 1947, envía a Franco para decirle que no lleva a España bien, que se marche y traiga la democracia.
Y desmonta mitos, como el de que era masón o borracho. Muy al contrario, había padecido una enfermedad hepática que le impedía beber. "El personaje histórico tiene que cargar con sus penas y con sus culpas, pero no con otras", sentencia el autor.
Para conocerlas, Jorge Fernández-Coppel ha tenido acceso a los documentos del general que guardaban sus hijos. Estaban en el cortijo de Gambogaz. "Había allí un desorden tremendo y me sorprendió que tenía una gran cultura", recuerda. Tras años sumergido en estos papeles, llega a las librerías su obra.